(Emitido a las 8.27)

JOSÉ IRAZÁBAL:
El presidente brasileño Luiz Inácio "Lula" da Silva parecía imparable rumbo a su reelección. Sin embargo, pese a que hasta hace poco tiempo se pensaba que en la primera vuelta se liquidaba todo, ahora el panorama es un poco más incierto.

ANDRÉS GIL:
Según las últimas encuestas de las principales empresas de Brasil, en las elecciones del próximo domingo Lula podría no estar alcanzando el 50% más uno de los votos, lo que es necesario para ganar en primera vuelta.

De todos modos, todas confirman que en una segunda instancia, que se llevaría a cabo el 29 de octubre, Lula lograría vencer a su principal opositor, el candidato del Partido da Social Democracia Brasileira (PSDB), Geraldo Alckmin.

JI - ¿Cómo se está viviendo esta campaña en Brasil? ¿Cuáles han sido las últimas actividades de los candidatos a la Presidencia? ¿Cómo han jugado las acusaciones de corrupción contra el presidente Lula y algunos de sus allegados más cercanos?

AG - Vamos en busca de respuestas en diálogo con nuestro corresponsal en Río de Janeiro, que también es politólogo y profesor de Ciencia Política de la Universidad Estatal del Norte Fluminense, Hugo Borasni.

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JI – Hugo, ¿qué se elige el domingo?

HUGO BORSANI:
El próximo domingo, además de presidente, se renueva la totalidad de la Cámara de Diputados (en total son 513 diputados), un tercio del Senado, los gobernadores de los 27 estados que componen la federación además del Distrito Federal, y los diputados de los legislativos estatales. Es un dato interesante informar que son cerca de 19.000 candidatos los que disputan estos cargos: siete candidatos a presidente, además de Lula, Alckmin y Heloísa Helena (Partido Socialismo e Libertade), hay otros cuatro con muy poco índice de intenciones de voto, y más de 5.000 candidatos a la Cámara de Diputados.

JI - Recordemos qué necesita un candidato para ser electo en estas elecciones del domingo.

HB - Para ser electo presidente necesita tener el 50% más uno del total de votos válidos.

JI - No importa la diferencia con el segundo.

HB - No, no importa. Tiene que ser el 50% más uno de los votos válidos, excluyendo votos nulos y en blanco, que no se contabilizan.

AG - Vayamos a lo que comentábamos en la introducción a propósito de las encuestas. ¿Cómo está la foto del electorado en este momento? Está claro que el presidente Lula cuenta con el mayor apoyo del electorado, ¿pero qué dicen las últimas encuestas sobre las posibilidades de que gane en primera vuelta?

HB - La posibilidad de que gane en primera vuelta aún se mantiene pero ha disminuido. Las últimas encuestas difundidas este fin de semana por las dos consultoras principales, Ibope y Data Folha, indican que el porcentaje de apoyo al presidente disminuyó, aunque dentro del margen de error; técnicamente con esos números sería reelecto el próximo domingo. En el caso de Ibope la aprobación a Lula pasó de 49% a 47% y la de Alckmin subió de 30% a 33%. Esta suba de tres puntos supone un crecimiento mayor al margen de error, o sea un crecimiento efectivo. En el caso de Data Folha hubo una variación menor, Lula habría pasado de 50% a 49% y Ackmin de 29% a 31%.

AG - En los dos casos Alckmin aparece creciendo más de lo que está perdiendo Lula. ¿Cómo se explica esto? ¿Les está robando participación a los otros candidatos, quizás a los más radicales, por ejemplo a Heloísa Helena?

HB - Como junto con el aumento de las intenciones de voto a Alckmin se registra una disminución en las intenciones de voto a Heloísa Helena, puede ser que haya un traspaso directo de electores entre esas dos candidaturas permaneciendo inamovible el electorado de Lula. Pero los movimientos intercandidatos no son registrados por las encuestas y puede haber compensaciones entre ellos.

De todos modos es posible que Alckmin haya captado votos de electores que estaban con la candidata de izquierda, no tanto por su ideología sino por su férrea oposición al presidente por los casos de corrupción. Habrían desistido ante la mayor exposición de Alckmin, que era el candidato menos conocido a nivel nacional cuando comenzó la campaña y también debido al pobre desempeño de la candidata en algunas entrevistas en las que mostró grandes fallas en materia de economía y otros temas de gestión. Por ejemplo, llegó a afirmar que no era posible un alza de la inflación con su gobierno porque procesos de alza inflacionaria no pueden darse en un único país aislado de los demás.

También debe observarse que el porcentaje de los que no respondían o votaban nulo disminuyó después del caso del dossier. Según Ibope el 8 de setiembre los que no respondían eran el 8% y una semana después, el 15 de setiembre, eran la mitad, 4%, porcentaje que se mantiene. Y los que decían votar nulo pasaron de 6% a 4% en la última encuesta.

Entonces aparentemente hay poco movimiento de preferencias de Lula hacia Alckmin, aunque los resultados de las últimas encuestas sugieren que algo de eso puede estar aconteciendo en los últimos días, pero también parece haber habido una adhesión a Alckmin del segmento de la población que estaba indeciso o tiene muy bajo interés en la elección y descree de todos los políticos en general.

JI - ¿Cómo podemos describir rápidamente el perfil de Alckmin y cómo se está desempeñando en la campaña?

HB - Alckmin es un candidato sin carisma político, él mismo se define más como un gerente que como un político, tiene un perfil técnico y en esa característica se apoyan incluso muchos de sus simpatizantes para explicar su baja performance o su bajo desempeño electoral. Tiene ese perfil completamente diferente del carácter más popular y atractivo de Lula, incluso sus propias manifestaciones en actos son en un tono relativamente equilibrado, mesurado, casi monótono.

