Entrevistas

Atentado de ETA no dejó "ninguna posibilidad de diálogo"

España está conmovida y nuevamente el terrorismo pasa a ocupar el primer lugar en las preocupaciones de sus habitantes. Es que una realidad que creían del pasado, volvió a aparecer. Y con fuerza asesina. El periodista y analista español Juan Oñate, director de la Asociación de Periodistas Europeos, afirmó que no existen contacto entre la posición del gobierno y la oposición ante este tema. Agregó que el atentado, que dejó dos muertos, sólo da lugar a la acción policial.

(Emitido a las 8.22)

JOSÉ IRAZÁBAL:
El atentado mortal perpetrado por la ETA el sábado pasado en el aeropuerto de Madrid movió los cimientos del mismísimo tablero político español.

El gobierno ahora busca un pacto con la oposición para elaborar de forma conjunta una nueva estrategia antiterrorista.

ELISA LIEBER:
Ayer mismo se reunieron el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy. La vicepresidenta del Gobierno de España, María Teresa Fernández de la Vega, explicó que después de la ruptura de la tregua con ETA, después de este atentado, el gobierno pretende tener el respaldo de la oposición en sus políticas antiterroristas a futuro.

(Audio)

"MARÍA TERESA FERNÁNDEZ DE LA VEGA:
El presidente del Gobierno le ha ofrecido al líder de la oposición diálogo permanente, la apertura del diálogo. Porque sin diálogo no hay acuerdo".

(Fin.)

EL - Pero el líder de la oposición, Rajoy, no quedó muy conforme con la propuesta de diálogo realizada por el gobierno de Rodríguez Zapatero. Alegó que no tiene claro cuál es la propuesta.

(Audio)

"MARIANO RAJOY:
Hoy, desde luego, no me he ido de Moncloa con una idea clara de por qué pasó lo que pasó y tampoco con una idea clara de lo que quiere hacer el presidente del Gobierno a lo largo de los próximos meses".

(Fin.)

JI - Son varias las preguntas que quedan planteadas con este escenario. ¿Cuál será la política antiterrorista que va a emprender ahora el gobierno de Rodríguez Zapatero? ¿Va a romperse o ya se rompió en forma definitiva el diálogo con la ETA? ¿Cómo influye este atentado en la propia estabilidad del sistema político español?

Vamos a buscar algunas de estas respuestas en diálogo con el periodista y analista español Juan Oñate, director de la Asociación de Periodistas Europeos.

***

Juan, la ETA sorprendió a España y al mundo en general con este atentado que dejó dos ciudadanos ecuatorianos muertos. Antes de pasar al plano político, ¿hay novedades sobre el atentado en sí mismo?

JUAN OÑATE:
No exactamente, siguen siendo dos los muertos, no parece que vaya a aparecer ninguno más. Ahora se está trabajando en la labor de desescombro de la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas con la idea de llegar a la furgoneta y analizar exactamente qué cantidad de explosivos había dentro. Todavía no se tiene la cifra exacta.

JI - Las imágenes son conmovedoras en cuanto a la dimensión de la destrucción. ¿Es realmente así?

JO - Así es, parece ser el atentado realizado por ETA en el que ha utilizado una cantidad de explosivo mayor. El parking de la terminal está absolutamente destruido y algunos de los parkings aledaños también. No se recuerdan aquí atentados con tanta cantidad de explosivos desde el de Hipercor, que fue mucho más trágico por el número de víctimas.

JI - Recordemos de qué caso estás hablando.

JO - De los atentados que ha hecho la banda terrorista muchos han sido muy graves, pero en este que se produjo en uno de los aparcamientos del Corte Inglés, de Hipercor –que es una de las cadenas pertenecientes al grupo Corte Inglés–, en Barcelona. Siempre se ha dicho que la ETA no calculó bien el alcance que podía tener el explosivo, no calculó bien el horario de detonación, pretendía avisar de tal manera que se vaciara un poco el centro comercial pero no lo hizo de manera correcta, con lo cual hubo una auténtica catástrofe. No recuerdo exactamente el número de muertos. (N. de E.: Este atentado ocurrió el 19 de junio de 1987 y mató a 21 personas e hirió a otras 45.)

EL - Antes de avanzar al terreno político parece importante repasar cómo estaba la situación hasta el momento, cuál era la relación que mantenía el gobierno de Zapatero con el grupo ETA previo al atentado del sábado pasado.

