México: se debilita la resistencia de López Obrador
Pese a que cuestionará severamente el manejo de las elecciones por parte del gobierno, este martes el Tribunal Electoral de México declarará presidente a Felipe Calderón. El opositor Manuel López Obrador continúa llamando a la rebelión pero su movilización estaría "desgastada" y llegando a su fin, según la crónica desde la capital azteca del periodista Ricardo Galarza.
(Emitido a las 8.29)
EMILIANO COTELO:
En México, ¿las instituciones están en crisis? Pocos días antes de que se divulgue el resultado definitivo de las elecciones presidenciales del 2 de julio pasado el candidato izquierdista, Manuel López Obrador, afirmó que continuará su lucha para que se anulen esos comicios. Y podemos agregar lo que ocurrió el viernes cuando en una acción inédita en la historia de México toda la bancada opositora impidió que el presidente Vicente Fox realizara su discurso anual ante el Parlamento.
(Audio)
"VICENTE FOX:
He asistido a este Congreso de la unión y hago entrega del informe correspondiente al último año de mi gestión. Ante la actitud de un grupo de legisladores que hace imposible la lectura del mensaje que he preparado para esta ocasión, me retiro de este recinto".
(Fin.)
EC - El presidente Fox tuvo que conformarse con comunicar ese discurso por cadena de radio y televisión.
¿Qué está ocurriendo en México? ¿Qué significan estos últimos acontecimientos? ¿Qué pasará con la gobernabilidad ahora y en el futuro cercano? Vamos a conversarlo con Ricardo Galarza, colaborador de En Perspectiva desde Ciudad de México.
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Ricardo, esta es la primera vez en la vida política de México que un presidente no puede desarrollar su mensaje al Congreso, la primera vez que tiene que limitarse a entregar el texto e irse. ¿Era previsible que esto ocurriese? ¿Cómo se dieron los episodios?
RICARDO GALARZA:
Los seguidores del PRD de López Obrador ya habían anunciado que no iban a permitir que Fox diera el informe, que lo entregara por escrito no les molestaba pero sí que diera su mensaje desde tribuna en el hemiciclo del Palacio Legislativo. Iba a haber manifestantes que no le iban a permitir el ingreso, entonces la presidencia dispuso un fuerte dispositivo de seguridad en las inmediaciones de San Lázaro, del Palacio Legislativo, con tanques, francotiradores y una cantidad de efectivos que cercaban el paso. Los manifestantes no podían ingresar, fueron muy pocos, los legisladores tomaron eso como justificación para tomar la tribuna, la plataforma del hemiciclo, y al hacerlo no podía ingresar nadie a dar un mensaje, por lo tanto el presidente se tuvo que limitar a entregar el informe por escrito en el vestíbulo.
ELISA LIEBER:
Todo este episodio se da en un contexto especialmente delicado. El candidato opositor, Manuel López Obrador, sigue sin aceptar el resultado de las elecciones del 2 de julio pasado en las que ganó por un estrecho margen el representante oficialista Felipe Calderón. En el episodio del viernes, ¿cuál fue el alegato de la bancada opositora para tomar la medida, para impedir que Vicente Fox diera su discurso? ¿Qué dijeron, por qué lo hacían?
RG - Dijeron que se había violado el orden constitucional al disponer un cerco de seguridad tan férreo alrededor del Palacio Legislativo. Eso fue lo que alegaron para tomar la tribuna y no dejarlo dar su informe.
EL - ¿López Obrador se refirió a este episodio en el Parlamento? Él no estuvo presente, ¿pero tuvo palabra respecto de este tema?
RG - En El Zócalo, la plaza central de la ciudad, habló y llamó a sus seguidores a una revolución de conciencia "para que el pueblo haga su propio gobierno". Ya está totalmente fuera de las instituciones, dicho por él mismo, ahí mismo dijo algo como "que se vayan al diablo con sus instituciones". En algún momento su retórica y su accionar van a resultar incompatibles con la lucha de los legisladores de su partido. Pienso que esto del viernes, a pesar de la polarización que hay en el país, que persiste, fue el principio del fin de su movimiento.
EC - ¿Cuál es tu lectura?
