Entrevistas

El mundo tras el 11-S

El mundo tras el 11-S

Hace cinco años el mundo cambió: el terrorismo islámico golpeó en el corazón de Occidente y cambió para siempre la vida de cotidiana de millones de personas. Sin embargo, muchos advierten que la catástrofe del 11-S no justifica los extremos a los que se ha llegado en nombre de la seguridad. Desde Nueva York, Renzo Pomi dio la visión de Amnistía Internacional sobre estos cambios.

(Emitido a las 9.12)

EMILIANO COTELO:
Hace cinco años, el mundo cambió para siempre. El martes 11 de setiembre de 2001, en Nueva York, a las 8.46 hora local, 9.46 de Uruguay, un avión Boeing 767 de American Airlines procedente de Boston se estrellaba contra una de las torres gemelas del World Trade Center.

Diecisiete minutos más tarde, a las 10.03 de Uruguay, la segunda torre era embestida por otro Boeing 767, que también había despegado de Boston pero que en este caso pertenecía a United Airlines.

Dos aviones cargados de pasajeros habían sido transformados en misiles por pilotos suicidas. Una idea impresionante que tuvimos que asimilar de golpe y que nos estremeció a todos.

ELISA LIEBER:
Sin dudas, las imágenes de esos dos impactos quedaron grabadas en las retinas de buena parte de los habitantes del planeta, no sólo de Estados Unidos, de todos en general. De hecho, seguramente todos podemos recordar qué estábamos haciendo en ese momento preciso, aquella mañana del 11 de setiembre de 2001.

EC - Nosotros, por ejemplo, estábamos en plena tertulia, la noticia provocó inicialmente una enorme perplejidad mientras empezábamos a entenderla y a digerirla.

EL - En un primer momento, cuando se estrelló el primer avión, se especuló con la posibilidad de un accidente. Pero –obviamente- cuando el segundo avión impactó contra la otra torre la pista terrorista comenzó a tomar forma rápidamente. Y, justamente, el primero en referirse a esa posibilidad fue el presidente de Estados Unidos, George W. Bush. Media hora después de los ataques, Bush interrumpió la visita que venía realizando a una escuela de la Florida, en Miami y, rodeado de niños, anunció lo que estaba pasando.

(Audio)

"GEORGE W. BUSH:
Today we had a national tragedy. Two planes have crushed into the World Trade Center in an apparent terrorist attack to our country.  I have spoken to the vice president, to the governor of New York, to the director of the FBI in order to provide the full resources of federal government, to help the victims and the families, and conduct a full scale investigation to hunt down and to find those folks who committed those acts. Terrorism against this nation will not stand, and now I want you to join me in a moment of silence... God bless the victims, their families and America. Thank you very much."

(Fin.)

EC - Bush decía que se estaba viviendo una tragedia nacional, agregaba que dos aviones se estrellaron contra el World Trade Center en un aparente ataque terrorista contra el país. Añadía luego que ya había hablado con varias autoridades para poner a las órdenes todos los recursos del gobierno federal para ayudar a las víctimas y sus familias y para realizar una investigación a gran escala con el fin de capturar a quienes cometieron estos actos. Y para finalizar, antes de ingresar en un momento de silencio, Bush decía que no se iba a tolerar el terrorismo contra Estados Unidos.

EL - Frase que luego lo escuchamos repetir en varias oportunidades. Y que en ese momento cuando la dijo causó bastante conmoción en el público. Se escuchan expresiones de sobresalto cuando dice la palabra "terrorista".

EC - Sí, una frase que se transformó en una especie de máxima del gobierno estadounidense durante los últimos cinco años.

Cinco minutos después de que Bush terminó su primer mensaje a la nación (el que escuchábamos recién) se produjo el otro ataque de aquel 11 de setiembre.

EL - El que tuvo como blanco nada menos que al Pentágono, la sede del Ministerio de Defensa de Estados Unidos, en Washington.

EC - Y ni siquiera los periodistas que estaban transmitiendo el desarrollo de los acontecimientos, podían creer lo que estaba ocurriendo.

(Audio periodista de la CNN.)

"At the Pentagon an helicopter has crushed apparently as part of whatever this operation is."

(Fin.)

