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Cumbre en Medio Oriente genera pocas expectativas

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abu Mazen, y la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, están reunidos en Jerusalén. El objetivo es rescatar un proceso de paz que parece diluirse en enfrentamientos entre ambas naciones y a la interna de los territorios palestinos. Pero las expectativas de éxito son escasas, según el contacto con la corresponsal Ana Jerozolimski.

(Emitido a las 8.31)

JOSÉ IRAZÁBAL:
Estados Unidos volvió a aterrizar en Medio Oriente para intentar, una vez más, explorar la posibilidad de activar un proceso de paz entre israelíes y palestinos.

Concretamente la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza, Rice se reunió ayer con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abu Mazen, y con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, para preparar la cumbre tripartita que se celebra este lunes.

ANDRÉS GIL:
Cuando las relaciones para formar un gobierno palestino de unidad nacional siguen siendo bastante complicada sigue siendo poco probable o al menos sorprende que al mismo tiempo se intente lograr acuerdos entre israelíes y palestinos. Ese viene a ser el objetivo oficial de esta cumbre tripartita.

La pregunta es: ¿cuál el objetivo entre cuál es el objetivo de esta reunión entre Rice, Mazen y Olmert? ¿Efectivamente se busca acercar posiciones entre israelíes y palestinos o en realidad se intentar ejercer algún tipo de presión para la formación de un gobierno de unidad nacional que complazca a Israel y a Estados Unidos al mismo tiempo?

JI - En los próximos minutos les proponemos buscar respuestas a estas preguntas que nos hacíamos, en diálogo con Ana Jerozolimski, nuestra corresponsal en Israel.

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Decíamos que esta mañana se reunían en Jerusalén la secretaria de Estado estadounidense, el premier israelí y el presidente de la Autoridad Palestina. ¿Se sabe algo de la cumbre y de esos resultados a esta hora?

AI – Siguen reunidos. Para hace media hora estaba anunciada una mini rueda de prensa con Condoleezza Rice, no una rueda de prensa conjunta de los tres. En mi opinión –entre paréntesis- ya era una indicación de que hay bajas expectativas. No querían que las discrepancias salgan abiertamente ante las cámaras y micrófonos. Pero esta mini rueda de prensa con Rice todavía no empezó porque no salieron los tres de la reunión que se lleva a cabo en un hotel en Jerusalén.

Parece que en buen ambiente, hay banderas de las tres partes, sonrisas, apretones de manos pero yo diría, como ya mencioné, que hay bajas expectativas.

AG – ¿Cuál es el objetivo de esta cumbre? ¿Es lograr un acuerdo entre israelíes o palestinos o alcanzar un acuerdo tripartito en relación al gobierno de unidad nacional palestino?

AI – Yo creo que ni una cosa ni la otra. Tienen claro los tres participantes en esta cumbre Rice, Olmert y Mazen que un acuerdo de estos no sale. Es más, nadie tiene certeza de que salga aquí de que salga un acuerdo en ningún marco en los próximos tiempos pero tampoco un nuevo acuerdo en relación al gobierno de unidad nacional palestino. De fondo tenemos el acuerdo de La Meca logrado el 8 de febrero, un acuerdo que se refiere precisamente a cómo será el nuevo gobierno con participación tanto de Hamas que es ahora el gobierno o era hasta hace pocos días y de Al Fatah, el movimiento del presidente Abu Mazen.

Aquí está claro que Israel y Estados Unidos ven con ojos críticos, por decirlo delicadamente, ese acuerdo de La Meca. Se tratará por un lado de presionar a al presidente Mazen pero yo diría con cierta delicadeza porque se lo quiere preservar como interlocutor. Es el único interlocutor válido a ojos de Israel y Estados Unidosy no se quiere antagonizarlo de modo que de hecho sería echado o empujado más aún hacia los brazos de Hamas, una situación ya bastante problemática para él.

JI – Tú mencionabas el acuerdo en La Meca entre Hamas y Al Fatah para conformar un gobierno de unidad nacional, ¿cuál es el problema con este acuerdo a ojos de Israel y de Estados Unidos?

