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Somalia, una guerra en el olvido que vuelve a asomar

Somalia, una guerra en el olvido que vuelve a asomar

Desde hace 15 años, Somalia está controlada por gobiernos de transición muy débiles. La administración actual cuenta con el apoyo de Estados Unidos, de las Naciones Unidas y de Etiopía, pero no ha logrado controlar a los "clanes", a los señores de la guerra y ahora - sobre todo- a los fundamentalistas musulmanes. Análisis con la periodista Elisa Lieber.

(Emitido a las 8.30)

EMILIANO COTELO:

En los últimos días hemos venido escuchando cada vez más sobre el conflicto entre Somalia y Etiopía.

A muchos de ustedes debe sonarles algo difícil de retener, de comprender. Es que se trata de una guerra muy lejana físicamente y, sobre todo, casi ausente en la agenda informativa por estas latitudes.

¿Qué es lo que está en juego en este enfrentamiento por el control de Somalia? En los próximos minutos les proponemos repasar las claves de este conflicto.

***

EC - Durante el fin de semana, la noticia fue que el gobierno de Etiopía se vio forzado a entrar en guerra con Somalia; que bombardeó el aeropuerto de su capital, Mogadiscio; que más de 1000 guerrilleros murieron en los últimos tres días.

La primera pregunta que surge es: ¿quiénes son los grupos que están enfrentados en África? Porque hablamos del control de Somalia, pero con un actor externo, Etiopía.

EL - Si te parece, comencemos por ubicar a Somalia en el mapa. Este país tiene 8 millones de habitantes, está situado en el Cuerno de África, o sea, al noreste del continente, tiene costas con el océano Índico y sus vecinos son Eritrea al norte, Kenia al sur y Etiopía al oeste. Y justamente, su vecindad con Etiopía no es lo que se llama pacífica. Desde que logró su independencia en 1960, Somalia ha mantenido un enfrentamiento constante con Etiopía.

EC - Actualmente, ¿quién controla Somalia?

EL - Desde 1991, desde hace ya 15 años, Somalia está controlada por sucesivos gobiernos de transición muy débiles. El actual gobierno de transición cuenta con el apoyo de Estados Unidos, de las Naciones Unidas y de Etiopía.

El problema de este gobierno es que no ha logrado controlar a los clanes, a los señores de la guerra y ahora sobre todo a los fundamentalistas musulmanes, representados por las llamadas milicias de las Cortes Islámicas. De hecho, estas milicias islámicas controlan el sur de Somalia, donde se encuentra la capital, Mogadiscio. Según Estados Unidos, estas Cortes Islámicas cuentan con el apoyo de la red Al Qaeda, algo que esta milicia ha negado en sucesivas oportunidades.

EC - Entonces, por un lado está el gobierno de transición en Somalia y, por otro lado, las Cortes Islámicas, una especie de guerrilla que quiere tomar el control del país. ¿Y cuál es el papel de Etiopía en este conflicto?

EL - Los conflictos con Etiopía llevan décadas. Se trata de conflictos fronterizos por el control territorial pero también religiosos, ya que en Somalia predomina una mayoría islámica y en Etiopía una mayoría cristiana. Etiopía declaró una guerra abierta contra las milicias de las Cortes Islámicas por cuestiones religiosas y por cuestiones territoriales, son vecinos muy próximos.

A principios de diciembre los soldados etíopes entraron en territorio somalí, dijeron que primero para frenar una supuesta incursión de estas Cortes Islámicas por el sur de su país, y segundo, para apoyar al gobierno de transición en Somalia.

El punto álgido de esta crisis se produjo el 25 de diciembre pasado, cuando Etiopía decidió bombardear el aeropuerto de Mogadiscio, que está en poder de las milicias de las Cortes Islámicas.

EC - ¿Y qué cabe esperar ahora?

EL – Ayer, el primer ministro etíope, Meles Zenawi, aseguró que unos 4.000 soldados de su país mataron a un millar de insurgentes islámicos en los últimos tres días; una cifra impresionante. Aclaró que cumplieron la mitad de su misión y que cuando la completen se van a retirar del país, o sea, matan al resto de los insurgentes y se van. Por su parte, las Cortes Islámicas aseguran que están preparadas para enfrentar un conflicto largo.

Tenemos dos versiones. Las Cortes Islámicas llamaron a iniciar una Yihad, una guerra santa contra las tropas etíopes dentro de Somalia, así como a extender la lucha a otros países cercanos. Y los vecinos del Cuerno de África, especialmente Eritrea, temen que el conflicto se extienda, porque Eritrea y Etiopía estuvieron en un conflicto armado, en una guerra fronteriza entre 1998 y 2000, que dejó unos 100.000 muertos.

EC - Por último: ¿cuál es el papel de la comunidad internacional en este enfrentamiento?

EL - El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocó ayer de noche a una reunión de urgencia. El enviado de la ONU a Somalia urgió a pedir un alto al fuego ya, y dijo que si no se toman medidas urgentes en este momento se va a afectar seriamente a la población civil y el conflicto puede extenderse al resto de la región. Realmente fue muy tajante.

Por otra parte, la Unión Africana condenó la intervención de Etiopía y va a estudiar en las próximas horas qué medidas tomar al respecto. Etiopía es mirada con recelo por los países de la región por su gran poder y por su tradición de inmiscuirse por la fuerza en asuntos de sus vecinos.

La cuestión no es nada sencilla. Para simplificar dijimos que hay dos bandos: el gobierno de transición somalí, apoyado por Etiopía, y las Cortes Islámicas. La pregunta que se hace la comunidad internacional es: ¿condenamos a Etiopía? Etiopía está interviniendo en un país vecino, lo que no es visto con buenos ojos. Sin embargo está apoyando al gobierno formal de ese país, Somalia, que a su vez cuenta con el apoyo de Estados Unidos. Recordemos que Etiopía y este gobierno de transición representan la oposición a las milicias islámicas, que supuestamente forman parte de una red de terrorismo mundial.