Entrevistas

Bolivia en "riesgo permanente" de enfrentamientos civiles

Las posturas a favor o en contra del gobierno de Evo Morales se radicalizan cada vez más en Bolivia. La falta de acuerdo sobre cómo debe decidir la Asamblea Constituyente y los embates autonómicos -o directamente secesionistas- hacen complejo un panorama en el que los desbordes violentos son un riesgo permanente. Contacto con el analista boliviano Roberto Laserna.

(Emitido a las 8.32)

EMILIANO COTELO:
En Bolivia, un estallido separatista en varias regiones del país mantiene en estado de alerta al gobierno de Evo Morales.

Después de un año de relativa calma, Bolivia vuelve a estar convulsionada y la situación es bien compleja.

ELISA LIEBER:
Sí, a modo de pantallazo general, cuatro de las nueve regiones bolivianas convocaron para este viernes a cabildos simultáneos al igual que a una junta autonómica. El objetivo es acelerar el proceso de autonomías departamentales.

Con esta amenaza independentista latente, el presidente Evo Morales convocó a las Fuerzas Armadas y a la población a defender la patria y, como si esto fuera poco, unos 1.000 opositores al gobierno permanecen en huelga de hambre.

EC - ¿Qué está ocurriendo en Bolivia? ¿El gobierno de Evo Morales está en riesgo?

Para actualizar y analizar esta coyuntura tan compleja, nos trasladamos a Cochabamba. El contacto es con Roberto Laserna, economista, analista político e investigador social, catedrático titular del Departamento de Economía y Sociología de la Universidad de San Simone, en Cochabamba, y además profesor visitante de la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey, Estados Unidos.

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Economista Laserna, vamos por partes, el asunto es bien enredado, por lo menos difícil de entender desde aquí, de modo que conviene no apresurarnos. Pregunta básica, ¿cómo surge esta crisis?

ROBERTO LASERNA:
Es una crisis que ha venido gestándose en los últimos meses, es una crisis de confianza, es la falta de credibilidad de las partes, del gobierno y la oposición en el otro. Eso ha ido agudizándose en los últimos meses, particularmente a partir del momento en que el partido de gobierno decide imponer la mayoría absoluta en el proceso de reformas constitucionales, en la Asamblea Constitucional, siendo así que el pacto político que había dado lugar a la asamblea y a las últimas elecciones nacionales contemplaba el respeto a la tradición jurídica boliviana de introducir reformas y decisiones que trascienden un período de gobierno a través del pacto de los dos tercios, no de una mayoría absoluta o de una mayoría simple.

EC - El problema de fondo es el modelo de votación de la Asamblea Constituyente. ¿Podemos ubicar cuáles son las diferencias entre la oposición y el gobierno en este punto?

EL - El modelo de fondo es el equilibrio de poder, el gobierno en este momento tiene más del 50% de los miembros de la Asamblea Constitucional y por tanto quiere que las decisiones se tomen por votación simple y mayoría absoluta, en cambio la oposición, que tiene minoría, apela a la necesidad de que el gobierno recurra a dos tercios por lo menos de los votantes para poder introducir reformas a la Constitución, que es lo que está contemplado en la actual Constitución y ha estado en la Constitución boliviana desde que Bolivia es Bolivia.

EC - Ese fue el motivo de la huelga de hambre que se lanzó desde la oposición.

EL - Exactamente, hay más de 2.000 personas en huelgas, hay muchas bajas entre los huelguistas, cada día se incorporan nuevos huelguistas, es una situación de inestabilidad crónica que tiene que ver con esta ruptura del pacto político acordado antes y esta interpretación diversa de la legislación sobre la Asamblea Constituyente.

EL - ¿Qué relación tiene este referendo con la convocatoria a cabildos simultáneos y a una junta autonómica en estas cuatro provincias del país?

RL - La idea de la autonomía también es de larga data, ha sido gestándose de a poco. Se refiere en concreto a una demanda de mayor descentralización política y administrativa en los ámbito regionales, y formó parte del pacto político que les mencionaba, que dio lugar a las elecciones nacionales, la convocatoria de la constituyente, etcétera. Las regiones convocaron a un referéndum a partir de la iniciativa ciudadana, de la firma de más de 500.000 personas, y cedieron en su momento a la idea de imponer la autonomía de inmediato condicionándola a que fuera organizada, diseñada en la propia Asamblea Constituyente, pero cuando percibieron en las regiones –Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija– que el gobierno está incumpliendo un elemento del pacto, pierden total credibilidad en el resto de los elementos del pacto y se lanzan a la batalla frontal en este momento, que es lo que están intentando llevar a cabo con los cabildos, la junta autonómica y todo esto.

EL - O sea que ante la falta de acuerdo por la votación en la Asamblea Constituyente, estas cuatro regiones buscan acelerar su proceso autonómico por otros medios.

RL - Correcto.

EL - ¿Qué implica autonomía departamental en estas cuatro regiones que son de las más ricas del país?

