Un secuestro aumenta la tensión entre palestinos e israelíes
El gobierno israelí emprendió una acción militar en territorios palestinos en procura de rescatar a un soldado secuestrado por una facción del Hamas. Esta nueva crisis tiene incierta resolución y por primera vez puede enfrentar a ambos gobiernos. Contacto con el periodista Sal Emergui, desde Jerusalén.
(Emitido a las 8.30)
EMILIANO COTELO:
Los territorios palestinos se convirtieron en un verdadero campo de batalla en la última semana.
El detonante fue el secuestro de un soldado israelí durante un ataque palestino contra una base militar fronteriza el domingo 25. Dos días después, el miércoles de madrugada, el Ejército de Israel emprendió una ofensiva militar de gran envergadura para liberar al joven militar.
Hasta ahora, el saldo de la operación llamada "Lluvia de verano" es de varios edificios del gobierno palestino destruidos, entre ellos el Ministerio del Interior y las oficinas del propio primer ministro palestino. Además bombardeos a objetivos estratégicos como puentes y centrales eléctricas y, por si esto fuera poco, el arresto de decenas de dirigentes del movimiento Hamas, entre ellos nada menos que diez ministros y varios parlamentarios palestinos.
¿Cómo se llega a esta situación de violencia? ¿Qué salida posible tiene esta crisis que tiene lugar después de varios meses de relativa calma entre israelíes y palestinos?
Para intentar buscar respuestas a estas preguntas, estamos en contacto con el periodista Sal Emergui, catalán, nacido en Barcelona, que hace nueve años que se desempeña como corresponsal en Oriente Medio, trabaja para distintos medios de España, entre otros El País de Madrid.
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Sal, nos interesa consultarte a propósito de cómo estás viendo desde allí estos hechos. Estamos ante la mayor ofensiva militar de Israel desde la retirada unilateral de la Franja de Gaza a mediados del año pasado. Una ofensiva que tuvo como origen el secuestro del soldado Guilad Shalit, de 19 años, llevado adelante por un grupo de movimientos palestinos, uno de ellos el brazo armado de Hamas. A este secuestro se sumó el de otro joven colono que fue encontrado muerto en un barrio de Cisjordania hace unos días. Entonces, ¿cuál es la percepción allí mismo?, ¿qué gravedad se les asigna a todos estos hechos que se han desencadenado estos días?
SAL EMERGUI:
Israelíes y palestinos lo ven con mucha preocupación, conscientes de que es una situación explosiva que puede provocar consecuencias funestas para ambos pueblos. Hoy hemos vivido un capítulo más, un capítulo dramático tras el ultimátum lanzado por las facciones armadas palestinas. El comunicado indica que Israel tiene dieciséis horas para liberar a mil presos palestinos, además de las mujeres y menores de 18 años que están en las cárceles israelíes. De lo contrario, dicen, "Israel pagará las consecuencias", es decir que la vida de Guilad Shalit, el soldado israelí, está en peligro.
EC - Desde el gobierno de Israel ya ha habido respuesta a ese ultimátum.
SE - No, la reacción oficial es no negociar ningún tipo de canje con los secuestradores. Pero en estos momentos el gobierno está reunido porque el ultimátum ha caído como una bomba.
EC - ¿Tiene algún significado especial el secuestro de un soldado? ¿Por qué Israel ha optado por el camino de la ofensiva militar en lugar de esperar que la diplomacia rindiera sus frutos? La diplomacia se puso en juego, Egipto encabezó las gestiones; recordemos que Egipto tiene fronteras con Gaza y tiene además un acuerdo de paz con Israel.
SE - En primer lugar hay que destacar que para Israel un soldado es como un bien nacional, cada uno de ellos es como un patrimonio, como si fuera su propio hijo. Israel asegura que la diplomacia no funciona, la ofensiva militar forma parte de la presión para promover la liberación del soldado a través de la diplomacia. Hay que recordar que el pasado jueves el primer ministro israelí, Ehud Olmert, suspendió la amplia operación terrestre en el norte de Gaza tras conversar con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, que le pidió tiempo para negociar. Está claro que es muy difícil a nivel militar conseguir la liberación del soldado, Gaza es una zona muy estrecha y muy populosa.
EC - Además de los ataques aéreos, en el accionar del ejército israelí algo que aquí suena especialmente grave es el arresto de ministros y parlamentarios palestinos. Según Israel, ¿cuál podría ser la relación que guardan esas autoridades con el secuestro?
SE - Israel no diferencia entre el brazo armado y el político del grupo Hamas. Para el gobierno israelí, desde el momento que el brazo armado de Hamas reivindicó el secuestro todos son responsables, entre ellos su máximo líder en Gaza, el primer ministro Ismail Haniye y sobre todo Halel Mayal, el líder de Hamas en el exterior y auténtico hombre fuerte del movimiento. Israel ha dicho que si el soldado no es devuelto con vida va a matar a ambos dirigentes.
EC - Elisa Lieber también tiene algunas preguntas.
