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El acuerdo entre Bush y los demócratas sobre la política de comercio exterior

El presidente de Estados Unidos, George Bush, y la mayoría demócrata del Congreso llegaron a un acuerdo sobre los tratados de libre comercio de esa potencia con otros países, pendientes de aprobación parlamentaria. Las grandes líneas del entendimiento suponen la incorporación de medidas de protección a los trabajadores y el medio ambiente. El corresponsal en Boston, Roberto Porzecanski, analizó el acuerdo y su posible impacto en las negociaciones con Uruguay.

(Emitido a las 8.35)


EMILIANO COTELO:
En Washington, el jueves 10, la Administración Bush y la mayoría Demócrata en el Congreso alcanzaron un acuerdo para aprobar los tratados de libre comercio que Estados Unidos firmó recientemente. En un reconocimiento de la nueva realidad política de EEUU, la clave pasa por incorporar a esos tratados algunas disposiciones destinadas a la protección de los derechos de los trabajadores y el medio ambiente.

¿En que consiste este acuerdo?
¿En qué condiciones se llegó a el?
¿Qué consecuencias tendrá para una eventual negociación de un TLC entre Uruguay y Estados Unidos?
¿Qué implica para la liberalización comercial en general?

Vamos a analizarlo con Roberto Porzecanski, corresponsal de En Perspectiva en Estados Unidos. Roberto además sigue estos temas muy de cerca. Tiene una Maestría y es candidato a doctor en relaciones internacionales focalizado en política comercial internacional por The Fletcher School of Law and Diplomacy, en Tufts University en Boston, Massachussets.

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Robero, ¿sorprendió este acuerdo?

ROBERTO PORZECANSKI:
En cierta medida si, porque después de la victoria demócrata muchos especulaban con que la agenda comercial del Presidente Bush iba a terminar en un callejón sin salida.

Por otro lado, hace tiempo que se sabe que los demócratas estaban dispuestos a llegar a algún tipo de acuerdo, y que se estaba trabajando para lograrlo.

EC - Si, y hace tiempo que se viene especulando que cualquier acuerdo iba a involucrar incorporar a los acuerdos comerciales provisiones para la protección del medio ambiente y de los derechos de los trabajadores.

RP - Si, la preocupación por la relación existente entre acuerdos comerciales, derechos laborales y protección ambiental es una preocupación histórica del partido demócrata, en gran medida porque los sindicatos y los grupos ambientalistas son parte esencial de la base de apoyo al partido demócrata.

De hecho, para lograr ratificar el tratado de libre comercio de América del Norte, NAFTA por su sigla en inglés, el Presidente Bill Clinton tuvo que incluir acuerdos laterales que incorporaran estos temas.

EC - ¿Entonces, el acuerdo al que llegaron Bush y los demócratas, es una repetición de lo que se hizo en el caso del NAFTA?

RP - No, y hay diferencias importantes.  En este caso no estamos hablando de acuerdos laterales sino de incorporar precauciones ambientales y laborales al propio texto de los acuerdos.

EC - ¿De qué manera se hace esto? ¿Qué forma tiene el acuerdo?

RP - Todavía no sabemos con precisión como va a plasmarse el acuerdo en la práctica. 

De todos modos, sin entrar en excesivo detalle, el acuerdo establece que: los países deberán seguir los estándares básicos laborales según se determinan en una declaración de 1998 de la OIT, Organización Internacional del Trabajo; y tendrán que cumplir los acuerdos ambientales multilaterales que hayan adoptado por cuenta propia, y además adoptar y hacer regir leyes de protección ambiental de acuerdo a siete acuerdos ambientales multilaterales específicos.

El acuerdo llama, además, a promover el acceso rápido de medicamentos genéricos a países en desarrollo. 

EC - La pregunta inevitable es cuales son las consecuencias que se establecen para el incumplimiento de estas obligaciones.

RP - Es un punto muy importante. Aún no se sabe que fuerza tendrán en la práctica estas disposiciones, y probablemente no lo sepamos hasta que entren en vigencia y se genere algún conflicto al respecto.

De todos modos, y una vez más sin entrar en detalle, sabemos sin embargo, que se requiere que las violaciones a las obligaciones adoptadas en materia ambiental y laboral tienen que ser, por un lado sostenida y recurrente y, por otro, afectar directamente el comercio y las inversiones entre los países signatarios.

Vale la pena destacar, además, que en material de solución de controversias y sanciones comerciales, las provisiones ambientales y laborales tienen igual fuerza que en caso de violaciones a los elementos comerciales del acuerdo, algo muy importante.

EC - La pregunta que todos nos hacemos es cuál es la cobertura de este acuerdo, más específicamente si puede tener alguna influencia, para Uruguay, en una eventual negociación de un TLC con Estados Unidos

RP - La respuesta es no y si. No porque esta claro que de manera inmediata este acuerdo solamente se aplica a acuerdos comerciales ya firmados y aún no ratificados, acuerdos que en la práctica deberán ser renegociados.

Pero ni siquiera se aplica a todos. De los cuatro acuerdos que están en esa etapa: los acuerdos comerciales con Perú, Colombia, Panamá y Corea del Sur, el acuerdo se refiere directamente a los acuerdos con Perú y Panamá. Colombia podría ser parte, pero el congreso tiene otras preocupaciones en ese caso, y Corea del Sur ya ha dicho que no está dispuesta a renegociar el acuerdo en esas líneas.

Más aún, este acuerdo no estipula ni siquiera la renovación de la autoridad de promoción comercial que se vence en Junio y que está tan ligada a la negociación de nuevos acuerdos, que sería el caso de Uruguay, sino también de revivir la moribunda Ronda de Doha.

EC - Pero decías que la respuesta era no y si. ¿Por qué puede este acuerdo tener influencia para el caso Uruguayo?

RP - Porque nos muestra claramente cuales son las nuevas reglas de juego y la nueva realidad política. Sabemos, en la medida que el equilibrio de fuerzas en Estados Unidos se mantenga tal cual está (o que el poder de los demócratas se consolide en 2008) que cualquier nuevo acuerdo va a tener que incorporar este tipo de consideraciones.

EC - ¿Y en el caso de la Ronda de Doha?

RP - En la Ronda de Doha intentar incorporar este tipo de condiciones implicaría sencillamente firmar el certificado de defunción de las negociaciones. En el ámbito multilateral hay demasiados actores poderos que se oponen a este tipo de provisiones como para que un acuerdo sea posible.

Es todavía muy incierto lo que puede pasar en ese marco.