JO - Dentro del desconocimiento que teníamos los españoles, porque no teníamos demasiada información –y en parte es lógico que no la tuviéramos–, teníamos la esperanza y la confianza de que el gobierno sabía lo que estaba haciendo y esto parecía un movimiento necesario y que apoyábamos la gran mayoría pensando que era muy complicado acabar con la banda terrorista ETA sin que hubiera un último diálogo. La banda terrorista estaba muy debilitada pero en un momento dado teníamos que llegar a insertar socialmente a algunos de los individuos vinculados con ella que no tuvieran nada que ver con hechos de sangre.

Por supuesto que con aquellos que actuaron e intervinieron en atentados directos, la sociedad española no admite conversación alguna, pero sí considerábamos que había que cerrar esta página de nuestra historia de una manera relativamente urgente. Confiábamos en que el gobierno tenía una información superior a la que teníamos los demás ciudadanos y por eso nos ha pillado a todos de sorpresa este atentado porque no se nos podía ocurrir que la banda terrorista volviera a matar después de que el gobierno le hubiera tendido una mano a un diálogo que ni siquiera estaba muy claro que se mereciera. Pero desde luego que sean ellos que lo interrumpan y con un atentado de estas características nos ha sorprendido mucho a todos los españoles.

JI - Antes de entrar en este diálogo político que se ha generado después del atentado, en cómo se ha parado el gobierno y cómo se ha parado la oposición, ¿la ETA reivindicó el atentado oficialmente? ¿Explicó en algún momento qué es lo que quiso hacer con esto?

JO - No, nunca lo ha hecho. Ellos avisan que van a poner una bomba, avisaron una hora antes de la detonación, hicieron tres llamadas, dos de ellas a un medio de comunicación, a un periódico vasco, y otra al 112, que es el teléfono de urgencias de la Comunidad de Madrid, y avisaron que habían puesto un explosivo en el parking de Barajas. El parking de Barajas es inmenso, entonces encontrar el explosivo era una labor casi imposible y lo único que podían hacer las fuerzas del Estado era intentar vaciarlo, lo que se hizo en gran medida pero sin encontrar a dos personas que se encontraban descansando en el coche y que fueron las víctimas del atentado.

EL - Pasando al plano político, ¿cuál es la propuesta concreta que le hizo Rodríguez Zapatero al líder del PP, Mariano Rajoy?

JO - No está muy claro. Los españoles estamos asimilando después de esto que no hay ninguna unidad entre el partido de gobierno y el partido de la oposición. En un momento en que todos reclamamos, casi exigimos, una unidad de todos los españoles en contra de los bárbaros nos encontramos con que el partido del gobierno va por un camino, el partido de la oposición va por otro camino y no llegan a encontrarse. Está muy bien que se reúnan, se reunieron unos días antes del atentado, es perfecto que se vuelvan a reunir, pero sin embargo los españoles no acabamos de ver que de verdad haya una conexión entre ellos.

EL - ¿Qué es lo que pretende cada uno, el PP por un lado y el Partido Socialista (PSOE) por otro? ¿Cuál es la diferencia en el enfoque?

JO - El PP pretende –y ha pretendido prácticamente siempre– que a la negociación no se llega de la manera en que ha llegado el PSOE. El PP pretende que no haya concesión política alguna, cosa en la que el gobierno está absolutamente de acuerdo. Parece que el gobierno no tenía ninguna voluntad de hacer concesiones políticas reales pero después del atentado el PP quiere volver al "Pacto por las libertades y contra el terrorismo" que firmaron los dos partidos y con respecto al cual el PSOE actual tiene algún reparo.

JI - ¿Qué implicaba ese pacto concretamente?

JO - Es un pacto que se firmó en el año 2000 a propuesta de Rodríguez Zapatero como líder de la oposición. Los dos grandes partidos que pueden llegar a gobernar en este país, el PP y el PSOE, se ponían de acuerdo en que ETA es un grupo terrorista sin ninguna posibilidad de integración en una sociedad democrática, contaban una serie de cosas muy lógicas y se ponían a disposición tanto si eran gobierno como si eran oposición para colaborar juntos en esta materia. Se decía que el gobierno, fuera del partido que fuera, tenía la legitimidad de la actuación contra el terrorismo y que el partido de la oposición lo apoyaría fuera quien fuera.