RL - Son cuatro regiones que hace 30 o 40 años no eran las más ricas, eran las regiones marginales del país, en este momento Santa Cruz tiene la economía agroindustrial más fuerte y genera una parte muy importante de los impuestos internos, y Tarija es el lugar donde se localiza la mayor cantidad de las reservas de gas natural de Bolivia. Las otras dos regiones, Beni y Pando, son relativamente marginales, tienen una economía muy débil pero están muy fuertemente vinculadas con Santa Cruz, de modo que han decidido actuar juntas. Lo que están buscando las cuatro regiones es oponerse a la concentración del poder en La Paz y al mismo tiempo ganar algo de descentralización política y administrativa. La idea de autonomía es aplicar un modelo similar al español, con grados de autonomía, con grados de descentralización diferenciados y velocidades de transferencia de cesión también diferenciados, de modo que el modelo no sea único e igual para todas las regiones del país.

EL - Convocan a cabildos simultáneos y a una junta autonómica para este viernes. ¿Esto es legítimo?

RL - No son instituciones legales de ninguna manera, pero el propio presidente Morales ha anunciado su intención de implementar en Bolivia una democracia que combine las instituciones formales y la expresión callejera. De hecho así ha operado con la reforma a la ley de tierras hace unos días y ha anunciado que también lo hará para imponer la nueva ley de educación. Eso le da legitimidad a cualquier mecanismo de presión social, porque no es lógico que se pretenda que la calle sea un escenario exclusivo de apoyo al gobierno y en el cual no pueda expresarse la oposición. El gobierno está dando señales de legitimidad para este tipo de acciones.

EL - De hecho el gobierno ahora convocó a las Fuerzas Armadas y a la población a defender la patria ante estas iniciativas.

RL - Era predecible que frente a la amenaza secesionista –porque detrás de la autonomía han empezado a emerger grupos que proponen no sólo la autonomía sino la separación, la conformación de una República Oriental Independiente, hay voces que están hablando de independencia en el oriente de Bolivia– el gobierno tiene la enorme oportunidad y la está aprovechando de capturar el discurso patriótico, de unidad nacional, apelar a las Fuerzas Armadas, etcétera.

Sin embargo el presidente ha dicho que va a respetar las manifestaciones pacíficas y que las Fuerzas Armadas no van a intervenir, al menos en este momento, mientras no se tomen acciones de hecho que involucren una separación real de lso departamentos del oriente.

EL - ¿Qué cabe esperar ahora, cómo se soluciona este diferendo? Los cabildos simultáneos que se van a realizar mañana, la junta autonómica, ¿van a tener cabida?

RL - Probablemente los cabildos tengan éxito y reúnan a una gran cantidad de gente. Habrá que ver cuál es la lectura que hace el gobierno de todo esto, el gobierno tiene muchísimas opciones de avanzar, de moverse, de ceder, de conceder, de negociar en el tema político, de modo que el riesgo político en este momento está sobre todo en manos del gobierno, más que de la oposición. La oposición está con una fuerza aparente en este momento, pero sigue siendo una oposición dispersa, carente de liderazgo, que se aglutina en determinados momentos pero está muy lejos de tener la fuerza política que tiene el gobierno. Si el gobierno pierde esa fuerza va a depender mucho más de lo que decida hacer.

EC - ¿En qué medida está en peligro el gobierno de Evo Morales? ¿Cómo analiza la situación desde ese punto de vista y el futuro más cercano?

RL - No creo que esté en peligro en este momento, porque la mayor parte de los actores políticos, sociales, sociales, los militares, empresariales, la Iglesia, etcétera, han reiterado muchas veces que respetan el resultado electoral y el gobierno legalmente constituido. Pero si el gobierno no actúa de una manera un poco más flexible, va a seguir la radicalización de posiciones que hay en este momento, que son posiciones relativamente sencillas de resolver, es cuestión de respetar los pactos anteriores, de recurrir a terceras fuerzas cuando hay divergencias en la interpretación de la ley. Hay mecanismos, hay muchos procedimientos para resolver el problema, no creo que sea un momento de alto riesgo en el país, salvo el que podría producirse por enfrentamientos civiles que se originen en la falta de acción del gobierno. Eso sucedió en octubre en Huanuni y es un riesgo permanente ahora en Bolivia.

EC - ¿Hay nerviosismo con vistas al día de mañana?

RL - Sí, hay nerviosismos distintos en distintas regiones. Distintos grupos se están organizando para protestar y hay algunos grupos progobernistas que incluso sin hacer caso al gobierno o no necesariamente haciendo caso al gobierno están viendo la manera de golpear, de bloquear, de intervenir en estas manifestaciones. De modo que no sería extraño que hoy en Cochabamba o mañana en Santa Cruz, en Tarija, sobre todo, se produzcan algunos roces, puñeteaduras, enfrentamientos, peleas entre civiles. El riesgo es que esas peleas deriven en mayor violencia. Si el poder central, las fuerzas militares, las fuerzas policiales no actúan, no intervienen para mantener el orden y resguardar los derechos de los ciudadanos, la población está en riesgo, en mucho más riesgo que el gobierno.

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Edición: Mauricio Erramuspe