ELISA LIEBER:
Este secuestro fue reivindicado por el brazo armado de Hamas, o sea el ala militar del gobierno palestino participando directamente en un ataque contra las fuerzas israelíes. ¿Se puede decir que esta es la primera vez que se enfrentan los gobiernos, el gobierno palestino y el gobierno israelí directamente?
SE - Sí, porque antes estaba Yasser Arafat, el presidente palestino, con el que Israel mantenía relaciones hostiles, pero había negociaciones, había un proceso de paz. Ahora del lado palestino hay un gobierno, el de Hamas, que es un movimiento que no reconoce a Israel y que dice que su objetivo es la destrucción de Israel. Pero por otro lado los palestinos dicen que da igual si está Hamas o no, para ellos Israel siempre va a aplicar una postura represiva y agresiva contra los palestinos.
EL - ¿Entonces cuál es la salida a esta crisis? ¿Se vislumbra algún camino para poner fin a este enfrentamiento?
SE - Es la pregunta del millón, ojalá alguien tuviera respuesta y se la diera a palestinos e israelíes. En estos momentos no veo una salida, por un lado las facciones palestinas no van a liberar al joven soldado sin una contraprestación a cambio, es decir, sin una liberación de presos palestinos. Hamas es consciente de que si no hay una solución positiva Israel acabará con su gobierno tanto política como físicamente.
Personalmente creo que al final Israel va a ofrecer la liberación de los 60 dirigentes de Hamas que hace unos días que están detenidos y el fin de la operación militar en Gaza. Pero en estos momentos es muy difícil pronosticar cuál va a ser la salida.
EC - Miremos hacia dentro de los territorios palestinos. Hace poco más de una semana la atención estaba puesta en la situación muy complicada que se vivía en la interna palestina. Me refiero a los enfrentamientos violentos que se estaban dando entre el partido Al Fatah, del presidente Abu Mazen, y el movimiento Hamas, al que pertenece el primer ministro Ismail Haniye. Incluso se llegó a hablar de guerra civil antes de que se produjera la firma de un acuerdo entre los dos grupos, que ahora quedó en suspenso a raíz del secuestro y la respuesta con la ofensiva israelí. Entonces, la forma como han devenido los hechos, en particular el ataque israelí, ¿no termina amalgamando a los palestinos, promoviendo una mayor unidad interna?
SE - Es evidente. Hace más de una semana había una lucha de poder terrible en Gaza entre Fatah, de Abu Mazen, y Hamas, de Haniye. Una lucha que era en las calles, con muertos y heridos. Y ahora después del ataque israelí el gobierno de Hamas, que era muy criticado por el caos económico y político, se ha visto reforzado. Podríamos decir que cada misil, cada ataque y cada cañón israelí es una inyección de apoyo para Hamas y promueve la unidad interna palestina.
EL - A esto se suma lo que tú mencionabas recién, que el fin de este enfrentamiento podría llegar con la liberación de 60 presos palestinos. Parece que el gobierno israelí termina perdiendo con esta ofensiva. ¿Se puede leer así, o sería muy apresurado?
SE - En estos momentos es muy difícil pronosticar las soluciones. La postura de Israel es clara, no negociar; pero el pasado indica que Israel sí ha negociado, por ejemplo con el jeque Nasara, de Hezbollah, negoció la liberación de presos libaneses y palestinos a cambio de los cadáveres de soldados israelíes capturados por Hezbollah. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, que es un político novato en el gobierno y de crisis militares, está en un dilema muy fuerte, está entre la espada y la pared, no sabe qué hacer, porque si no negocia puede provocar la muerte del soldado, pero si negocia puede ser visto como cesión de Israel y una invitación a más secuestros.
EC - ¿Dónde te hemos ubicado exactamente?
SE - En Jerusalén, con un calor de muerte, casi 40 grados.
EC - Y además del clima por el lado de la temperatura y la humedad, ¿cuál es el ambiente entre la gente en Israel? ¿En qué medida se temen consecuencias violentas en el propio Israel de toda esta situación que se está viviendo en los territorios palestinos de enfrentamiento Israel-movimientos palestinos?
SE - La palabra clave es pesimismo. Estuve la semana pasada en Gaza, que está castigada, aislada, la mayor parte de la población está sin luz, sin electricidad y la mayoría dice que es muy pesimista ante el panorama que se le viene. Y los israelíes están muy enfadados por el secuestro y el ataque que produjo dos muertos israelíes, y están en un dilema muy fuerte, porque por un lado dicen negociar y por otro no negociar. A nivel de represalias hay una seguridad extrema para evitar posibles atentados suicidas de Hamas, por ejemplo.
EC - ¿Es una posibilidad que está en el horizonte?
SE - Sí, ayer por ejemplo un dirigente de Hamas amenazó con atacar escuelas y oficinas públicas de Israel si Israel no acaba su operación militar. Por tanto hay un aumento muy importante en la presencia de la policía de seguridad israelí que es evidente en las calles.
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Edición: Mauricio Erramuspe