AI – No está claro que Israel y Estados Unidos vean en forma idéntica el acuerdo. Ayer Condoleezza Rice, después de entrevistarse con Abu Mazen en Ramallah, dijo: "vamos a ver qué es lo que hace en la práctica el gobierno palestino". Mientras tanto, en Jerusalén el primer ministro israelí Ehud Olmert decía que no van a cooperar bajo ningún concepto con un gobierno palestino que actúe de acuerdo a lo acordado en La Meca.

El problema principal -en esto sí hay bastante identidad de opinión aunque los matices sean diferentes- es que en el acuerdo de La Meca no se habla explícitamente del reconocimiento de Israel por parte del nuevo gobierno palestino. Es más, te diré que el jefe de Hamas en el exterior que participó en las conversaciones en La Meca dijo un día antes de anunciarse el logro del acuerdo, concretamente el 7 de febrero, que el tema de reconocer a Israel ni siguiera fue elevado a discusión, ni siquiera fue tratado en los debates de La Meca.

Hay sí una mención que a ojo de los palestinos es suficiente -por eso depende cuando hablamos de interpretaciones de cada uno de las partes- hay sí una mención del respeto a los acuerdos internacionales. Entre los palestinos hay quienes dicen eso es algo que se refiere a lo que Israel siempre menciona, los acuerdos que se dan ya firmados con la Autoridad Nacional Palestina. El problema que paralelamente a este artículo, que sí está incluido en los acuerdos de La Meca, figura que el Hamas, el propio primer ministro y otros parlamentarios antes y después de La Meca dijeron: "hay sí un respeto a los acuerdos firmados" -un poco de juego de palabras- "pero eso no significa que Hamas se sienta comprometido para con ese otro acuerdo". Tampoco hay mención del tema del fin de la violencia que es una de las exigencias del Cuarteto internacional, no solo de Israel.

JI – ¿Cómo podríamos definir la situación interna que se vive en los territorios palestinos a raíz de ese acuerdo de La Meca?

AJ – Desde el punto de vista interno palestino -dejando de lado lo que dicen los israelíes, lo que dicen los norteamericanos- el hecho de que se haya logrado un acuerdo con el que al parecer tanto Fatah como Hamas quieren tratar de comprometerse por el hecho que lo anterior al acuerdo era casi una guerra civil y ya habíamos hablado...

JI – Con varias personas muertas y enfrentamientos todos los días.

AJ – Es verdad, la alternativa son esos cruentos choques que en cierto momento recordemos llegó a tener el saldo de 10 muertos por día, no sólo hombres armados de Hamas y Fatal sino entre la propia población civil.

Acá el acuerdo desde el punto de vista interno palestino, como alternativa a esos combates, tiene puntos positivos. Mirando a largo plazo y quizás no solo a largo plazo, no está claro que realmente aporte a soluciones concretas porque no sólo porque los israelíes lo dicen, el propio Cuarteto internacional de que eso no cumple con las condiciones o sea reconocer a Israel, reconocer en forma práctica no con palabras en las que después se pueda decir que no son un compromiso. Reconocer los acuerdos pactados ya entre Israel y la autoridad palestina en años anteriores y poner fin al terrorismo, condenar la violencia, dejar de lado la violencia. Cuando eso no se cumple a largo plazo yo creo que no vaticina buenos frutos para la situación interna palestina pero además es complejo porque sigue habiendo una lucha de poder.

Una última mención que no es sólo análisis político, es una mención humana que creo que es la que da el tono en la calle diaria en la franja de Gaza, que fue el principal escenario de los choques. Yo hace varios días entrevisté en un hospital israelí a varios palestinos que habían resultado heridos en los choques de la franja de Gaza, tanto a policías palestinos como civiles. Algunos de ellos al menos de la dificultad que sentían para creer que realmente en la práctica cambie algo -era antes del anuncio del logro del acuerdo de La Meca pero cuando ya se hablaba de avances en esos contactos- y decían que el problema es que hay mucha sensación de que algo se rompió en el delicado equilibrio interno y está el elemento del deseo de venganza entre los diferentes clanes. A parte de las discusiones políticas entre Hamas y Fatal por la cantidad de gente que murió, murió alguno de alguna familia y van a querer tomar venganza por eso matando a alguien de otra de los clanes o de los grupos en los cuales haya participado para matar al primero.

