Cuba y Argentina enfrentados por el caso de la disidente Hilda Molina
La doctora cubana Hilda Molina agradeció las gestiones realizadas por el presidente argentino, Néstor Kirchner, solicitando permiso para que ella pueda salir de la isla, pero aseguró sentir miedo a posibles represalias de Fidel Castro.
La discusión respecto al caso de la neurocirujana cubana Molina vuelve a estar sobre la mesa porque el gobierno argentino intercedió directamente ante Fidel Castro para que le permita viajar a Argentina para visitar a su hijo y conocer a sus nietos. Hace 12 años que Cuba le niega a Molina la autorización para salir de la isla. Kirchner aprovechó la presencia del mandatario cubano en Córdoba, por la Cumbre del Mercosur realizada la semana pasada, para pedirle de manera oficial el permiso para que Molina pueda viajar. El pedido fue realizado a través de una carta que Kirchner entregó al líder cubano, donde señala que es de su "mayor interés posibilitar el reencuentro de la familia cubano-argentina". Pero la solicitud sólo subió la temperatura a la relación bilateral y, ahora, la situación permanece sin cambios. Este lunes, Molina habló a Radio 10 de Argentina y dijo que si bien agradece el haber elevado a nivel público su reclamo, asegura que tiene miedo de las represalias de parte del dictador. "Tengo miedo de que haya alguna reacción contra mi familia. Aparentemente domina bien las cuestiones de Estado y tiene que saber que su imagen se ve muy fea pisoteando a una familia indefensa, a una mujer enferma además. Se lo está pidiendo un hermano latinoamericano. Generalmente, los hermanos si se quieren y ser respetan se complacen aunque no les guste mucho lo que les han pedido", indicó. La prensa argentina destaca que el caso de Hilda Molina enfrió al máximo la relación personal entre Kirchner y Castro. Incluso, se señala que este tema es uno de los puntos más conflictivos en esa relación. El diario La Nación publicó que Kirchner habría "amenazado" en Córdoba con no firmar el acuerdo Mercosur-Cuba, si Castro rechazaba su carta. El periódico asegura que Castro estuvo a punto de no participar de la cumbre por este motivo. La molestia de Castro respecto al asunto quedó en evidencia en Córdoba cuando un periodista (de un canal de televisión de Miami, Estados Unidos) le preguntó "cuándo iba a dejar viajar a Hilda Molina" y el mandatario le respondió, a los gritos, que era un "mercenario". La respuesta que todavía no ha llegado es a la carta oficial de Kirchner. El canciller argentino, Jorge Taiana, considera que en 10 días debería existir una respuesta oficial desde La Habana. (Fuentes: La Nación e Infobae)