Francia debate sobre eutanasia luego que 2.000 médicos admitieron haberla aplicado
El caso de una médica y una enfermera que aplicaron la eutanasia activa a un paciente terminal y el posterior reconocimiento de 2.000 profesionales de que ayudaron a morir dignamente a determinados pacientes, abre un intenso debate en una Francia que, por estos días, vive en campaña electoral. Desde París, Rafael Mandressi analizó las posibles consecuencias de este tema.
(Emitido a las 8.28) EMILIANO COTELO: En Francia, cuando falta tan sólo un mes y medio para los comicios presidenciales, la campaña electoral viró su rumbo o, por lo menos, cambió de agenda. El caso de una médica y una enfermera acusadas de ayudar a morir a una paciente destapó un debate ineludible sobre la eutanasia. ELISA LIEBER: Un debate que ahora tiene un nuevo condimento, ya que 2.000 médicos franceses reconocieron en una carta haber ayudado a morir dignamente a sus pacientes. Y, en plena campaña electoral, nadie se salva de expresar su opinión sobre el tema de fondo, sobre la legalización de la eutanasia. En particular los candidatos presidenciales, la socialista Ségolène Royal y el derechista Nicolás Sarkozy. EC - Vamos a tratar de conocer más de cerca este caso judicial que mantiene en vilo a la sociedad francesa y averiguar qué repercusiones puede tener en la escena política. Para eso, el diálogo será con nuestro corresponsal en París, Rafael Mandressi. *** EC - Empecemos por este juicio que se inició ayer en Dordoña, en el suroeste de Francia. ¿De qué se acusa concretamente a esta enfermera y a esta médica? RAFAEL MANDRESSI: EC - Se les imputan los delitos de envenenamiento y complicidad con envenenamiento. O sea que esa eutanasia activa se habría realizado a través de la ingesta de determinado tipo de medicamento, de producto. RM No. Fue mediante una perfusión de potasio que la médica recetó y la enfermera aplicó, de ahí que ambas sean acusadas. El caso presenta algunas características singulares, porque el hecho no fue comunicado antes a los familiares de la paciente. La médica tomó la decisión de manera aislada y autónoma, aún cuando la propia paciente había expresado su voluntad de morir. El acto en sí mismo se realizó sin hacer participar a la familia que, de todas maneras, se solidariza con la médica y la enfermera en este juicio. EL - ¿Qué pena podrían recibir en caso de que sean halladas culpables? RM - La ley prevé un máximo de 30 años de cárcel, pero es muy improbable que esa sea la pena que terminen cumpliendo, si es que cumplen alguna. Hace poco más de un año hubo un caso similar y finalmente se absolvió al médico. Aunque en esa ocasión, la familia sí estaba implicada. EL - El jueves pasado se divulgó una especie de manifiesto, firmado por unos 2.000 médicos, que confiesan haber ayudado a pacientes a morir con dignidad y piden que se modifique la ley contra la eutanasia en Francia. ¿Cuál es la relación entre ambas cosas? RM - A raíz de este caso, médicos y enfermeros (más de 2.000 a esta altura porque las firmas siguen llegando) hicieron público el hecho de que han violado la ley existente. Algo parecido ocurrió hace más de 30 años, cuando en el mismo semanario que publicó la carta de estos médicos, más de 300 mujeres reconocieron que se habían hecho practicar un aborto. Todo ello en el marco del movimiento para la despenalización del aborto. Ahora el procedimiento es el mismo, y estos más de 2.000 médicos y enfermeros declaran haber "ayudado a morir" a algunos de sus pacientes, para que finalmente se despenalice la eutanasia activa, tal como ha ocurrido en otros países europeos como Bélgica, Holanda y Suiza. EL - En Francia hay una ley que instituye el derecho del paciente a morir en condiciones dignas, aunque no habla de una eutanasia total. ¿Cómo es la situación legal? RM - Hay una ley votada en abril del año 2005, que se llama "De los derechos de los pacientes y del final de la vida", que permite una serie de actos que tienden a una muerte digna. Por ejemplo, el alivio del dolor aún cuando esos actos médicos puedan acortar