JI - Cuando repasabas las cifras de las últimas encuestas del fin de semana mencionabas al pasar el escándalo del dossier, esta maniobra electoral sucia que apareció en el PT y que habría influido en la intención de voto. ¿Cómo está jugando este episodio?

HB - Sin duda ha agitado y mucho el panorama electoral. Todo lo que faltó de dinamismo a lo largo de la campaña, que ha sido la más monótona y gris de las elecciones brasileñas, ha sido compensado en este tramo final. Cabe resaltar que esta es la primera elección presidencial en que la economía no es el tema central, por lo menos no hay grandes interrogantes sobre ese punto, sobre lo que va a pasar después de las elecciones, y obviamente este nuevo caso que reaviva el fuego sobre el tema de la corrupción en el gobierno y concretamente en el PT pasó a tomar un lugar central.

JI - ¿Quién puso el caso sobre la mesa? ¿Quién está haciendo esos seguimientos, esas investigaciones para destapar esto en plena campaña?

HB - Surge de un trabajo de la Policía Federal que venía investigando al empresario (Luiz Antonio Trevisan) Vedoin, que era conocido como el jefe de la mafia de las ambulancias, otro de los escándalos surgidos recientemente que consistía en la sobrefacturación de ambulancias para vender a intendencias. Este empresario venía declarando a la Policía cómo funcionaba el tema, en un acuerdo para disminuir su pena, pero fue encontrado con documentación que integraba un dossier contra el candidato del PSDB del gobierno de San Pablo y ex ministro de Salud de Cardoso, José Serra, con fotos en las que aparecía el candidato Geraldo Alckmin. Simultáneamente en ese mismo proceso de investigación fueron detenidos en otra ciudad dos integrantes del PT con aproximadamente 800.000 dólares, parte en reales y parte en dólares, que iban a ser entregados a Vedoin a cambio de los petistas detenidos; dijeron estar operando por órdenes de la dirección del PT y mencionaron el nombre de un asesor próximo al presidente Lula. Luego fueron surgiendo otros nombres y en total han renunciado o han sido separadas de sus cargos siete personas integrantes de la campaña a la reelección o del gobierno, más un director del Banco do Brasil, y el más conocido de todos, el señor Ricardo Berzoini, presidente del PT y jefe de la campaña.

JI - La estrategia de Lula siempre ha sido reconocer las denuncias, nunca puso en cuestión que esto pueda ser parte de un plan para desestabilizarlo en una carrera que parecía muy cómoda.

HB - La estrategia ha sido claramente distanciarse mucho de esa situación, acusar con fuertes adjetivos a los compañeros –ayer dijo que eran una "banda de locos"–. El presidente Lula ha insistido en la necesidad de investigar todo, incluso las denuncias incluidas en este supuesto dossier.

AG - Al mismo tiempo Lula aparece más desafiante que nunca, lejos de amilanarse parece haber redoblado la apuesta y decir: "Yo no había dicho hasta ahora que íbamos a ganar en primera vuelta, ahora sí, dejo de lado la humildad y digo que vamos a ganar en primera vuelta".

HB - Exacto, ese es uno de los efectos de la campaña, hay más agresividad en los dos bandos, sobre todo en el de Lula, lo que lo obligó a exponerse un poco más de lo que había sido usual en últimos actos, con un perfil más próximo al del Lula tradicional, incluso anterior al de la campaña del año 2002, acusando a la prensa de estar asociada con los opositores y las oligarquías del país. En ese sentido ha tenido una actitud mucho más agresiva.

JI - ¿Cómo ha intentado capitalizar esto la oposición? ¿Qué podríamos destacar de la campaña intentando entrar por esta brecha que se ha abierto en el PT?

HB - La primera reacción de Alckmin fue un poco tibia, fue acusado de eso, pero actualmente la oposición, tanto él como Heloísa Helena, focaliza todas sus baterías en este caso, denuncia el hecho de que el presidente Lula prácticamente está repitiendo lo que pasó con "el mensalón" –escándolo en el que se descubrió que el PT pagaba a varios legisladores para que le votaran leyes-, diciendo que no sabía nada, que fue traicionado, como que no tiene otra explicación para los hechos, asociando la proximidad de los colaboradores que han sido destituidos o que han renunciado. Está focalizando fuertemente incluso otros hechos vinculados con esta guerra de la última semana. La oposición denunció que en una propaganda de Lula en la que aparece hablando en la ONU hay una adulteración de las imágenes y la ovación del público de pie en realidad era para Kofi Annan. La campaña ha dejado de ser monótona, ha cambiado radicalmente.

AG - ¿Hasta cuándo se puede seguir haciendo publicidad? ¿Cuándo empieza la veda?

HB - El viernes.

AG - El mismo viernes se van a conocer las últimas encuestas.

HB - Y el próximo jueves hay un debate en la TV Globo, que siempre es el más importante, y se especula que el presidente Lula estaría viendo la posibilidad de participar. Sería la primera vez que participa en un debate con los otros candidatos, justamente como forma de intentar contrarrestar toda la publicidad negativa que este hecho ha llevado a su campaña. La estrategia de la campaña de Lula ha sido salir mucho más, exponerse mucho más, como forma de contrarrestar todo este proceso.

Nota relacionada:
"Entenda o caso do dossiê". Cobertura especial de Folha de Sao Pãulo sobre el caso que parece amenazar el triunfo de Lula en primera vuelta (en protugués)

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Edición: Mauricio Erramuspe