EL - Este periodista de la CNN venía de presentar el mensaje de Bush, y se topaba, casi sin pausa, con la información de que se había producido un ataque contra el Pentágono. En su rostro se notaba la confusión, estaba realmente alterado por lo que estaba ocurriendo. Lo que atinó a decir fue que se había estrellado un helicóptero o un avión contra el Pentágono, aparentemente como parte de esta especie de operación que estaba ocurriendo, una operación que no supo definir.

EC - Todo esto que venimos resumiendo ocurrió en menos de una hora. Tres aviones de pasajeros fueron estrellados contra los principales símbolos del poder financiero y militar de Estados Unidos.

EL - Sí, y hubo una cuarta aeronave, la que cayó en un campo del estado de Pensylvania, que también había sido secuestrada y supuestamente se dirigía a la Casa Blanca. Al parecer, los pasajeros, que por medio de teléfonos celulares se habían enterado de lo que estaba pasando en Nueva York y Washington, se enfrentaron a los terroristas y abortaron el atentado. Otra de las hipótesis es que el avión hubiese sido derribado por un caza del Ejército de Estados Unidos. Todavía esto sigue sin aclararse. Ahora tenemos una película sobre el asunto.

EC - Pero, claro, lo que provocó más conmoción fue el ataque contra las Torres Gemelas, por la magnitud del hecho.

EL - Y por el dramatismo de las imágenes, algunas de ellas trasmitidas en directo, otras que fueron conociéndose con el correr de las horas. Por ejemplo, personas tirándose por las ventanas y otras caminando absortas cubiertas de polvo.

(Audio testimonio.)

"People running, their hair on fire, people jumping up because they didn’t know what to do, so they are dead by doing that."

(Fin.)

EL - Este hombre decía que vio gente corriendo con el cabello prendido fuego, gente saltando al vacío porque no sabía qué hacer, y ah ora estaban muertos por eso.

(Audio testimonio.)

"For what I understand my hole office is dead. Everybody died there or jumped out."

Estos testimonios ocurrían segundos antes de que se derrumbase la primera torre. Se oye el ruido de la torre derrumbándose. No le da el tiempo para entender exactamente qué es lo que está ocurriendo. Otra persona decía que todos en su oficina habían muerto.

EC - Las dos torres se cayeron con 25 minutos de diferencia. Y esa fue otra de las imágenes que impresionó, que golpeó, la del World Trade Center desplomándose por completo. Ya que se cayese una torre era toda una conmoción para quien venía siguiendo la trasmisión en directo. Pero además, al instante, después de caerse la primera, el espectador inmediatamente se preguntaba qué pasaría con la otra, cuánto demoraría en venirse abajo, y por lo tanto qué posibilidades tendrían de salvarse quienes aún estaban dentro corriendo desesperados. Esos fueron preguntas y sentimientos que nos recorrieron a todos frente a la pantalla de la televisión. ¿Llegarían a tiempo? ¿Cuántos de quienes estaban en la segunda torre podrían llegar al exterior?

EL - Sí, por eso después los analistas se refirieron a estos atentados como un "plan perfecto" cometido por 19 hombres. Perfecto por el desmoronamiento de estas dos torres por completo. Quizás las especulaciones eran que cayera parte de una o de la otra, pero se cayeron las dos por completo en muy poco tiempo. ¿Los terroristas soñaron en algún momento con que se cayeran las dos torres por completo?

Lo cierto es que se estaba viviendo una pesadilla, y así lo hizo saber el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, quien se transformó en un nuevo héroe para Estados Unidos por el papel que jugó comandando los equipos de rescate.

(Audio Rudolph Giuliani.)

"The tragedy we are all undergoing right now is something we had nightmares about and probably thought would not happen. My heart goes to those innocent victims of these ambitious acts of terrorism. And our focus now has to be of saving as many lives as possible."

(Fin.)

EC - Giuliani decía que habían tenido pesadillas con que esto ocurriría, pero pensaban que nunca iba a concretarse. El alcalde también daba sus condolencias a las víctimas inocentes de este plan ambicioso y decía que el foco ahora estaba puesto en salvar la mayor cantidad de vidas posibles.

EL - Más de 3.000 personas murieron en estos cuatro atentados atribuidos a la hasta ese entonces desconocida red Al Qaeda, liderada por un tal Osama bin Laden, por el cual ofrecieron una recompensa de 27 millones de dólares a cambio de su captura "vivo o muerto".

