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Benedicto XVI busca mejorar sus relaciones con el mundo musulman en visita a Turquía

El viaje de Bendicto XVI a Turquía busca dejar atrás la polémica generada por las declaraciones del papa sobre el mundo musulmán, duramente cuestionadas desde los seguidores del Islam. Además, se produce en un momento en que se ve complicado el ingreso de ese país a la Unión Europea. Contacto con el periodista uruguayo Mario Lubetkin, desde Roma.

(Emitido a las 8.31)

EMILIANO COTELO:
"Turquía es un puente religioso". Esas fueron las palabras que pronunció el Papa Benedicto XVI para explicar la importancia de su visita a ese país que une continentes.

Se trata de una visita polémica que ocurre en un momento muy particular.

ELISA LIEBER:
Incluso se dice que es la visita al exterior más osada y peligrosa que haya hecho un papa en los tiempos modernos. Esta visita está teñida por el disgusto que generaron en muchos musulmanes los comentarios que hizo el papa sobre el Islam en Alemania en setiembre pasado, seguidas de numerosas manifestaciones.

Además a esto se suma un asunto político, el proceso de ingreso de Turquía a la Unión Europea, que está atravesando por un momento más que crítico.

EC - Quien ahora es Benedicto XVI antes de ser papa se había pronunciado en contra del ingreso de Turquía a la Unión Europea.

EL - Ahora parece lo contrario, ya veremos.

EC - Vamos a examinar esta visita tan controvertida en estas circunstancias tan especiales. Para ello estamos en diálogo con el periodista uruguayo Mario Lubetkin, desde Roma, desde donde se está siguiendo de manera muy intensa el viaje papal.

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Mario, ¿por qué se le dedica tanta cobertura a este viaje del papa?

MARIO LUBETKIN:
En primer lugar, este no es un papa viajador, como el anterior, por lo tanto cada viaje es muy medido y analizado. Y aparte este viaje en particular generó mucha polémica desde su fase preparatoria, cosa que no ocurrió con muchos viajes de Juan Pablo II, ni tampoco había ocurrido con los pocos que hizo Benedicto XVI, salvo la visita a Alemania en setiembre cuando pronunció esa frase sobre el Islam que generó una situación tan compleja y que afectó tanto la zona de Medio Oriente y el mundo musulmán.

EL - Antes de entrar en el contenido de esta visita, me parece importante detenernos en lo siguiente. En un principio se había dicho que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, no se iba a reunir con el papa, pero finalmente conversaron unos 20 minutos. ¿Por qué se concretó esta reunión? ¿Cuál era el motivo por el cual el primer ministro no iba a reunirse con el papa?

ML - Era una pregunta que todos se hacían en la fase previa. La misma reunión dio la respuesta de por qué se hizo. Hay que ponerla en el contexto de la complejísima negociación, a esta altura casi al nivel de ruptura, entre la Unión Europea y Turquía. Es claro que Erdogan, el primer ministro turco, aprovechó esta visita para tratar de tener un espaldarazo del Vaticano con relación a las negociaciones que está tratando de hacer con la Unión Europea para que no se determine la ruptura de una negociación muy compleja y que necesitaba muchos años para concretarse.

EL - Algunos medios hicieron referencia a que el primer ministro turco aceptó reunirse para calmar los ánimos de las personas en las calles. De hecho, ayer hubo una manifestación muy grande en las calles de Turquía, había unas 20.000 personas. ¿Tú crees que es por el tema de la Unión Europea?

ML - Sí, incluso declaraciones de esta mañana de algunos de sus principales asesores, por ejemplo su principal asesor en política internacional, señalaba, contradiciendo los trascendidos de los últimos días, que Erdogan en ningún momento había decidido cancelar definitivamente el encuentro sino que tenía un problema de agenda. La manifestación de ayer, como la anterior, que fue hace unos días, en la que se esperaba un millón de personas y se presentaron 20.000 de la franja más radical, que representa el 1,5 del electorado y que sería de la misma línea con el turco que atentó contra Juan Pablo II, sinceramente no afectó, ha sido más un impacto mediático.

EC - Recordemos que la reunión entre el primer ministro turco y el Papa Benedicto XVI tuvo lugar en el propio aeropuerto de Ankara, fueron apenas 15 minutos antes de que Erdogan partiera hacia la cumbre de la OTAN, en Riga. Erdogan reconoció: "Le pedí su apoyo para nuestro ingreso a la Unión Europea", y el papa le contestó que no tenía poder político para intervenir pero que le gustaría ver a Turquía como miembro de la Unión Europea.

ML - Contradijo lo que dijo como cardenal hace tres años, que consideraba antihistórica la presencia de Turquía en la Unión Europea.

EL - Pasemos a las primeras declaraciones del papa al llegar a Turquía, al llamado que hizo para lograr un diálogo auténtico entre cristianos y musulmanes. ¿Cómo se puede leer ese mensaje en un contexto tan particular, con las declaraciones de hace un tiempo y esto del ingreso de Turquía a la Unión Europea?

ML - Esta visita cruzaba dos agendas diferentes, la agenda del gobierno turco y la del papa. El papa consideraba que esta visita podría lograr disolver parcialmente los efectos de su declaración de setiembre y fue una visita de gran distensión. Uno lee los diarios de esta mañana en Turquía y aparece claramente que se ha producido una distensión y que los efectos de setiembre ya son historia del pasado.

EL - ¿Con qué resultado el papa podría terminar la gira diciendo "misión cumplida"?

