Líbano vive un "infierno", dijo el embajador uruguayo
"Ustedes están en invierno o empezando el invierno. Yo acá estoy en medio del infierno, que suena parecido, pero es lo contrario", dijo hoy Alberto Voss Rubio, embajador en el Líbano. Informó que trabajan para evacuar a los uruguayos que lo han pedido; "aunque todavía siguen con un susto espectacular".
(Emitido a las 7.40)
EMILIANO COTELO:
La frase puede resultar repetida, pero no por eso poco adecuada para el momento que se vive: el conflicto en Medio Oriente se complica cada vez más. Y como siempre, detrás de cada crisis política, detrás de cada conflicto armado, está la crisis humanitaria. En este caso hablamos de miles de personas que intentan huir de la zona del enfrentamiento, en especial del Líbano, donde ya se cuentan por más de 200 los muertos a raíz de los ataques sostenidos del ejército israelí.
Esta escalada de violencia, la más grave en muchos años, comenzó hace ya una semana, cuando las milicias chiítas libanesas de Hezbollah secuestraron a dos soldados israelíes. Desde entonces se han producido bombardeos de lugares estratégicos y centros poblados a un lado y otro de la frontera israelo-libanesa. En Israel, Haifa es la ciudad más afectada. En el Líbano, la propia capital, Beirut.
Y como en casi todos los rincones del mundo, también en el Líbano hay uruguayos residiendo; algunos incluso desde hace varios años. Muchos ya han logrado salir hacia otros países de la región. Otros aguardan nerviosamente su turno.
Vamos a acercarnos a esa realidad, vamos a averiguar cómo están los uruguayos que viven en la zona y qué es lo que se espera para los próximos días.
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EC - Estamos en diálogo con el doctor Alberto Voss Rubio, embajador uruguayo en el Líbano.
ALBERTO VOSS RUBIO:
Ustedes están en invierno o empezando el invierno. Yo acá estoy en medio del infierno, que suena parecido, pero es lo contrario.
EC - Justamente sobre eso queríamos empezar preguntándole: ¿cómo define el ambiente? A mí me costó decirle "buenos días" recién.
AVR - Los bombardeos continúan. El desplazamiento de los aviones israelíes se siente desde aquí. Yo estoy en la oficina en este momento, estoy frente a la bahía de Yuni. Hoy no se ha producido ningún ataque al puesto naval de la bahía pero dos o tres días atrás hubo un brutal bombardeo que afectó todas las instalaciones e incluso dañó algunas naves. Naves sin mayor importancia bélica. No se pueden comparar con el potencial bélico de Israel. Pero, si se quiere, es un símbolo que ha tenido a toda la población en pánico permanente, a toda la zona, en toda el área. Seguimos trabajando en estos momentos para tratar de evacuar a los uruguayos que nos han solicitado esa eventualidad, aunque todavía siguen con un susto espectacular. Realmente están muy afectados todos. Estamos haciendo un trabajo conjunto con los demás colegas latinos. Pensamos que mañana va a salir un convoy de seis ómnibus con la mayor cantidad posible de esos ciudadanos que han aceptado nuestro ofrecimiento.
EC - ¿Usted tiene una estimación de cuántos son los uruguayos residentes en Líbano, de cuántos han logrado salir ya y cuántos esperan esa oportunidad?
AVR - Han salido ocho hasta ahora. Los dos primeros fueron los jugadores de fútbol, que ahora están en Amán. Y ayer salieron seis más: una familia la familia Aramburu y dos uruguayos más, que pudieron irse en el ómnibus que llevaba al contingente español. Me llamaron por teléfono desde Siria para avisar que llegaron bien, de modo que estamos tranquilos. Todo salió bien y no hubo problemas. Ahora estamos tratando de alcanzar los máximos niveles de seguridad, de certeza de que este convoy no va a tener ningún tipo de inconveniente en el trayecto.
EC - Le preguntaba cuántas personas integran la colectividad uruguaya en el Líbano.
AVR - Unas 60 familias más o menos. Con algunas de las cuales estamos incomunicados porque radican en el Sur, en Saida. Con otras que también radican allí hemos podido comunicarnos telefónicamente. Pero han bombardeado las centrales telefónicas y 21 puentes, por lo cual algunos están absolutamente incomunicados. Si quieren salir no pueden...Ni por mar, ni por tierra, ni por supuesto por aire. Son 60 familias. Hemos tomado contacto con la gran mayoría. Muchos prefieren quedarse en sus casas o se han mudado hacia lugares más seguros. Han huido de la parte donde está desarrollándose la mayoría de los combates.
EC - En el caso particular suyo, usted daba recién algunas coordenadas de la ubicación de su oficina. Decía que se encuentra cerca del puerto de la capital libanesa. ¿En qué medida esa zona donde trabaja la representación diplomática uruguaya es segura?
AVR - Es más segura. La ciudad está dividida en áreas confesionales. Está la zona cristiana, que no tiene problemas, el puerto de Beirut sería la línea divisoria entre la parte chiíta y Beirut oeste, cercana al aeropuerto, donde viven los chiítas, que son los que responden a las huestes de Hezbollah. El golpe principal y los ataques están dirigidos a esa área. Por tanto, estamos un poco más retirados y no sufrimos las consecuencias; lo que no quiere decir que un error no pueda traernos una sorpresa. Frente a mi oficina, que tiene una vista preciosa del mar Mediterráneo, está el apostadero naval de Yuni, en la Bahía de Yuni. Allí hubo un bombardeo brutal el otro día, que vi todo desde mi casa, temblaban los vidrios (estoy a dos kilómetros, a un paso de lo que estaba sucediendo) y era increíble todo el pánico que transmite eso, el ruido, los vidrios que se rompen, todo trepida. Es una sensación muy desagradable, que inevitablemente trasmite nervios, por más que uno sea calmo. La gente se pone muy nerviosa, pierde el control. Es una situación extrema.
