Lula arrasó en el balotaje presidencial
Unos 58 millones de personas reeligieron a Lula como presidente de Brasil. Tuvo 20 millones más de votos que su contrincante. Toda una proeza electoral tras los escándalos de corrupción que asolaron su gestión. Su segundo mandato, según anunció, buscará acelerar el crecimiento alcanzando tasas del 5% y profundizar las reformas sociales. Contacto con el corresponsal en Brasil, el politólogo Hugo Borsani.
(Emitido a las 7.34)
EMILIANO COTELO:
"Brasil vive un momento mágico que le permitirá pasar de país emergente a país desarrollado en los próximos años".
La frase fue pronunciada anoche por Luiz Inácio Lula Da Silva cuando se confirmó su reelección en segunda vuelta con un resultado apabullante: 58 millones de votos.
Confirmando lo que presagiaban las encuestas, Lula consiguió algo más del 60% de los sufragios, 60,8%, frente a 39,2% que obtuvo su rival, el socialdemócrata Geraldo Alckmin.
Después de conocerse los resultados Lula pronunció una alocución desde su búnker electoral en San Pablo, durante la cual enumeró algunos de los objetivos que se plantea en su segundo período. El principal, como siempre, desarrollar sus promesas en cuanto a eliminación de las desigualdades sociales. Lula anunció que en su segundo período, Brasil tendrá "más empleo, va a continuar aumentando el salario mínimo, la economía va a crecer y el país va a ser mucho más justo con su pueblo. Al final fue para eso que el pueblo me reeligió, para hacer justicia para el pueblo brasileño".
Habrá cuatro años más de Lula en Brasil. Sobre este escenario y las elecciones de ayer vamos a conversar en los próximos minutos con nuestro corresponsal, Hugo Borsani, reportando desde Río de Janeiro.
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Hugo, si repasamos los titulares de los principales sitios de Internet brasileños nos encontramos con que Folha de São Paulo dice: "Reelecto con más de 58 millones de votos, Lula dice que va a priorizar el diálogo con la oposición y concretar la reforma política"; O Estado de São Paulo también habla de la reforma: "Lula promete abrir su segundo mandato con una reforma política; y O Globo titula: "Brasil reelige a Lula con más de 58 millones de votos".
Comencemos con los resultados, que eran previsibles.
HUGO BORSANI:
Exacto, el resultado de las elecciones no fue ninguna sorpresa, todas las encuestas, incluidas las últimas divulgadas el viernes de noche, indicaban una amplia ventaja para el presidente Lula, de más de 20 puntos porcentuales. Los propios titulares de los diarios de ayer domingo ya hablaban de los desafíos que enfrentará Lula en su segundo mandato, dando por totalmente cierto el resultado.
El triunfo de Lula fue comunicado menos de tres horas después de finalizada la votación en la mayor parte del país y fue un triunfo contundente, con más de 58 millones de votos, que equivalen al 60,8%. Geraldo Alckmin obtuvo algo más de 37,5 millones de votos, 39,2%. Por lo tanto hubo más de 20 millones de votos de diferencia a favor de Lula, el presidente consiguió casi 12 millones más de votos que en la primera vuelta, por lo tanto Geraldo Alckmin perdió 2,5 millones de votos entre una y otra etapa electoral. Estos resultados son casi idénticos a los de la segunda vuelta de 2002 cuando Lula ganó por primera vez la presidencia de Brasil con 61% de los votos frente a 39% de Serra. Ayer Lula ganó en 19 estados, más el Distrito Federal, donde está la capital, Brasilia, donde había perdido en la primera vuelta. Y Alckmin ganó en siete estados, la mayoría de ellos en el sur y en el centro-oeste del país. El crecimiento del apoyo a Lula se registró en todo el territorio, el presidente aumentó la ventaja donde ya había vencido, especialmente en el norte y en el noreste, en algunos estados de esas regiones su votación superó el 80%, revirtió el resultado de la primera vuelta en algunos estados del centro del país y acortó la diferencia que lo separaba de Alckmin en San Pablo y en los tres estados del sur donde Alckmin había ganado muy ampliamente en la primera vuelta.
EC - Dejando de lado los números, ¿qué primer análisis se puede hacer de estos resultados? Estamos hablando de un presidente que logra este triunfo tan contundente pese a las denuncias de corrupción que se fueron acumulando de manera impresionante a lo largo de su mandato, pese a las polémicas que tuvo con una parte de su propio electorado debido a la implementación de políticas económicas ortodoxas que él mismo había criticado en el pasado. ¿Cómo se explica esta confirmación en el poder?
HB - Puede decirse que la estabilidad económica, a pesar de un crecimiento aún insuficiente; la mejora en las condiciones de vida, o por lo menos la percepción de una mejora, especialmente en los sectores más pobres de la población; el propio carisma del presidente y en cierto modo la percepción de que la corrupción no es exclusividad del actual gobierno. Por lo tanto no ha habido en ese sentido, no ha pasado en gran parte de los sectores no en todos, ya que Alckmin obtuvo casi 40 millones de votos, eso explica que esas constantes denuncias de corrupción no hayan afectado el resultado electoral y la no identificación directa del presidente con esos escándalos. Esos son considerados los principales factores, algunos de los cuales fueron comentados por el presidente Lula en su discurso de ayer.
También debemos agregar algunos errores graves en la campaña de su opositor, como haber insistido casi exclusivamente en el tema corrupción y su aceptación del apoyo del ex gobernador Garotinho, que si no lo afectó mucho tampoco lo favoreció. Esos serían los principales factores que podríamos comentar.
