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Informe jaquea al gobierno de Olmert

Un informe crítico de la campaña emprendida en la guerra del Líbano en 2006 hace temblar el gobierno de Ehud Olmert. Ya renunciaron varios ministros y se rumorea que también podría hacerlo el primer ministro. Contacto con la corresponsal en Jerusalén, Ana Jerozolimski.

(Emitido a las 8.32)

EMILIANO COTELO:
El gobierno israelí está en la cuerda floja después de la divulgación de un informe de la comisión que estudió los errores cometidos en la guerra contra Hezbollah en 2006.

El juez Eliahu Winograd, presidente de la comisión que investigó los fallos del gobierno y de las Fuerzas Armadas en ese conflicto, afirmó que el primer ministro Ehud Olmert, el titular de Defensa, Amir Peretz, y el ex jefe del Estado Mayor, el general Dan Halutz, son los responsables del "fracaso" de la última guerra en el Líbano.

ELISA LIEBER:
Concretamente, el primer ministro israelí es acusado de la decisión de haber iniciado el ataque con precipitación y de manera desorganizada, según el informe preliminar de la Comisión Winograd.

Después de la divulgación de este documento, la oposición e incluso varios miembros del partido oficialista Kadima pidieron la renuncia de Olmert. De hecho, un ministro ya dimitió alegando que no puede seguir en un gobierno con tales acusaciones sobre sus hombros.

EC - ¿Qué dice exactamente el informe? ¿El gobierno de Olmert corre riesgos serios de caer? Para intentar buscar respuestas a estas preguntas, nos trasladamos a Jerusalén, donde se encuentra nuestra corresponsal Ana Jerozolimski, en Jerusalén.

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Ana, en setiembre, un mes después de finalizada la guerra entre Israel y Hezbollah, el primer ministro Ehud Olmert, bajo fuertes presiones públicas, eso era notorio, resolvió crear una comisión que se encargara de investigar cómo se había manejado aquel conflicto. Da la impresión de que no creyó, no supuso, que el resultado de esa indagatoria sería un informe tan crítico como el que se conoció esta semana, un informe que causó un verdadero terremoto en Israel. ¿Podemos ver cuáles fueron sus principales conclusiones?

ANA JEROZOLIMSKI:
Hay una crítica muy amplia, si la personalizamos más que nada en el primer ministro Ehud Olmert, mencionando también a Amir Peretz, el ministro de Defensa, y al ex jefe del Estado Mayor, Dan Halutz. Y hay una crítica general también al gobierno.

Empezando por el propio Olmert, la comisión sostiene que actuó en forma no suficientemente cautelosa, sin la prudencia necesaria, que fue apresurado, que no consultó debidamente, que hubo muchas cosas que decidió solo, contrariamente a lo que debería haber hecho.

Se dice de Amir Peretz, el ministro de Defensa, que no suplió su falta de experiencia en temas de seguridad (recordemos que su trasfondo es el de un líder sindical, no tiene nada que ver con temas de defensa ni militares) consultando con la gente con la que tenía que hacerlo. E incluso se dijo una frase muy categórica: el hecho de que él fuera el ministro de Defensa durante la guerra debilitó la habilidad de Israel para lidiar con los desafíos.

Del jefe del Estado Mayor de ese momento (por dar sólo un resumen de las críticas de las conclusiones) se dijo que actuó en forma impulsiva, no suficientemente profesional.

Al gobierno se lo criticó por haber levantado su mano en votaciones referidas a cosas que, según la comisión, sus ministros no entendían debidamente.

EC - Dije al pasar que este informe provocó un verdadero terremoto en Israel. ¿Por qué?

AJ - Los términos mismos hablan en forma muy categórica, se habla de asuntos de vida o muerte, hubo una guerra, murieron 119 de soldados, murieron decenas de civiles como consecuencia de los casi 4.000 misiles Katiuza que fueron disparados desde el Líbano hacia Israel, y la sensación es que el liderazgo no actuó con suficiente responsabilidad.

La forma seria, calma y categórica en que habló el juez Eliahu Winograd, jefe de la comisión, acentuó más aun esta sensación. La voz del juez lo decía todo, no sólo si se entiende el idioma hebreo.

"Sin pensarlo dos veces, sin consultarlo debidamente con otros", dijo Winograd, fue muy categórico. Sin duda, ahora que se presentó este informe parcial (porque habla de lo que pasó en los primeros cinco días de la guerra, el informe definitivo será presentado en agosto), la sensación es que muchas cosas de fondo se están moviendo.

