La "absoluta soledad" de los secuestrados por las FARC
"Mientras no exista una negociación directa con la guerrilla, sentados en una mesa guerrilla y gobierno colombiano, no va a haber ninguna liberación de ningún secuestrado", dice Juan Carlos Lecompte. Es el esposo de Ingrid Bentacourt. Candidata a la Presidencia, ciudadana francesa y secuestrada hace cinco años. Un emblema de un drama que azota hace décadas a Colombia.
(Emitido a las 9.09)
ANDRÉS GIL:
Es una de las secuestradas más famosas de Colombia, de América Latina y, hasta me atrevería a decir, del mundo...
La ex candidata presidencial Ingrid Betancourt lleva cinco años cautiva de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Y en los últimos días su nombre volvió a sonar con fuerza y la lucha por su liberación ganó en intensidad.
A principios de esta semana, el gobierno del colombiano Álvaro Uribe hizo una jugada tan osada como controvertida: ordenó la liberación de unos 200 guerrilleros de las FARC, entre ellos Rodrigo Granda, el llamado "canciller" del grupo, a pedido expreso del flamante presidente francés, Nicolás Sarkozy.
El indulto a Granda, en particular, tendría como objetivo la creación de las condiciones propicias para la liberación de Betancourt que, además de ser colombiana, tiene nacionalidad francesa.
Si bien el propio Sarkozy le dijo ayer al diario francés Le Figaro que no espera una solución rápida a la situación de Betancourt y que lo hecho hasta ahora "era necesario pero no suficiente", nos pareció que este era un momento oportuno para tomar contacto con Colombia.
Y el diálogo será, justamente, con el esposo de Ingrid Betancourt, el arquitecto y publicista Juan Carlos Lecompte.
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Arquitecto Lecompte, lo encontramos hoy en Bogotá, ¿no?
JUAN CARLOS LECOMPTE:
Sí, estoy en Bogotá.
AG - Comencemos haciendo un poco de historia. Ingrid Betancourt, de 45 años, líder del partido verde Oxígeno, fue secuestrada por miembros de las FARC el 23 de febrero de 2002 cuando se dirigía por carretera desde la población de Florencia hacia San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá. En plena campaña para la presidencia y contra el consejo explícito del gobierno colombiano, Ingrid Betancourt decidió viajar a la zona y lo hizo en compañía de Clara Rojas, su jefa de campaña, que también fue secuestrada en ese mismo acto. A su entender, ¿qué motivó este secuestro?
JCL - El gobierno colombiano le facilitó un vehículo para que se fuera. Si el gobierno no quería que fuera no debió haberle facilitado el vehículo. De hecho era un vehículo del gobierno y le había prohibido que se fuera en un helicóptero porque era del gobierno y los candidatos presidenciales no podían utilizar vehículos del gobierno. No la dejaron en los vehículos del gobierno que vuelan pero la dejaron en los vehículos del gobierno que van por tierra. Eso les facilitó el secuestro a las FARC. Ellos estaban en contra de que Ingrid fuera a San Vicente del Caguán porque en ese momento el presidente de la época, Pastrana, llegaba a reivindicar que las fuerzas militares colombianas habían hecho toma de esa población donde permanecieron los guerrilleros durante casi tres años negociando la paz con el gobierno colombiano. No querían que Ingrid llegara, por lo tanto le impidieron que se fuera por helicóptero pero le dieron un vehículo por tierra para que se fuera. Ellos la secuestraron como secuestran a cualquier colombiano, aquí secuestran todos los días a colombianos, y cuando se dieron cuenta de que era Ingrid la secuestraron con mayor razón porque era una candidata a la presidencia y ellos están en contra del movimiento democrático colombiano, quieren tomar el poder por la fuerza, por las armas, y Ingrid se lo quiere tomar por la vía democrática, por la vía legal.
AG - Ya han pasado cinco años del secuestro de su esposa, en estos años usted emprendió una campaña muy intensa en busca de la liberación de Ingrid Betancourt. ¿Cuál es su estado de ánimo y el de los demás secuestrados en Colombia al día de hoy?
JCL - La situación, no solo para mí sino para todos los familiares de secuestrados, es de absoluta soledad, hay una falta de solidaridad total por parte del gobierno, una falta de apoyo por parte del gobierno. Estamos aquí abandonados, estamos como en un sándwich, por un lado la guerrilla toma a nuestros seres queridos, y por otro lado el gobierno no nos apoya, todo lo contrario, nos da la espalda, no quiere negociar de ninguna manera a nuestros seres queridos y los deja que se pudran en la selva. Estamos realmente solos. Para notar esta soledad yo le digo a la prensa internacional que viene aquí que vaya los martes a la plaza de Bolívar, aquí en Bogotá, donde las mamás de los soldados y de los policías secuestrados realizan unas marchas. Yo voy una vez al mes a esa marcha, que se hace todos los martes de 10.30 a 11.30 de la mañana, donde se ve a diez, quince viejitas solitas gritando allí en la plaza, pasan los congresistas enfrente y no les dan ni siquiera el saludo, y es allí a espaldas de la casa del presidente, que tampoco les presta ningún tipo de atención.
AG - El secuestro de Ingrid lo puso a usted de lleno en la vida política colombiana, a lo cual no estaba habituado hasta el año 2002. A tal extremo que se convirtió en uno de los abanderados de familiares de secuestrados en Colombia.