Pero hoy, cinco años después, sigue libre y plenamente activo, organizando sus actividades terroristas desde lugares desconocidos, aparentemente en las montañas de Afganistán o Pakistán.

EC - Sin lugar a dudas, el 11 de setiembre de 2001 marcó un quiebre en la historia, un antes y un después.

EL - Y quizá a cinco años de esta tragedia vale la pena rescatar una frase de Bush en el discurso que dirigió al pueblo de Estados Unidos en la noche de los atentados. Una frase que es el puntapié, o que puede explicar, mucho de lo que vino después.

(Audio)

"GWB - Good evening. Today, our fellow citizens, our way of life, our very freedom came under attack in a series of deliberate and deadly terrorist acts."

(Fin.)

EC - Bush decía que ese día los ciudadanos estadounidenses, su forma de vida y su libertad habían sido golpeados por una serie de ataques terroristas intencionados.

EL - La vida de los estadounidenses y, por qué no, del mundo entero cambiaba para siempre.

EC - Ese es el tema que les proponemos analizar en los próximos minutos.

***

EC - Estamos en diálogo con el uruguayo Renzo Pomi, quien estaba en Nueva York ese imborrable 11 de setiembre de 2001 y hoy que sigue viviendo allí.

Pomi es abogado y magíster en derecho internacional y derechos humanos. Hizo carrera diplomática, trabajó en Naciones Unidas y en la Organización de Estados Americanos.  Ahora representa a Amnistía Internacional ante Naciones Unidas y, como parte de su trabajo, sigue de cerca temas relacionados con la paz y la seguridad.

Doctor Pomi, en particular usted está cerca de estas cuestiones.

RENZO POMI:
Sí, sin duda todas estas cuestiones impactaron en el trabajo que hacemos aquí. Mi trabajo está directamente relacionado con Naciones Unidas y Naciones Unidas tiene mucho que ver con este tema.

EC - ¿Qué recuerdos tiene de aquel día, de aquel 11 de setiembre de hace cinco años?

RP - Ese día estaba aquí, en el lugar donde estoy tomando la llamada, que es mi oficina. Yo viajaba a Nueva York periódicamente antes de 2001, pero ese año, y particularmente pocas semanas antes del 11 de setiembre, me mudé definitivamente a Nueva York porque tomé este trabajo. Había ingresado el 1 de setiembre, o sea que diez días después sucedió lo que sucedió y estaba aquí. Entré temprano en la mañana sin darme cuenta de nada hasta que la hija de una compañera de trabajo nos llamó para ver si estábamos bien porque se habían enterado fuera de Estados Unidos de lo del primer avión y nosotros estábamos aquí sin saber lo que pasaba.

Después fue todo muy dinámico, pusimos la televisión para tratar de enterarnos, no pudimos ver demasiado porque nuestro edificio, el edificio principal de Naciones Unidas y otros edificios de aquí cerca fueron evacuados, tuvimos que salir fuera y todo el mundo estaba tratando de enterarse de lo que pasaba. Obviamente el primer pensamiento fue para los familiares, para mis hijos que estaban en la escuela, ver cómo podíamos hacer para recuperarlos y traerlos a casa, saber la magnitud de lo que estaba pasando, porque no sabíamos si era un hecho que ya había terminado o si era una sucesión de hechos y otros podían venir. Hay recuerdos imborrables de toda la caminata posterior a la evacuación, tuvimos que caminar cada uno a su casa porque todo el transporte estaba en caos y uno no podía depender de los ómnibus ni del tren. Imborrable, sin duda.

EC - ¿Y cómo está hoy Nueva York? Allí son las 8.27. ¿Se percibe ya algún ambiente especial? Porque es una jornada de conmemoración.

RP - Nueva York es una ciudad muy grande, muy compleja, si uno quiere puede vivir su vida sin enterarse demasiado de lo que está pasando. Obviamente la prensa en todos estos días ha venido preparando a la gente para el aniversario. Toda la ciudad hoy está embanderada. El tránsito está un poco pesado porque está el presidente aquí, hay conmemoraciones en cientos de lugares en la ciudad. Está un poco agitada, hay un ambiente un poco especial.