EL - ¿Cuáles son las opciones ahora? Los llamados a que Olmert renuncie se multiplicaron en los últimos días. ¿Tiene la obligación de renunciar? ¿Cómo se está dando todo esto en Israel?

AJ - Desde el punto de vista legal no tiene obligación de renunciar y el informe parcial de la comisión Winograd tampoco se lo exige. Olmert, por el momento, no sólo según lo que anunció el lunes de noche sino según lo que dijo en la reunión del gabinete que terminó hace una media hora, se mantiene firme en su posición, en su decisión de no renunciar.

"Es un informe grave y muy serio. Se han cometido errores por parte de los responsables de adoptar decisiones, en primer término yo mismo", dijo Olmert en un comunicado televisado a la ciudadanía israelí el lunes por la noche, horas después de la presentación del informe. "Vamos a corregir todo lo que debe ser corregido, pero sería un error ahora dimitir, no tengo la intención de hacerlo". Hasta ahora no ha habido un cambio en esta posición de Ehud Olmert respecto de una eventual dimisión, aunque lo presionan para que la concrete.

EL - Ya un ministro presentó su renuncia. El ministro sin cartera Eytan Cabel, jefe de la bancada del Partido Laborista en el Parlamento, anunció que va a dejar el gobierno. ¿Cómo cae esto? ¿Podría tener una especie de efecto dominó?

AJ - Ayer entrevisté al ministro Eytan Cabel, que dijo una frase muy categórica en el comunicado de su dimisión, "el primer ministro debe dimitir, y yo no puedo seguir estando en un gobierno encabezado por Ehud Olmert". Le pregunté si dimitió sólo porque piensa que no es digno estar en un gobierno encabezado por Olmert, o si con esto quiere provocar una reacción en cadena, y dijo claramente: "Sí, quiero que esto conduzca a una situación en la que otros ministros del Laborismo, los socios de la coalición y del propio partido Kadima (el partido oficialista del primer ministro Olmert) reaccionen de modo que inevitablemente haya un cambio en la cúpula".

EC - ¿Hay otros datos a propósito de posibles renuncias?

AJ - La ciencia de la rumorología, que en Israel está muy desarrollada, se acentuó más todavía. Desde la mañana hay (y es difícil decir si son informaciones porque no las oímos en su voz) rumores muy fuertes sobre la inminente dimisión de la ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni. Livni, que es considerada otra líder importante del partido Kadima, se reúne dentro de una hora y cuarto con el primer ministro Olmert. Según los rumores (no podría tomarlos como información, aunque se cita siempre a sus allegados), tiene la intención de exigirle que dimita y se habla de la posibilidad de que ella misma presente su renuncia.

Y hace aproximadamente una hora y media, fuentes allegadas al ministro de Defensa, Amir Peretz, del Partido Laborista (jefe del Laborismo), dijeron que él está considerando (no está decidido aún) la posibilidad de renunciar. Al parecer una de sus principales allegadas, una diputada laborista, le ha dicho: "Tú tienes que determinar el orden del día, no verte arrastrado por lo que haga la canciller Livni".

En la sesión del gabinete que terminó hace un rato nada de esto, no se informó nada, no sé si es surrealismo político puro o realmente no piensan eso. Los rumores indican que Peretz podría dimitir quizás ya hoy y que Livni se lo diría a Olmert dentro de una hora y pico. Recién después vamos a saber si eso se concreta o son puros rumores.

EL - Más allá de que Olmert renuncie o no, la gobernabilidad seguramente quede en juego. ¿Y qué piensa la población israelí en general? ¿Cómo ha tomado este informe?

AJ - La gente está dividida, no es que haya un llamado absoluto, categórico, unánime a Olmert a renunciar. Pero los números son muy claros en los sondeos de opinión pública (si bien son sólo eso, encuestas, no ciencia exacta), son categóricos, hay amplias mayorías a favor de la dimisión de Olmert. No todos quieren que haya elecciones tempranas, pero casi 70% de la ciudadanía, según uno de los últimos sondeos, prefiere que dimita.

Más allá de la opinión a propósito de si tiene que dimitir o no, es interesante la forma que esto está cobrando, hay un movimiento popular, salen marchas de protesta (no multitudinarias por ahora) de diferentes partes del país en dirección a la plaza Rabin, en Tel Aviv, donde mañana se llevará a cabo una manifestación (cuyos organizadores esperan sea multitudinaria) exigiendo la renuncia de Olmert. Tratarán de que sea una manifestación apartidaria (no se podría decir apolítica) para que puedan identificarse con ella, con su mensaje, derecha e izquierda, todos aquellos que quieren cambiar al gobierno.