Medio Oriente: en medio de una frágil tregua, surge un nuevo ajedrez diplomático
Con mayor presencia europea, las potencias buscan consolidar la tregua que rige en Medio Oriente. Mientras tanto, desde Israel o el mundo árabe, los líderes buscan mostrarse como los ganadores de la guerra. Contacto con el periodista Mario Lubetkin, director de Inter Press Service.
(Emitido a las 8.30)
EMILIANO COTELO:
"Esta guerra no la ha ganado nadie, porque no se ha acabado".
Esas fueron las palabras de Javier Solana, representante de Política Exterior de la Unión Europea, en una entrevista publicada ayer en el diario español El País.
Las declaraciones de este diplomático europeo cobran cada vez más peso, porque debido al gran sentimiento antiestadounidense que impera en varios países árabes es a Europa que le cabe el rol de gran mediador en el conflicto en Medio Oriente.
Para saber cuál es la estrategia europea en esta nueva etapa, en este frágil cese al fuego entre Israel y la guerrilla de Hezbollah, vamos a conversar con el periodista uruguayo Mario Lubetkin, director de la agencia Inter Press Service.
***
Mario, ¿cuáles son las primeras conclusiones que se sacaron en Europa sobre esta tregua que se alcanzó después de más de un mes de enfrentamientos y violencia entre la guerrilla de Hezbollah y el Ejército de Israel?
MARIO LUBETKIN:
Hay un conjunto de preguntas que todavía no tienen respuesta, las respuestas se van a ir dando a medida que pasen los días.
La primera es quién ganó y quién perdió en esta guerra, aunque hay alguien que perdió que fueron los civiles, que son la inmensa mayoría de los muertos de ambos bandos, naturalmente más en el Líbano, los más de 1.000 civiles que murieron en este mes de guerra.
Lo segundo es cuál va a ser el papel de Europa, con la novedad de que Europa asume un protagonismo que en los últimos graves conflictos internacionales no tuvo en absoluto; pensemos en Afganistán, en Irak, etcétera.
Y lo tercero es cómo va a jugar la diplomacia para reabrir todo el capítulo Medio Oriente mucho más allá de la guerra entre el Líbano e Israel.
Esas son las tres cuestiones que están puestas en el orden del día en el debate en estos momentos en Europa, sobre todo a partir de la fase de la conferencia de Roma donde se inició el proceso de búsqueda de un acuerdo, de una resolución en las Naciones Unidas, en el Consejo de Seguridad, hasta lo que está pasando ahora, que es cómo aplicar y qué significa esa resolución.
EC - Veía las declaraciones que hace Javier Solana en el diario El País de Madrid y lo que dice a propósito de cuál es la relación de Europa con estas cuestiones y con este conflicto. Por ejemplo, dice que tiene "una obligación de formar parte de la fuerza internacional que se va a desplegar en el Líbano por varios motivos, por el compromiso general de la Unión Europea con Medio Oriente y por la relación especial que tiene con el Líbano. Espero que haya una contribución importante a esta fuerza, que no será europea sino de Naciones Unidas". ¿Cómo ubicas los antecedentes históricos de este vínculo Europa-Medio Oriente?
ML - En primer lugar está acá al lado, del otro lado del Mediterráneo, por lo tanto Europa siempre fue muy sensible a lo que allí ocurriera. Hay aspectos históricos, sería difícil de entender por qué los franceses tuvieron una actitud tan activa en la búsqueda de un acuerdo de resolución de las Naciones Unidas y lo hicieron con quien era su enemigo en la fase de la guerra de Irak, como fue Estados Unidos. Recordemos lo que fue el debate en el Consejo de Seguridad sobre la resolución con relación a Irak hace unos años, cuando la invasión, las posiciones enfrentadas entre Francia y Estados Unidos. Francia tiene un gran peso en el Líbano, hay intereses geopolíticos cruzados de diferente tipo.
La novedad es que Europa asumió protagonismo en la búsqueda de una solución de paz y llegó a un acuerdo con Estados Unidos en esa dirección. Hay aspectos aún confusos en la aplicación de la resolución del Consejo de Seguridad votada hace un par de días, por ejemplo quiénes van a ser parte de las tropas, de los 15.000 miembros de la fuerza multinacional de las Naciones Unidas.
Las fuerzas que van a ocupar la franja sur en sustitución del Ejército israelí para tratar de generar ese colchón de garantía para que no se reinicie el conflicto y sobre todo para aplicar esa cláusula no escrita que es el desarme de las fuerzas paralelas en el Líbano, particularmente Hezbollah, van a estar integradas básicamente por europeos. El ministro de Relaciones italiano, Massimo Dalema, anunció esta mañana que Italia va a contribuir a las fuerzas multinacionales con 3.000 hombres, Francia va a integrar una fuerza similar, y se está hablando de que no va a ser integrada por Estados Unidos ni por Gran Bretaña, porque los árabes consideran a esos países parte de una las fuerzas de choque. Esto es una novedad, pensemos en las fuerzas multinacionales en Irak o en Afganistán.
EC - La ausencia de tropas estadounidenses y británicas es uno de los factores que trasladan buena parte de la responsabilidad a la Unión Europea. ¿Con cuánta convicción se está asumiendo ese papel, por ejemplo en cuanto al aporte de efectivos? ¿Cómo ha sido el debate en los distintos países?