la vida (la administración de calmantes y demás) y detener los cuidados paliativos (desenchufar las máquinas) a pedido del paciente y con el acuerdo de la familia. Sin embargo, no está permitida la eutanasia activa, es decir, el acto positivo de dar muerte a un paciente. Con esto, hoy por hoy es el médico el único que puede decidir, aun contra la voluntad del paciente y de la familia. Si no quiere aplicar el deseo del paciente, puede no hacerlo. Lo que ahora se propone es despenalizar el acto positivo de dar la muerte, en el caso en que el paciente lo solicite, y desplazar, al menos una parte de la decisión, del cuerpo médico a los pacientes y sus familias. EL - ¿Cómo se inscribe este tema en la campaña electoral? RM - El tema divide las aguas. En una lectura muy global, la izquierda en todas sus vertientes y versiones está a favor y la derecha está en contra. La izquierda está a favor de la despenalización de la eutanasia bajo ciertas condiciones, con todas las previsiones del caso, como se practica en otros países europeos, y la derecha está globalmente en contra. Hay, en un lado y otro, algunas voces que no acuerdan con el conjunto de sus compañeros, pero básicamente el panorama se plantea de ese modo. De hecho, este juicio, más la confesión pública de estos 2.000 médicos, ha obligado a todos los candidatos a tomar posición explícita y precisa en la materia. EC - ¿Es esperable que se legisle efectivamente en la materia y se modifique el marco vigente? RM - Todo depende de los resultados electorales. En caso de victoria de la candidata de izquierda y luego de la izquierda en las elecciones legislativas, es altamente probable que haya algún tipo de modificación a la ley vigente, que es muy reciente, es del año 2005. EL - Ayer escuchábamos que Ségolène Royal ya dijo que estaría a favor de legalizar la eutanasia bajo determinadas condiciones. ¿Y Sarkozy se pronunció al respecto? RM - La posición de Sarkozy es un poco ambigua por el momento, no se ha pronunciado explícitamente respecto de la posibilidad de legislar. Manifestó su preocupación por el tema y dijo que se trata de un asunto delicado sobre el cual habría que debatir. En otras palabras, pateó la pelota para delante, porque pronunciarse a favor le plantearía problemas con su electorado, aún cuando esa ambigüedad puede dar a pensar que él podría ser partidario de una legislación en la materia. A veces es delicado hacer explícitas las posiciones personales en una campaña, en la que cada gesto y cada frase puede implicar pérdidas o ganancias de votos. EC - ¿De qué manera sigue la gente la discusión? ¿En qué medida el debate está en los medios, en qué medida es una preocupación extendida? RM - Es una preocupación extendida. En los medios está presente desde hace unos cuantos días y lo seguirá estando mientras dure el juicio, que empezó ayer y termina el viernes. Está en todos los medios, en los noticieros de televisión, en las radios, en los diarios, la presencia es permanente y viene de antes. En la gente también está presente, entre otras cosas porque, como en general en toda Europa, hay una realidad muy concreta: esto se practica de manera casi cotidiana, lo que dicen los 2.000 médicos no es una fantasía. Además, esto se da ante una población que tiende globalmente a envejecer, por lo cual el problema es importante, al menos desde el punto de vista cuantitativo. En la medida que está más presente y afecta no sólo a las personas que se encuentran en estado terminal sino a toda su familia, es difícil encontrar gente que de un modo u otro no haya estado vinculada con este tema. Es un asunto importante, que aterriza como un meteorito en medio de la campaña, aportando una problemática que interesa a una gran parte de la población.
Se las acusa de haber ayudado a morir, como se dice de manera un poco eufemística. O sea, de haberle practicado la eutanasia activa, haberle provocado la muerte a una paciente de 75 años en estado terminal, enferma de un cáncer de páncreas. La acusación es de haber practicado la eutanasia activa, algo que está prohibido.