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Calderón sería proclamado presidente de México

Tras más de un mes de polémicas, el oficialista Felipe Calderón parece confirmarse como el futuro presidente mexicano. Pese a todos los intentos y movilizaciones de los seguidores del izquierdista Manuel López Obrador –que denuncian un fraude electoral- la autoridad máxima de las elecciones aztecas confirmaría esta victoria. Contacto con Ricardo Galarza, desde Ciudad de México.

(Emitido a las 8.25)

JOSÉ IRAZÁBAL:
El Tribunal Electoral mexicano finalmente se pronunció sobre el resultado de las elecciones presidenciales del 2 de julio pasado.

Los siete magistrados señalaron este lunes que en el recuento parcial de varias casillas electorales no se encontraron evidencias de irregularidades.

ELISA LIEBER:
Eso ratifica el resultado de las elecciones que da como triunfador al candidato oficialista, Felipe Calderón, quien con esto sería el próximo presidente mexicano.

(Audio)

"FELIPE CALDERÓN:
Me satisface constatar, a partir de la primera información que he tenido, que al final de cuentas no sólo se corrobora el peso de la decisión ciudadana tomada el 2 de julio, sino que incluso a partir de algún cálculo que nos están haciendo aquí en la oficina de transición, no sólo se refrenda la ventaja numérica que tuvimos el 2 de julio, sino que, si los cálculos están bien hechos, se amplía esa ventaja".

(Fin.)

JI - Pero no todo es tan fácil.

EL - No, porque cuando el candidato de izquierda, Manuel López Obrador, conocido como Amlo, sigue sin dar el brazo a torcer y convocó a crear un gobierno paralelo.

(Audio)

"MANUEL LÓPEZ OBRADOR:
Los magistrados asumieron una decisión política y no jurídica. La sumisión de estas personas, que no supieron actuar como jueces, a los designios de un grupo de privilegiados representa no sólo una vergüenza en la historia de nuestro país, sino una violación al orden constitucional y un verdadero golpe de Estado."

(Fin.)

EL - A casi dos meses de estas elecciones de las que seguimos hablando, no sólo hablan Felipe Calderón y López Obrador, ahora también entró en el ruedo el presidente mexicano, Vicente Fox.

(Audio)

"VICENTE FOX:
No podemos permitir que las ambiciones personales pongan en riesgo lo más valioso que ha construido el pueblo mexicano, nuestras leyes e instituciones".

(Fin.)

JI - La tensión está planteada. Vamos a ver cómo se están viviendo estos últimos desarrollos en México, para lo cual estamos en contacto con nuestro colaborador en Ciudad de México, Ricardo Galarza.

***

Ricardo, después de la revisión de esas 375 impugnaciones del proceso electoral del 2 de julio y esta decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial descartando en forma unánime que vaya a cambiar el resultado, que da como ganador al candidato conservador, ¿qué significa este nuevo pronunciamiento del Tribunal Electoral?

RICARDO GALARZA:
Este pronunciamiento es una valoración meramente cuantitativa de la elección, sobre el número de votos. Resolvió el tribunal los juicios de impugnación y determinó que no hubo irregularidades que afecten los resultados del cómputo de la elección del 2 de julio. Ahora viene la parte cualitativa, el tribunal deberá o bien declarar la validez de la elección o su nulidad, ya no de acuerdo con su carácter cuantitativo o de número de votos sino con el proceso electoral en sí y si este estuvo apegado o no a derecho. Ahí deberá considerar los principios de certeza y equidad consagrados en la Constitución, que son los que ahora invoca el PRD o la Coalición por el Bien de Todos, de López Obrador, para pedir la nulidad del proceso electoral.

Básicamente son dos las causales de nulidad que alegan ellos: la intervención activa del presidente Fox a favor de Calderón, y la participación también activa del sector empresarial. Pero todo parece indicar que el tribunal no va a considerar eso como causa suficiente de anulación, no es tan fácil anular una elección ni probar irregularidades. Lo más probable es que declare la validez de la elección en los próximos días y extienda la constancia de presidente electo a Calderón antes del 6 de setiembre.