EC - Vayamos al tema que yo proponía en la introducción. ¿Cómo cambió la vida de los estadounidenses en estos cinco años y a partir de los atentados del 11 de setiembre contra Nueva York y Washington? ¿Qué pinceladas podemos dar para ir después un poco más a fondo?

RP - Es difícil para mí decir cómo cambió la vida para los estadounidenses en general. Estados Unidos es muy complejo también y Nueva York es muy particular en Estados Unidos. De todas maneras, en lo personal cambió el trabajo que hacemos, si teníamos planes, prioridades, luego del 11 de setiembre cambiaron, cambia la rutina diaria, tienes una cierta angustia cuando vas a lugares cerrados, ya sea una estación de tren, cuando vas a subirte en un subterráneo, cuando vas a tomar un avión.

EC - ¿El temor a nuevos atentados está latente?

RP - La ciudad está bastante normal, al parecer todo está más o menos igual que antes, pero esto es como cuando tú rompes algo y tratas de arreglarlo, nunca queda como era al principio. Creo que todo el mundo tiene un poco de temor de que algo pueda pasar, con ciertos matices, y las medidas de seguridad que se ven, que a veces se ven más, como por ejemplo hoy, te recuerdan que algo terrible pasó y que algo similar podría pasar. Yo represento a una organización no gubernamental y como tal tenía acceso al edificio de Naciones Unidas, que es enorme y tiene por lo menos tres entradas. Antes podíamos entrar por todas las entradas casi libremente, pero después del 11 de setiembre primero tuvimos cerrado completamente el acceso por semanas, después pudimos entrar sólo por una puerta. Todas las instituciones tuvieron que adaptarse a la situación, ver si sus medidas de seguridad eran suficientes; muchas instituciones, como la nuestra, sufrieron ese cambio y ese ajuste, hasta hoy estamos en una situación de continuo ajuste de medidas de seguridad.

EC - Más en general, ¿los atentados del 11 de septiembre trajeron modificaciones importantes en el "american way of life", en las costumbres de los estadounidenses? Por ejemplo, ¿hubo un cambio significativo en el respeto de las libertades civiles, de los derechos humanos?

RP - En cuanto al "american way of life", sin duda hay cambios, la gente tiene más precauciones, temores, quizás hay matices entre a lo que la gente hacía antes y lo que hace ahora, pero el sistema de vida más o menos se mantiene igual. Enfrentado a una amenaza como la que enfrenta Estados unidos, la aproximación y la aplicación de las normas de derechos humanos cambiaron radicalmente. Desde el 11 de setiembre el gobierno de Estados ha limitado o reinterpretado las normas que regulan el derecho a la integridad, el derecho a la libertad, el derecho a la privacidad, y eso ha hecho también que organizaciones como la mía se hayan adaptado para tratar de salvar una interpretación de derechos humanos que existía antes del 11 de setiembre y debería seguir existiendo pero que está bajo ataque ahora.

EC - De esto se ha hablado mucho en estos años, pero para que el oyente se sitúe quizás convenga manejar ejemplos. ¿Cuáles han sido algunas de esas transformaciones en materia de derechos humanos?

RP - Hay varias. Una es la existencia, reconocida recientemente, de centros de detención clandestinos, de centros de detención que aunque se conocen mantienen cientos de detenidos sin forma de proceso legal e incomunicados con el exterior, como por ejemplo en la cárcel de Guantánamo, denuncias de malos tratos e incluso torturas, el envío de detenidos a países donde podrían ser torturados en contra de normas clara de Derecho Internacional, el sistema de escuchas telefónicas sin autorización judicial. Esos son algunos de los ejemplos que tú conoces y que han sido ampliamente difundidos. Muchos hasta ahora eran negados por el gobierno pero ahora algunos han sido reconocidos.

EC - A partir de esos retrocesos, ¿puede hablarse de un triunfo del terrorismo de Al Qaeda? Se combate a los terroristas de Al Qaeda para preservar las libertades, pero para llevar adelante esa lucha se sacrifican varias de esas mismas libertades.

RP - Por eso te decía que organizaciones como la mía y otras entienden que eso no se puede hacer, que los gobiernos tienen el derecho y el deber de proteger a sus ciudadanos, de prevenir hechos como este, de actuar contra esos hechos y las personas que los llevan a cabo, pero tiene que hacerlo dentro del marco de la ley interna y de la ley internacional.