ML - El mismo papa dijo que cuatro días son muy poco para tratar de invertir una tendencia y sobre todo lograr un diálogo diferente entre musulmanes y cristianos. Una de sus frases centrales de su intervención de ayer fue ambas religiones creen en un solo dios, aunque de modo diferente y que ambas aluden al creador de este mundo. Lo que busca el papa, y lo ha señalado en reiteradas oportunidades, sobre todo ayer con el cuerpo diplomático al final de su primer día de visita, es tratar de establecer un diálogo de diferente tipo que hasta el momento no ha podido lograr. Si algo de eso se logra, y desde ese punto de vista el Gran Muftí, o sea la figura principal del mundo musulmán turco, lo ha ayudado, daría un paso adelante. Pero el hecho de que el hecho de que el Gran Muftí le pueda dar una buena mano es porque fue la primera figura musulmana que le pidió al papa en setiembre la rectificación radical de su posición en ese momento, y ayer hablando y respondiendo al mensaje del papa dio una respuesta indirecta a setiembre, dijo que el Islam aplica el criterio de la razón, la libertad y el pensamiento racional. Las cartas de ambos lados están puestas y el valor máximo es que se mantenga este nivel de distensión y de esto surja una serie de líneas futuras que permitan al Vaticano retomar un camino que Juan Pablo II había profundizado a nivel de los diferentes escenarios religiosos para establecer un diálogo de diferente tipo que hoy no está planteado.

EL - En línea con lo que venías hablando, esto recuerda bastante al llamado a la Alianza de las Civilizaciones que hicieron Erdogan y Rodríguez Zapatero con el auspicio de la ONU hace unas semanas. ¿Esta visita puede ser concebida como un punto de inflexión en las relaciones entre estos dos mundos, se puede leer así?

ML - No, el proceso es mucho más complejo. Puede ser que esta visita ayude en esa dirección, pero la situación en lo que ahora se llama la Alianza de Civilizaciones es muy compleja, cuando en Estambul se dio a conocer el documento de la comisión de alto nivel que promovió la ONU auspiciada por españoles y turcos se señalaba claramente un conjunto de lineamientos de acción y de trabajo que deberían ayudar a generar otro clima para lograr esa ansiada alianza, que es un proceso muy largo. Si efectivamente se concreta, esto puede ser un ladrillito para construir esa nueva casa de la Alianza de Civilizaciones.

De cualquier manera, desde el punto de vista gráfico y mediático hay una cosa que llama poderosamente la atención. En general las visitas del papa son siempre con enormes baños de masas, de gente, de población, de creyentes, y si se mira con atención cómo se están desarrollando los hechos, esta es una visita militarizada, sin gente en las calles, con francotiradores, ciudades completamente blindadas y medidas de seguridad imponentes que alejan esa tradición natural que era la relación directa con el papa. Hoy o mañana en parte de su visita a Estambul va a tener algo de ese contagio con la gente, que era la tradición de las visitas sobre todo de Juan Pablo II.

EC - Para darle un poco más de contexto a esa descripción, en esa situación que se está dando con ese escaso baño de masas, con esa recorrida permanentemente militarizada que está realizando el papa Benedicto XVI, influyen por lo menos dos factores, uno, una cuestión de proporciones en la población de Turquía, que tiene 72 millones de musulmanes y apenas 30.000 católicos, hay una desproporción enorme entre quienes están interesados en la visita y quienes no, y dentro de estos últimos están quienes lisa y llanamente están enfrentados o muy enojados con el papa, al punto que se había temido que ocurrieran incidentes. Turquía se estaba jugando en esta visita una parada importante como país "civilizado", en condiciones de ingresar a la Unión Europea en la medida que fuera un ambiente pacífico para la llegada del papa Benedicto XVI. Si había incidentes, si había violencia todo eso se complicaba mucho.

ML - Lo que dices es correctísimo. Lo que subrayo es que cuando se habla de la Alianza de Civilizaciones que determina la necesidad de un escenario de distensión y  diálogo, las imágenes que aparecen no van en esa dirección. Por lo tanto, está muy lejos de poder construir lo que ansiadamente se busca en ese documento.

EL - Un artículo de El País de Madrid de hoy dice que es una visita con más seguridad que si fuese Bush a Turquía, pero que la gente ni siquiera se está enterando, no le presta demasiada atención, es una mínima molestia por algunas desviaciones del tránsito y nada más. Para entender el escenario en el que se produce esta visita.

¿Qué otras actividades tiene previstas el papa para estos cuatro días? Ya se reunió 20 minutos con el primer ministro, ¿qué queda en estos cuatro días de la agenda del papa en Turquía?

ML - Un comentario sobre lo anterior, es una visita muy mediática, como muy pocas tuvo antes el papa. Por ejemplo, CNN está trasmitiendo en directo, algunos canales turcos están en contacto permanente. No importa lo que pasa fuera de Turquía, pero como imagen tiene un impacto mediático muy alto, es así como el ciudadano turco la está siguiendo.

La segunda parte de la visita tiene un corte mucho más religioso, la conflictiva y delicada visita a la Basílica de Santa Sofía que tiene un conjunto de aspectos históricos muy sensibles con relación al pueblo turco y el mundo católico, y emblemáticamente es la visita que Ratzinger hará a la famosa mosquea de Estambul, porque es la primera visita que realiza como papa a una referencia del culto musulmán. Hay dos o tres de esos pasos previstos en la agenda de estos próximos dos días que determinarán desde el punto de vista religioso una señal mucho más precisa de cómo el papa piensa enfocar la parte final de la visita auspiciando que no cometa ninguna clase de errores que puedan herir nuevamente la sensibilidad del mundo musulmán turco.

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Edición: Mauricio Erramuspe