ML - Muy grande. El plazo era de tres semanas y se va a acelerar a 14 días, las máquinas se han puesto a funcionar rápidamente. Es muy prematuro ser categórico en esto, pero hay una convicción muy grande en Europa de que esta es su oportunidad para reinsertarse en uno de los grandes temas de política internacional, como es el tema palestino, que es el nudo de todo este proceso. Porque los europeos no hablan sólo de establecer un diálogo de diferente tipo con los libaneses, de sostener al gobierno libanés y abrir un diálogo distinto con Hezbollah, de sostener de una forma diferente al primer ministro israelí, Ehud Olmert, sino también de buscar alguna forma de integrar en este proceso de búsqueda de una paz definitiva tanto a Siria como a Irán, los dos países que han estado detrás de todo este proceso.
No hay que subvalorar el dato del acuerdo en estos momentos entre la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Hamas para la creación de un gobierno de unidad nacional, en lo que también había una enorme presión por parte de Europa. Parecería que la diplomacia europea empieza a tomar un dinamismo que hace varios años no se le conocía, sobre todo porque ha sido activa desde el inicio y porque Estados Unidos ha cedido parte del terreno.
EC - Volviendo a las declaraciones de Javier Solana, dice: "Querría que quedara muy claro que ya no se pueden alcanzar acuerdos parciales que intenten medio resolver el problema de Medio Oriente. El problema tiene una causa que es el conflicto entre Palestina e Israel. O tomamos la decisión de enfrentarnos a este problema y resolverlo, o continuaremos con pequeñas guerras y grandes guerras que seguirán destruyendo y haciendo enorme daño en Medio Oriente".
ELISA LIEBER:
Ayer el presidente de Siria, en unas declaraciones que llamaron bastante la atención, calificó como una fuente de orgullo a Hezbollah. Declaraciones que después fueron respaldadas por el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, y ambos dijeron que Israel y Estados Unidos fueron los grandes perdedores de este conflicto. Aquí me parece que vale la pena detenerse porque Estados Unidos está perdiendo cada vez más terreno en la región, sobre todo desde el punto de vista diplomático, pero la pregunta que surge es si Europa realmente puede hacer algo. En el caso de las negociaciones nucleares con Irán, por ejemplo, no pudo lograr muchos resultados.
ML - Las declaraciones del presidente de Siria y del presidente de Irán deben ser inscriptas dentro de la campaña propagandística tanto de los países árabes como de Israel de llevar agua a su molino y tratar de concluir ante la opinión pública de sus respectivos países, ante sus votantes, que vencieron. Los discursos de ayer, que fueron muy agresivos, tanto el del presidente de Siria como el del presidente de Irán, fueron más propagandísticos que de contenido en cuanto a cómo va a avanzar el proceso diplomático. Del otro lado Olmert, que tiene una situación un tanto complicada en la interna política y en el propio parlamento, señaló el resultado de esta guerra diciendo que en el Líbano había un Estado dentro del Estado Hezbollah y su régimen de control social y militar y que lo han destruido y ahora el interlocutor va a ser un solo país, el Líbano.
Son fuegos artificiales en esta fase inmediata, tienen que pasar los días para que el escenario quede más claro y entender cuáles van a ser las próximas movidas en este ajedrez tan complejo.
Lo que decía Solana es exactamente lo que está detrás de todo esto. La guerra entre Israel y el Líbano es sólo un componente de algo mucho más complejo, que es lo que quizás se haya empezado a activar a partir de la resolución del Consejo de Seguridad. O sea, abrir una fase de negociación completamente diferente y ya no limitada al conflicto entre libaneses e israelíes o a la guerra que acaba de suceder, sino de cara a incorporar a todos los actores reales de este proceso. Puede que se logre o no, puede que la guerra recomience mañana nuevamente, estamos solamente a tres días de la tregua, de una tregua sumamente frágil, por lo tanto todo puede cambiar en un plazo de 24 horas.
En ese sentido hay que ir tomando en consideración cómo se está moviendo cada una de las piezas, el acuerdo de las últimas horas entre Hamas y la ANP, que estaban radical y violentamente enfrentados. El nudo es el reconocimiento del Estado de Israel y han llegado a un acuerdo, no sobre ese punto pero sí para iniciar un proceso hacia un gobierno de unidad nacional y ponerse de acuerdo sobre los temas neurálgicos. Si eso también se da del otro lado de la frontera, en Israel, se abre otro escenario de nuevo tipo. Recordemos que en el medio hay dos soldados israelíes secuestrados del lado libanés y un soldado israelí secuestrado del lado palestino y centenares de presos libaneses y ministros y ex ministros del gobierno palestino, por lo tanto hay demasiada carne en la mesa como para hoy calificar de una forma o de otra. Hay que ver el proceso y entender que todas estas piezas del ajedrez se van a ir moviendo de forma muy fina, porque así es también la forma diplomática en estos países.
Y sobre Estados Unidos, no creo que haya perdido. La lectura de Estados Unidos es parte del conflicto interno de la administración estadounidense. Lo único que se puede concluir en este momento es que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, sí ganó una partida dentro del área más militarista del gobierno estadounidense, sobre todo del vicepresidente y el secretario de Defensa. Eso es claro, porque había una posición neta por parte de Cheney y Rumsfeld de no respaldar y no seguir impulsando a Israel a entrar al Líbano. Triunfó una posición mucho más realista en el plano diplomático y que trata de construir un nuevo tipo de relación con Europa. No afirmaría que es una derrota para Estados Unidos este nuevo ajedrez diplomático que se está construyendo por aquí.
------------
Edición: Mauricio Erramuspe