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La estrategia de Estados Unidos en Irak después de las elecciones legislativas

Contacto con Roberto Porzecanski, corresponsal en Boston.

EMILIANO COTELO:
"No estamos ganando, ni perdiendo". Así fue que el presidente George W. Bush admitió por primera vez que su estrategia en Irak no está dando resultado. Si bien el fracaso de la estrategia norteamericana es poco menos que una obviedad, la admisión del presidente causó mucha sorpresa, ya que hasta hace unas semanas Bush seguía afirmando que Estados Unidos estaba ganando la guerra.

Para el pueblo estadounidense, sin embargo, el panorama en Irak es bastante evidente. Así quedó claro en las elecciones del 7 de noviembre, cuando los demócratas ganaron control del Senado y de la Cámara de Representantes.
¿Qué ha pasado desde entonces? ¿En que está el debate en Estados Unidos sobre la guerra en Irak?  Vamos a poner al día estos temas con nuestro corresponsal, Roberto Porzecanski.

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Roberto, ¿sorprendió este comentario de Bush?

ROBERTO PORZECANSKI:
Sí y no. Porque por un lado Bush siempre se ha negado a admitir cualquier tipo de error o fracaso, pero por otro lado la partida de Donald Rumsfeld, el día después de las elecciones, ya fue un indicio de que Bush tenía claro que la situación no iba bien y que habría que hacer cambios. Además hace semanas que está claro que una revisión de la estrategia norteamericana en Irak está siendo llevada adelante.

ELISA LIEBER:
¿Cómo incide el hecho de que hayan pasado las elecciones?

RP - Al haber pasado las elecciones Bush no se juega nada más políticamente ya que ni él ni el vicepresidente serán candidatos en 2008, por lo que puede ser un poco más transparente en su visión de la situación. Lo que más le preocupa ahora es su legado político y creo que hasta él sabe que ese legado va a ser difícil de salvaguardar.

Bush, sin embargo, no fue el primer miembro de la administración en asumir que Estados Unidos está perdiendo en Irak.

EL - ¿Quien más?

RP - El nuevo secretario de Defensa, Robert Gates, dijo en sus audiencias de confirmación la misma frase, que Estados Unidos no esta ganando en Irak, causando mucha sorpresa en los senadores que lo estaban escuchando. El último domingo Colin Powel se sumó a esta lista diciendo que Estados Unidos estaba perdiendo, que la situación es grave y se esta deteriorando y que en Irak ya hay una guerra civil.

EL - ¿Y por qué está seguidilla de comentarios?

RP - Como decía antes, hasta que no pasaran las elecciones, la administración trató de pretender que todo estaba bajo control. Ahora que ya pasaron las elecciones y que quedó claro cuál es la visión del electorado estadounidense, el clima político es otro.

Además, aunque esto no cambio recientemente, las noticias que llegan de Irak hablan por sí mismas y es difícil seguir pretendiendo que la situación no se estaba deteriorando. 

EL - Si todos asumen que la estrategia actual está fallando, ¿cuál es el debate sobre la nueva estrategia a seguir?

RP - El debate está esencialmente marcado por dos cosas: por un lado por el informe del Grupo de Estudio sobre Irak, lanzado el pasado 6 de diciembre. Por otro, por las elecciones presidenciales de 2008.

EC - Empecemos por el Grupo de Estudio sobre Irak. ¿De qué se trata?

Es un grupo bipartidista, creado a instancias del Congreso en Marzo de este año para evaluar la situación en Irak y hacer recomendaciones. Uno de los co-directores de este grupo, James Baker, fue secretario de Estado de Bush padre y otro de sus miembros, Robert Gates, fue director de la CIA también en la administración de Bush padre y es el flamante secretario de Defensa.

La gran presencia de ex-asesores de Bush padre ha hecho a muchos pensar que, puesto en términos claros, el presidente le está pidiendo ayuda a los amigos de papá para salir de este lío. Recordemos que Bush padre se opuso, en la primera guerra del Golfo, a deponer a Saddam Hussein.

Volviendo al Grupo de Estudio sobre Irak, hay que aclarar que se transformó, durante la pasada campaña electoral, en el foco de todas las miradas sobre el futuro de Irak, ya que tanto a demócratas como a republicanos les resultaba conveniente decir "hay que esperar el informe del grupo de estudio sobre Irak".

Entonces, el grupo se transformó en la encarnación de la nueva estrategia a seguir. Ahora que el informe fue publicado, sin embargo, la cosa es distinta.

EL - ¿Por qué? ¿Cuáles son las principales conclusiones del informe?

RP - El informe concluye, entre otras cosas, que la situación en Irak está mal y se está deteriorando y llama a focalizar a las tropas de Estados Unidos en entrenar a irakíes, con la perspectiva de que casi las tropas estadounidenses estén fuera de Irak a principios de 2008. En este y otro sentido, informe recomienda "irakizar" la situación, dando cada vez mas responsabilidades militares y políticas a los irakies. Las similitudes con Nixon y su estrategia de Vietnamizar la guerra en Vietnam son evidentes.

Más polémicamente, el informe llama a entablar vínculos con Siria e Irán para que contribuyan a solucionar la situación, así como volver a dar un impulso al proceso de paz entre israelíes y palestinos.

EL - ¿Y cómo fue recibido por Bush?

Pasadas las elecciones y conocido el contenido del informe, está claro que Bush
no considera seriamente la opción de entablar dialogo con Siria y e Irán.

Además, Bush ha insistido en que este es uno de muchos insumos que está considerando para tomar una decisión (hay otros informes elaborados por el Pentágono, por el Departamento de Estado), tratando de sacarlo del centro del debate y de la posición que ha adquirido como marco de referencia. Bush ha dicho que está en un proceso de evaluación sobre su política en Irak y que hará un anuncio en enero de 2007.

Todo parece indicar que se inclinará por aumentar y no disminuir el nivel de tropas, a pesar de que muchos comandantes no creen que sea una buena idea, que puede aumentar y no disminuir el nivel de violencia.

Decías que el debate está también marcado por las elecciones presidenciales de 2008. ¿De qué manera?

Los pre-candidatos presidenciales en gran medida pautan en el debate. Por un lado John McCain, el favorito para ser candidato presidencial de los Republicanos, está promoviendo un aumento en el número de tropas, algo que viene pidiendo desde el comienzo mismo de la guerra. McCain parece pensar que es mejor ser consistente con su política y que el aumento de tropas haga que la situación mejore significativamente en un año.

Los demócratas, por otro lado, se han alineado, en mayor o menor medida, detrás del informe del Grupo de Estudio de Irak. Está claro que esto es más fácil para un candidato como Barak Obama, que no sólo no votó la autorización a la guerra (porque no era senador) sino que siempre se opuso, que para Hillary Clinton, que si la voto y tiene que buscar balancear su propia responsabilidad y la creencia de que Estados Unidos creo esta situación y la tiene que resolver por un lado, y lo que el electorado parece querer por otro.