RG - Ya está muy desgastado, los referentes más importantes de la izquierda mexicana empiezan a tomar distancia, ya pasó de ser la más clara opción política y el último líder del espectro político mexicano a ejercer una suerte de cacicazgo urbano radical y una molestia para muchos de sus votantes. Lo del viernes fue un último manotón de ahogado que le permitió seguir, pero el martes a las 8 de la mañana el tribunal emitirá el dictamen de presidente electo y se le va a acabar la mayor parte de sus opciones de movilización. Se nota que el movimiento ya está desgastado.
EL - Uno veía las imágenes del Parlamento y parecía un estadio de fútbol con hinchadas a favor y en contra, con hinchas de traje y corbata que gritaban unos a favor de Vicente Fox y otros en contra. ¿Cuál ha sido la reacción de la sociedad ante este hecho inédito?
EC - Tú hablabas recién de desgaste del movimiento de López Obrador. ¿Ha habido algún tipo de evaluación, de consulta, de sondeo que permita saber cómo vio la gente estos hechos de los últimos días?
RG - No ha habido una consulta en particular sobre estos hechos desde el viernes, pero es un adelanto de lo que podremos ver en los próximos días, incluso algunos dirigentes del PRD dijeron que esto es una muestra de lo que puede pasar el 1 de diciembre, el día de la toma de posesión del nuevo presidente. Es sintomático de la polarización que existe en la sociedad mexicana y de esta crisis poselectoral que se arrastra desde el 2 de julio. Esto sucede dos días antes de que el tribunal emita el fallo definitivo y muchos de los seguidores de López Obrador están de acuerdo con todas estas acciones. De todos modos hay muchos, sobre todo muchos intelectuales de izquierda, que se empiezan a retirar, pero la polarización persiste, las dudas permanecen porque el tribunal no las desahogó al no disponer un recuento total de votos como pedía la mayoría de los mexicanos. Pienso que se va a seguir en esta polarización por más que algunos abandonen el barco de López Obrador, que está en una posición totalmente radical, lo que también ayuda al gobierno.
EL - ¿Qué cabe esperar a futuro, después de que el tribunal dicte su fallo seguramente mañana? Supongo que lo que está en juego es la gobernabilidad a futuro.
RG - Ya se ha filtrado en buena medida por dónde irá el dictamen del tribunal el martes, se sabe que declarará presidente electo a Calderón pero que contendrá párrafos muy duros contra el presidente y contra el Instituto Federal Electoral, sobre cómo se llevó a cabo el proceso electoral y las irregularidades que ha habido. Lo curioso y que no se entiende es que con todas estas irregularidades que apunta el tribunal no haya dispuesto un recuento total de votos, que habría sido lo más sano. Calderón va a seguir adelante con la transición, ya la ha iniciado pero ahora seguirá de forma más abierta. Esperemos que el ambiente no se caldee más aun. Los legisladores del PRD alimentan esa polarización, sus facciones más duras van a seguir metiendo ruido, pero pienso que van a llegar al 1 de diciembre con el movimiento mucho más desgastado, no creo que permanezcan en las calles ni creo que vaya a ser tan difícil para Calderón la toma de posesión el 1 de diciembre.
EC - En cuanto a la capacidad para llevar adelante sus planes, ¿qué ocurrirá con la relación con el Parlamento?
RG - Extremadamente difícil. Para empezar, tiene mayoría pero no tiene mayoría absoluta, del otro lado está el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ya le ha hecho bastante difícil el gobierno a Fox, le ha echado para atrás la mayoría de sus iniciativas, hay que ver con quién se alía el PRI. Se espera que el PAN busque una alianza con el PRI para hacer un gobierno de coalición porque el PRD está muy duro y nadie quiere acceder a eso, aunque ya ha empezado a tender puentes y a tratar de conseguir algunos dirigentes para la causa del gobierno de Calderón, que es inevitablemente el gobierno que se viene. Pero la polarización ha sido alimentada por ambos partidos, tanto por el PRD como por el PAN, entonces el PRI se ve en una difícil posición, no sabe para qué lado agarrar. Creo que va a estar muy difícil la gobernabilidad una vez que Calderón se haga cargo de la presidencia, vamos a ver cómo lo resuelve. Tiene una personalidad distinta de la de este presidente en ese sentido, es menos confrontacional y puede ser que logre limar asperezas con algunos de sus principales opositores. De todos modos no va a ser un paseo en el parque.
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Edición: Mauricio Erramuspe