Se agrega ese elemento muy complejo, por ahora se está conteniendo todo eso desde el otro período cuando se anunció el acuerdo de La Meca pero la situación adentro es bastante compleja.

AG – ¿Cuáles son los problemas pendientes? De hecho si hablamos de problemas, quizás sea oportuno también recordar que ni Abu Mazen ni el premier israelí Olmert se haya en una situación bastante cómoda.

AI – Es verdad, sus respectivas situaciones internas son complejas. Eso no les puede dar plena tranquilidad. Nosotros estamos hablando ahora de los temas de los que se puede tratar en esta cumbre. Es más que nada, creo yo, una cumbre en la que se trata de mantener las relaciones, mantener el buen contacto. Nadie está aspirando acá a resolver ningún conflicto en forma permanente, hay plena conciencia de que eso es imposible.

Además de esto, está el hecho de que ninguno puede maniobrar con plena tranquilidad. Recién mencionamos el acuerdo de La Meca eso incluye también la situación interna del presidente palestino. No es que él ve como gran ideal el acuerdo de La Meca si bien lo ve sí como un gran logro no solo porque no hay combates cruentos en las calles de Gaza sino porque al fin Fatah va a participar en el gobierno palestino. Hamas va a tener nuevos ministros, pero Fatah va a tener seis independientes, considerados cercanos a Fatah van a tener cinco... O sea en ese sentido hay una intervención mayor de Fatah en el nuevo gobierno. Pero la situación en la calle es de gran recelo, de gran desconfianza y de fondo sigue habiendo diferencias que de hecho no fueron abordadas con una terminología clara en el acuerdo de La Meca.

Por su lado, el primer ministro Olmert está lidiando con una serie de escándalos, de sospechas de corrupción, ministro destituido. Recordemos por supuesto (la destitución del) propio presidente del Estado que si bien es una figura simbólica y no tanto del gobierno, del ejecutivo, incluso mucho en la atmósfera hay una sensación de falta de credibilidad del gobierno a ojos del pueblo. Ayer se agregó algo también en la Policía. En este sentido hay una sensación de crisis de liderazgo que no puede ayudar evidentemente cuando hay que tomar decisiones claves. Aunque acá volvemos a lo inicial: de esta cumbre nadie ha pensado que sale un acuerdo que tenga que ser presentado  a votación ni el parlamento de Israel ni en el consejo legislativo palestino en la Franja de Gaza.

AG – Si hablamos de incomodidad política, ¿cómo juega esto de los cuestionamientos que ha habido en la política exterior de Estados Unidos en la presencia de Rice? ¿Dirías que es una Rice más debilitada respecto de otras visitas que ha hecho a la región y de otros intentos de mediación?

AJ – Evidentemente no se puede desconectar de las críticas a la política de Estados Unidos, el hecho que está estancada la situación en Irak y no se ve una salida muy clara, sino más que nada en cuanto al canal israelo-palestino a los problemas intrínsecos a este conflicto. Da la sensación años después de que comience el proceso de paz de que no se logra esa apertura dramática, aferrarse a ese elemento del cual o sobre el cual digan ni israelíes ni palestinos de acá no podemos dar marcha atrás. Las frases existen pero en la práctica la situación continúa complicándose, la desconfianza es muy seria y en ese sentido Rice no puede cambiar la ecuación.

Existe también, desde el punto de vista de Estados Unidos, un elemento de cariz diferente. Es el hecho que a pesar de la situación debilitada de Estados Unidos los palestinos reconocen en la práctica parece ser por los contactos que hay que sin Estados Unidos será muy difícil llegar a un acuerdo claro.

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Edición: Mauricio Erramuspe