EC - ¿Cuántos año lleva usted como embajador uruguayo en el Líbano?
AVR - Llevo cuatro años y medio.
EC - ¿Había vivido en algún momento una situación como esta?
AVR - No como esta. Esta es la peor. El año pasado vivimos la etapa con bombas internamente cuando la muerte de Hariri. (Fueron a menos de 20 kilómetros de aquí) pero se sintió, voló todo, todo se movió. Fue una bomba impresionante, de 500 kilos. Hizo un cráter en el piso de 50 metros de diámetro. Destrozó todo lo que había alrededor; habrán visto las fotografías. Fue un desastre. Y la seguidilla consiguiente: las muertes, las bombas. No sé qué es más peligroso, si aquel momento en que uno no sabía si yendo a un lugar iba a volver...Porque queriendo matar a otra persona, sin comerla ni beberla le podía tocar a uno.
EC - ¿Ustedes están tranquilos? ¿Con qué estado de ánimo desarrollan la actividad?
AVR - Yo estoy calmado, tranquilo. Tengo fe. No creo que nos vaya a pasar nada...Confiado. Estamos tomando precauciones. Ahora por ejemplo son las 13.50. Nuestro horario de trabajo ya estaría finalizando normalmente. Voy a decirles a los funcionarios que se vayan. Faltan 10 minutos para las 14.00. Ya hemos cumplido el horario. Pero estamos tratando de ver si no es necesario venir a la embajada. Porque no queremos dejar huérfanos a los compatriotas que no han llegado todavía y se dirigen para ver cómo solucionan su salida.
EC - Además de estas gestiones para suministrar rutas de salida a los uruguayos residentes en el Líbano que quieran salir, ¿qué otro tipo de tareas está desarrollando usted en el frente diplomático en estas horas y ante esta crisis? Se lo pregunto porque ayer el gobierno uruguayo, el Poder Ejecutivo uruguayo, emitió una declaración en la que ante el enfrentamiento Israel-Líbano llama a un cese del fuego inmediato y al comienzo de conversaciones de paz bajo la supervisión de las Naciones Unidas. ¿A usted en particular qué papel le cabe en este cuadro?
AVR - La prioridad uno en estos momentos es solucionar la salida de los uruguayos del país. Estamos en contacto con todos los embajadores latinos y con las autoridades de la Cancillería, que ya no funciona. Está funcionando cada uno en su respectivo domicilio, pero estamos en contacto. Por ejemplo para pedirle custodia del ejército para que acompañe este convoy hacia la frontera, ya lo hemos conseguido. A su vez estamos tratando de (contactar) a través de nuestra embajada en Israel con las autoridades de ese país, para asegurarnos que este convoy sea debidamente identificado. Eso no es tarea de negociación diplomática para buscar la salida todavía, pero es una forma de -por lo menos- solucionar en principio la temática de los ciudadanos uruguayos, de los latinos, que en su mayoría son venezolanos.
La otra etapa, el deseo de nuestro gobierno y de nuestro pueblo de que se alcance la paz y haya negociaciones y que se involucre a las Naciones Unidas...Usted sabe que lamentablemente el organismo internacional no ha tenido suficiente eco. Sus resoluciones son simplemente enunciativas, porque no tienen valor jurídico internacional coercitivo. Israel ha hecho caso omiso de la mayoría de las resoluciones de las Naciones Unidas. Y cuántas naciones han hecho lo mismo...De modo que eso no es garantía de que se solucione el tema.
EC - ¿Cuáles son las perspectivas que usted avizora en este conflicto, sobre todo a partir del agravamiento que ha experimentado en los últimos días? ¿Por dónde puede estar la salida y en qué tiempos?
AVR - Esto va a tener que ser razonado entre varios países. Habría que convocar a varios países que están involucrados en esto, que tienen que ver con esto, con la influencia de Hezbollah. No depende del Líbano. Es clarísimo que el gobierno libanés no tiene responsabilidad ninguna sobre la decisión de Hezbollah, que procede de algún otro país. Sabemos quiénes son y a ellos habría que invitarlos a una mesa de negociación para poder convencerlos, no por la fuerza.
EC - Usted está aludiendo a Siria, a Irán, por ejemplo.
AVR Exactamente. Pienso que el conflicto de Gaza se quiso extender, trasladar al Líbano. Y por supuesto también a Israel, porque Israel es parte de todo este teatro de operaciones. Imagínese que se le exige a Irán un control específico sobre el tema nuclear, pero no se les exige a los demás la misma medida. Es todo muy complicado. Y en la medida que no se tome un término medio, que incluso la Iglesia participe, los grandes orientadores confesionales del mundo (que en esta región están todos representados) va a ser muy difícil que pueda solucionarse. Porque hay mucha pasión, y con los (hechos) fuertes que se están sucediendo es peor, empeora.
Embajada del Uruguay en el Líbano