EC - Mi pregunta apuntaba a saber cuánto ha logrado Al Qaeda de lo que buscaba.

RP - No te puedo decir qué buscaba Al Qaeda, hay varias interpretaciones y yo no soy experto en la materia, pero con la formulación que tú haces la pregunta, si lo que Al Qaeda buscaba era atacar las libertades y demás parecería que lo está logrando.

EC - Y del otro lado, porque hay mucha preocupación por la forma como el gobierno del presidente Bush ha conducido esta guerra contra el terrorismo, con las medidas que ha tomado hacia dentro de Estados Unidos, como las que recién mencionábamos, de afectación de derechos civiles, con las medidas que ha tomado en el exterior, con esas cárceles clandestinas, con los interrogatorios a sospechosos de actividades terroristas sin pasar por los tribunales estadounidenses; por supuesto, hay todo un cuestionamiento a la invasión de Afganistán sus resultados, y la incorporación luego de la invasión a Irak también como parte de esa guerra al terrorismo. Este ángulo del análisis pone su eje y su atención en la administración Bush. ¿Cómo ven ustedes desde Amnistía Internacional la otra parte, la parte desencadenante de todo esto, el fenómeno terrorista? Porque a veces por alarmarnos y preocuparnos tanto por el retroceso en los derechos civiles quizás descuidamos el origen de todo esto. Tenemos una organización, Al Qaeda, que ha pasado varias de las barreras que podíamos habernos imaginado hace unos años.

RP - Sin duda. El problema es que los estados tienen determinados compromisos asumidos que deben cumplir y nosotros estamos aquí para tratar que se cumplan. Es evidente que las personas o los grupos que cometen actos como los del 11 de setiembre deben ser condenados, los actos en sí son absolutamente condenables. Cualquier ataque indiscriminado contra civiles perpetrado por quien sea es condenable y las personas que lo cometen deben ser procesadas y condenadas. No te puedo dar un análisis del terrorismo en sí porque no es mi tema, pero nosotros insistimos en que esos hechos son contrarios al derecho internacional, deben ser condenados y el Estado debe proteger a sus ciudadanos. Nuestra preocupación en particular son las medidas que el Estado toma para proteger a sus ciudadanos y que queden dentro de la ley.

Si me permites hacer una pequeñísima digresión, cuando yo trabajaba en la Corte Interamericana de Derechos Humanos tuvimos montones de casos contra Perú, muchísimos de los cuales tenían que ver con la llamada guerra antiterrorista que el gobierno de Fujimori llevó adelante en esos años. La defensa del gobierno de Fujimori era siempre "esta gente que está detenida es terrorista, son personas que han cometido terribles cosas"; y nosotros decíamos "es posible que sea así, pero el gobierno tiene ciertos compromisos que debe cumplir y debe procesar a las personas de la manera como la ley lo determina, no hay posibilidad de determinar la inocencia o no de una persona si uno no la somete a un juicio que respete las garantías.

EC - La última pregunta es bien difícil: ¿qué se puede esperar en esto que se ha llamado "guerra al terrorismo"? ¿Cuál es el futuro, por lo menos el futuro cercano?

RP - Este es un momento de transición, en períodos históricos cinco años no es tanto y estamos ajustándonos no sólo al fenómeno en sí sino también a la reacción de los estados contra él. Organizaciones como la mía tratan de defender los estándares que existían antes y volver la situación a la normalidad. Hay determinados avances, quizás el reconocimiento del presidente de Estados Unidos de la existencia de esas cárceles sea un avance, a pesar de que nunca ha reconocido que estuvo mal haberlo hecho y no ha pedido disculpas por haberlo hecho. De todas maneras, ese reconocimiento, el hecho de que la Suprema Corte ha dejado sin efecto algunas medidas que violaban compromisos internacionales de Estados Unidos, el hecho de que hay cierta conciencia en la población de que por este camino no se va a ningún lado y la situación en cuanto a seguridad o la situación internacional empeora son ciertos buenos indicios, pero todavía necesitamos años para que el río vuelva a su cauce y nuevamente el respeto de las libertades sea como hace unos años se pensó que iba a ser.

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Edición: Mauricio Erramuspe
Foto: globalpolicy.org