Era un acuerdo firmado entre dos partidos, el PSOE y el PP, dejando fuera a los partidos minoritarios del país, algunos de los cuales tienen una gran vinculación con las autonomías, son partidos nacionalistas y que no se han visto integrados en el pacto. Algunos de estos partidos nacionalistas son ahora socios del gobierno del PSOE, y esto ayuda a comprender que a lo mejor no pueden entrar en un pacto que tiene una connotación nacional y que no incluye los nacionalismos. Esto es difícil de mantener para un gobierno que se ha aliado para conseguir gobernar con los partidos nacionalistas como el partido nacionalista catalán, Ezquerra Republicana.

EL - Esos son los reparos que tendría Rodríguez Zapatero para regresar al pacto antiterrorista que él mismo propuso en el año 2000.

JO - Zapatero querría integrar a las fuerzas nacionalistas, lo cual parece una buena idea. La clave de esto sería en qué condiciones y cómo se redactaría este nuevo pacto.

EL - Por último, ¿se puede valorar el costo político de este atentado para el gobierno socialista de Zapatero, que estaba involucrado en un diálogo con ETA?

JO - Desde luego ha sido ya muy notable, en las últimas encuestas ha perdido la diferencia abismal que tenía con el PP y está prácticamente dependiendo de quién haga la encuesta. Están cercanos a un empate técnico el PP y el PSOE, el PSOE ha perdido gran parte de la distancia que tenía en cuanto a intención de voto.

JI - Desde el punto de vista de un ciudadano español común y corriente, ¿cómo impactó este reaparecer de la ETA con un atentado de estas proporciones?

JO - A todos nos llegó mucho al alma y al corazón. Las consecuencias de los atentados anteriores fueron desastrosas, pero después del brutal atentado que tuvimos el 11 de marzo, catastróficas, la sensación que teníamos todos los españoles era que después de ese ninguno más. La sociedad española, la sociedad vasca no admitiría un solo atentado más, mucho menos con víctimas mortales. La impresión que teníamos era que la banda terrorista ETA también lo había asimilado así, creíamos que teníamos un largo camino para llegar a la paz absoluta pero la sociedad ya no admitía –y por tanto los terroristas tenían que entenderlo– un atentado más. Cuando de repente nos encontramos con que estallan 200, 300 kilos de explosivos en la terminal de Barajas, eso nos ha hecho volver a tres o cuatro años atrás. En todas las encuestas cuando les preguntaban a los españoles por las cosas que más les preocupaban, hace tres o cuatro años estaba el terrorismo como la número uno. En los últimos años esa preocupación se había disipado porque pensábamos que no volveríamos a tener ese problema, y nos hemos dado cuenta de que el problema no sólo no había desaparecido sino que vuelve con fuerza.

EL - Ahora comienza una búsqueda de diálogo entre el gobierno y los partidos minoritarios. O sea que queda un largo camino por recorrer.

JO - Queda un largo camino. El primer movimiento ya se ha hecho, esta mañana hace unos minutos se ha detenido a dos personas de la banda terrorista ETA, que no tienen por qué estar vinculadas directamente con este atentado pero sí con el robo y el almacenamiento de explosivos. Se está volviendo a una actuación policial que es a lo que tiene que limitarse en momentos como estos un gobierno. Cuando una banda terrorista no sólo no quiere hablar sino que coloca 200 kilos de explosivos la única manera que tienes para contestarle es mediante el uso de las fuerzas del Estado para las detenciones. No se puede retomar una negociación con unos individuos que la rompen de esta manera, la banda terrorista ETA hasta ahora en las treguas anteriores cuando quiso romper la tregua lo hizo por escrito, mandó una carta, un comunicado diciéndoselo al gobierno de turno. Cuando la tregua-trampa famosa con el gobierno del PP mandó una carta diciendo "se acabó la tregua" y después de eso pasaron unos meses hasta el siguiente atentado. Ahora ni siquiera ha habido ningún comunicado por escrito, directamente 200 kilos de explosivo. Eso no deja posibilidad alguna a un diálogo, tendría que haber un acto de reparación por parte de la banda terrorista, algo simbólico a lo que el gobierno se pudiera agarrar para presentar a los ciudadanos un retorno a la negociación, y ahora mismo no parece que estemos en ese camino.

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Edición: Mauricio Erramuspe