JI - ¿Esto es común? ¿El Tribunal Electoral en cada elección hace una especie de dictamen final sobre cómo fue el acto eleccionario o está relacionado directamente con todo este lío, con toda esta tensión de la que estamos hablando?

RG - Siempre el Tribunal Electoral tiene la última palabra y es el que en última instancia emite el dictamen de presidente electo. Lo que pasa es que cuando no hay una elección reñida ya el hecho de que los cómputos den un ganador y el IFE lo declare como tal, pasa a ser presidente electo y empieza a hacer sus viajes y a actuar como tal, sin serlo legalmente.

JI - Nadie se acuerda de que el tribunal tiene que emitir un fallo.

EL - Con esto que tú decías parece bastante claro que Felipe Calderón será el nuevo presidente de México, por lo menos eso es lo que va a determinar el Tribunal Electoral. Pero López Obrador convocó a discutir la creación de un gobierno paralelo o a impulsar un movimiento de resistencia civil pacífica, movimiento que ya viene llevando adelante desde las elecciones, desde que se divulgaron los resultados. ¿Qué cabe esperar desde el lugar del candidato de izquierda, que sigue muy firme en su posición?

RG - López Obrador parece estar apostando ahora a un desafío a las instituciones. Decir que no reconocerá el fallo del tribunal, su propuesta de gobierno paralelo, ya dijeron también que el 1 de setiembre no van a dejar que Fox dé su informe de gobierno, el 15 López Obrador va a dar el grito de independencia simultáneamente con Fox –el 15 es el Día de la Independencia aquí– y convocó a una asamblea popular para el 16 en el mismo lugar donde se hace el desfile militar por los actos de conmemoración de la independencia, de manera que está jugando a esto que en ciencia política le dicen el juego de la gallina, esto de ir redoblando la apuesta, a ver quién se echa atrás primero.

En ese juego puede haber riesgos de una mayor desestabilización política aquí en México, pero habrá que apelar al buen juicio de López Obrador porque también está en juego su futuro político, habrá que ver cómo lo maneja de ahora en adelante. López Obrador es un político muy hábil, extremadamente hábil, un gran administrador de tiempos y sobre todo de suspensos, pero a veces esos tiempos le fallan y se precipita.

Como decía Batlle, en política el que se precipita, se precipita. A quien le atribuye esa frase a Herrera, pero creo que quedó ampliamente demostrado que fue don Pepe Batlle que se la dijo a Tomás Berreta.

López Obrador a veces sufre de ese mal político de la precipitación del que hablaba Batlle, pero esperemos que ahora no lo haga y saque a relucir sus condiciones de líder, que también tiene, y que esto no desemboque en una mayor desestabilización política.

JI - ¿Cómo toman los mexicanos todo esto, que saben que va a haber dos gobiernos, que va a haber dos gritos de independencia, uno paralelo al oficial del presidente Fox? Viéndolo de fuera uno puede decir que esto va a terminar muy mal, puede terminar en un enfrentamiento, en un quiebre muy fuerte de la sociedad mexicana.

RG - Así se percibe incluso desde dentro. Él ha apostado a esto con los seguidores que todavía están con él, porque muchos de los que lo han votado ya empiezan a retirarse bastante y muchos empiezan a decir incluso que ha perdido el juicio, que lo único que le importa es llegar a la Presidencia. Un quiebre institucional no lo veo posible, hay algunos que temen eso pero no hay una insurrección armada. Hay una guerrilla de Internet en Chiapas, pero no hay un pueblo armado, no creo que pase a mayores cosas. Sí una desestabilización política que puede traer por lo menos algún daño económico al país, porque mantener la gente en la calle como lo está haciendo López Obrador y parece que lo quiere seguir haciendo, un millón de personas convocó para esta asamblea del 16 de setiembre, puede traer una mayor desestabilización política y económica y obviamente va a ahuyentar las inversiones en forma considerable.