EC - Y a partir de esta reelección, ¿cuáles son los desafíos que se le presentan a Lula en su segunda administración?
HB - Algunos de ellos fueron comentados por el propio presidente. Por ejemplo, la necesidad de crecimiento mucho más acentuado, Brasil está creciendo pero no al ritmo que necesita para mejorar las condiciones de vida de su población, el propio Lula habló ayer de la determinación de que a partir del próximo año el país crecerá a 5%; la disminución de las injusticias sociales, que fue lo que más destacó el presidente en su alocución de ayer, dijo que continuará gobernando para todos los brasileños pero que su gobierno va a priorizar, como lo ha hecho hasta ahora, a los sectores más pobres de la población.
EC - ¿Se puede anticipar una flexibilización de la política económica? De eso habló el ministro de Economía, Guido Mantega, cuando anunció ayer mismo una política monetaria menos rigurosa que en la primera administración.
HB - Sobre ese tema hay distintas expectativas, porque por un lado el propio presidente dijo ayer en sus primeras declaraciones que continuará con una disciplina fiscal estricta, pero por otro lado el ministro Tarso Genro dijo que la era Palocci había pasado. Se percibe una puja dentro del gobierno por ver si se continúa con una política estricta ortodoxa o se incluyen algunos elementos de carácter desarrollista, como se dice en la jerga económica.
EC - Tú mencionabas declaraciones que hizo Tarso Genro, el ministro de Relaciones Institucionales. Me impresionó cómo lo dijo: "La era Palocci acabó, en el primer año de gobierno prestó buenos servicios pero las bajas tasas de crecimiento y la preocupación neurótica por la inflación sin pensar en la distribución de la renta y el crecimiento, eso terminó".
HB - Del discurso de Lula también es importante destacar la disposición manifiesta a dialogar con todos los partidos políticos, incluyendo a la oposición. El discurso de Lula fue hecho en un tono muy distendido y muy conciliador, y también cabe destacar la relevancia que le dio al Mercosur.
EC - Vamos a escuchar al presidente de Brasil cuando anoche dedicaba algunos minutos de su discurso a resaltar los lazos con los países de la región. "El Mercosur era considerado una cosa distinta, una cosa fuera de moda. Se hablaba mucho en el ALCA de que el Mercosur estaba destinado al olvido. Primero, hoy nadie habla más del ALCA y todo el mundo habla del Mercosur. Ya incluimos a Venezuela en el Merocusr, México quiere participar como socio. Y nosotros tenemos un sueño: lograr que el Mercosur pueda representar a Tierra del Fuego, la Patagonia, a los países latinoamericanos", dijo el presidente reelecto.
EC - Lula continuó diciendo que para Brasil América Latina es el principal socio comercial, agregó que las relaciones entre Brasil y Argentina nunca fueron tan sólidas y que esos dos países, los grandes socios en el Mercosur, deben procurar ayudar a los menores, Uruguay y Paraguay.
HB - Lula adjudicó también su triunfo al hecho de que el ciudadano común verificó que sus condiciones de vida habían mejorado en lo cotidiano y más importante: en la mesa, en el plato y en el bolsillo. Lula, que tenía una camiseta con la inscripción "La victoria es de Brasil", dijo que la victoria no era de él ni del PT sino de todo Brasil y agradeció que hubiera habido una segunda vuelta que atribuyó a la sabiduría del electorado brasileño. Fue la quinta campaña electoral de Lula desde el año 89, la segunda victoriosa, y una de las novedades de las próximas elecciones de 2010 será que Lula no será candidato.
EC - Además del presidente, los brasileños eligieron ayer gobernadores en algunos estados, aquellos donde no se había registrado un resultado definitivo en la primera vuelta. ¿Qué destacas de este segundo plano de votaciones? ¿Qué pasó en Río de Janeiro, en Río Grande del Sur, dos estados de particular interés?
HB - En diez estados del país hubo segunda vuelta para elegir gobernador. Como a nivel nacional, no hubo sorpresas en los resultados. En Río de Janeiro fue donde se registró la mayor diferencia, donde el triunfador ganó por más votos, el candidato del PMDB, Sergio Cabral, que era apoyado por Lula y por la actual gobernadora y su marido, el matrimonio Garotinho, obtuvo 68% de los votos frente a 32% de la ex jueza y actual diputada Denise Frossard, con 32%. En Río Grande del Sur, uno de los estados en los cuales siempre hay más polarización ideológica, el enfrentamiento fue entre el PSDB y el PT, y triunfó, como daban las encuestas, la candidata del PSDB, la economista Yeda Crusius, con 54% de los votos, frente al ex gobernador del PT Olivio Dutra, con 46%.
Otro resultado a destacar en este tema de las gobernaciones es la derrota de Rosana Sarney, la hija del ex presidente Sarney, en el norteño estado de Maranhão. Sarney perdió frente al contrincante del pequeño PDP por 46% a 54%. Esta derrota de Rosana Sarney sumada a la derrota en la primera elección del caudillo Antonio Carlos Magalhaes en Bahía indica si no el fin al menos la desestabilización de la forma de hacer política de las grandes oligarquías regionales del interior del país. Rosana Sarney contaba con el apoyo del presidente Lula.
En términos generales, el partido de Lula ganó en cinco estados, va a tener en total cinco gobernadores, dos más que en el anterior período de gobierno; el PSDB va a tener seis, uno menos; y el PMDB se presenta con siete gobernadores y es, al igual que en la Cámara de Diputados, el partido que más creció en esta campaña.
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Edición: Mauricio Erramuspe