EL - ¿Hasta cuándo puede seguir este tire y afloje de la cuerda? Uno ve la situación y no parece haber alguna salida, que alguna autoridad diga "hasta aquí llegamos, acá se terminó el juego, Felipe Calderón comienza a gobernar y López Obrador se va a su casa". ¿Hay alguna posibilidad de que esto ocurra? ¿Hay plazos? ¿Cómo funciona?

RG - Por ley deberían levantar la movilización ni bien el tribunal dé un fallo, ni bien dé este dictamen del que hablaba que tiene que ser antes del 6 de setiembre. Dudo que lo hagan, pero se le van a poner las cosas mucho más difíciles. El presidente Fox ya anunció que va a dar una declaración una vez que el tribunal dé su último fallo, y va a dar por concluido el proceso electoral. Ahí se les va a poner un poco más difícil a López Obrador y a los seguidores que todavía mantiene, a los duros. Y no va a haber para mucho más, él debe tener ambiciones de convertirse en un gran líder de oposición de aquí a 2012; aquí los tiempos electorales son eternos, es un sexenio lo que dura una Presidencia. Pero creo que no va a durar mucho más y no va a llegar al 1 de diciembre, cuando sea la toma de posesión de quien sea, ya sea Calderón o López Obrador.

JI - ¿Hay una sensación en la gente de que hubo algo raro, como López Obrador está impulsando?

RG - Sí la hay. Hubo un gran fraude electoral aquí en 1988 con la Presidencia luego de Carlos Salinas de Gortari, pero no creo que haya habido un fraude de ese calibre aquí, no se cayó el sistema, no hay indicios de un fraude institucional o de Estado, como alegan algunos simpatizantes del PRD. Sí se mantiene en algunos usos políticos que se arrastran desde el PRI, lo que ha contagiado a todos los partidos. Hay voto corporativo, que tu jefe en la fábrica o en la oficina dice "aquí se vota por tal" y no hay otra cosa, hay redes clientelísticas, hay compra de votos y eso se mantiene. Puede ser que no haya habido un fraude, pero con estas prácticas y estos usos no aceptan el sistema tal como está planteado.

JI - No sabemos si pasó, pero el terreno era propicio. ¿Qué puede cambiar en la política mexicana, en la postura de gobierno cuando asuma Calderón? ¿Qué puede pasar con las relaciones internacionales, por ejemplo con Uruguay?

RG - A Uruguay en lo sustantivo el resultado de la elección no le afecta, el tratado de libre comercio que Uruguay tiene con México desde 2004. La reanudación de las exportaciones de carne uruguaya e incluso el principio de acuerdo energético que aseguró aquí el presidente Vázquez en su última visita de mayo no corren peligro gane quien gane. Naturalmente que si hubiera ganado López Obrador habría una mayor afinidad ideológica entre ambos gobiernos, pero todos estos acuerdos y entendimientos bilaterales se lograron con este gobierno del PAN, un gobierno de derecha, así que no veo impedimento para continuar en esa vía sea cual sea el ganador. Además ya hemos visto que la afinidad ideológica no es garantía de una relación bilateral bien aceitada.

JI - Basta mirar la región.

RG - Como decía Di Israeli, en política no hay amistades permanentes sino intereses permanentes. Creo que esa es la lógica también en este caso. Pero para América Latina sí el escenario cambia, ya que una victoria de López Obrador habría confirmado la tendencia a la izquierda y anti Washington en la región. Una tendencia con matices pero no habría dejado de ser una tendencia que la victoria de López Obrador habría llevado hasta las propias puertas de Estados Unidos.

Con Calderón se mantiene el equilibrio ideológico actual.

Ni hablar para la nomenclatura cubana, que esperaba con ansiedad un triunfo de la izquierda en México. La relación con este país es muy importante para Cuba y con el presidente Fox ha tenido serios encontronazos y ha sido su más incómoda piedra en el zapato en su relación el continente.

JI – ¿Con qué popularidad se va Fox?

RG – Se va con arriba del 60%.  Es importante. Tienden a subir sus índices después de los informes de gobierno que son anuales, igual que en Estados Unidos. Calculo que debe andar arriba del 70%, muy alto.

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Edición: Mauricio Erramuspe