JCL - Sí, el secuestro de mi esposa, Ingrid Betancourt, fue un secuestro político, no fue un secuestro extorsivo, y para tratar de resolver un secuestro político me ha tocado meterme en política. Yo hago muchas acciones en compañía de los familiares de los soldados y los policías porque es allí donde el tema se hace más evidente, porque esos soldados y policías fueron secuestrados poniendo el pecho, defendiendo la democracia, defendiéndonos a nosotros los colombianos. Fue el gobierno el que los envió, el que los armó, el que les dio la orden de ir al combate, pero una vez secuestrados, hechos prisioneros por las guerrillas de las FARC, son abandonados a su suerte. Hay soldados y policías que este mes de diciembre van a cumplir diez años de estar en cautiverio, lo cual es una irresponsabilidad total por parte de un gobierno cualquiera que sea que deje pudrir en la selva a un soldado que fue capturado por el enemigo cumpliendo con su deber. Lo abandona simplemente a su suerte, como si fuera un mercenario, y lo deja que se pudra en la selva por diez años.
AG - Volviendo al caso de Ingrid Betancourt, ¿alguna vez se comunicó directamente con ella en estos cinco años que lleva de cautiverio?
JCL - No, nunca.
AG - El 24 de julio de 2002 la guerrilla envió un video como prueba de vida, y en agosto de 2003 divulgó otra grabación similar. Ahora, hace poco más de un mes, el policía John Frank Pinchao, que se fugó de las FARC el 28 de abril pasado después de casi nueve años en cautiverio, dijo haber estado en contacto con su esposa. ¿Pudieron entrevistarse con Pinchao? ¿Qué les dijo sobre las condiciones de cautiverio de Ingrid?
JCL - Sí, después de una búsqueda de tres semanas logré entrevistarme con él aquí en mi casa. Eso fue justamente hace una semana, el pasado jueves, y me dijo que había estado con ella. Yo de hecho no le creo mucho de lo que dice, dice que estuvo tres años con Ingrid, pero en tres años con una persona las 24 horas del día en un espacio de unos 20 o 30 metros cuadrados tú logras conocer a esa persona a fondo, y lo que me comentó es básicamente lo que ha comentado a la prensa, no me comentó ningún detalle especial de Ingrid, de su historia, de sus hijos.
Me extrañó mucho que no me hablara de sus hijos, prácticamente me comentó lo que le ha dicho a la prensa, que ha tratado de escapar cinco veces, que la tratan muy mal, que la mantienen con una cadena al cuello las 24 horas del día, cosa que dudo mucho, porque sé que a los soldados y a los policías sí los encadenan porque son hombres de una edad en que se pueden escapar y están entrenados para eso, pero a los civiles tengo entendido que no los encadenan. Él dice que sí, que la mantienen encadenada las 24 horas, y que el último intento de escape duró cinco días caminando por el monte, que fue recapturada y que la castigaron fuertemente.
AG - ¿Usted cree que Pinchao no estuvo con ella?
JCL - Sí creo que estuvo con ella, pero no creo que haya estado los tres años. Hizo mucho énfasis en que los gringos estaban con ella sin que yo le preguntara, metió el tema de los gringos. Dijo que la guerrilla no la dejaba a Ingrid hablar con los gringos, pero estando en un espacio de 30 metros cuadrados, ¿cómo no se van a poder comunicar si están juntos? No sé, tengo mis reservas respecto de esas declaraciones del policía.
AG - Cuando dice los gringos, se refiere a tres ciudadanos estadounidenses que también permanecen detenidos.
JCL - Correcto. Supuestamente son los secuestrados más importantes, por lo que dicen, los tres norteamericanos e Ingrid Betancourt por tener la doble nacionalidad, colombiana y francesa. Yo creo mucho en el refrán (no sé si en Uruguay existe) que dice "no pongas todos los huevos en la misma canasta", y no creo que las FARC sean tan estúpidas de tener a los principales secuestrados en el mismo grupo.
AG - ¿Y qué incentivo tendría Pinchao para mentirle?
JCL - Eso de que a Ingrid la tratan muy mal, que la torturan, que la martirizan, que le racionan la comida, que tratan de abusar de ella es como para que nosotros los familiares nos desesperemos y aprobemos el rescate militar al cual nos hemos opuesto durante estos más de cinco años. Nos hemos opuesto a un rescate militar que el gobierno pretende que autoricemos porque los ejemplos nos dicen que cada vez que tratan de rescatar militarmente a un secuestrado político, ojo, porque el gobierno enreda la opinión pública, una cosa es un secuestrado en el sur de Bogotá por parte de una banda delincuencial, en esos casos la policía es muy eficiente, los sigue durante tres meses y lo logra rescatar, pero otra cosa es una secuestrada política valiosa como Ingrid, que está en la selva, que es controlada por la guerrilla con anillos de seguridad, con campos minados. La guerrilla se entera con dos o tres horas de anticipación de que viene el ejército, mata a los secuestrados, que ni siquiera tienen la posibilidad de un combate o de un enfrentamiento, y se va, y cuando llega el ejército encuentra a los secuestrados muertos. Eso es lo que sucede cuando intentan rescatar a los secuestrados políticos, ya ha pasado aquí en Colombia.
El gobierno mezcla en sus estadísticas los secuestros comunes que se realizan en Bogotá por parte de bandas delincuenciales y los exitosos rescates que ahí tienen con los intentos de rescate que han tratado de hacer de los secuestrados políticos. Pienso que el gobierno, a través de Pinchao, ha tratado de vendernos que la guerrilla maltrata mucho a Ingrid, que la tiene como una esclava, peor que en un campo de concentración nazi, para que nos desesperemos y le aprobemos el rescate militar que tanto anhela hacer.
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AG - En estas últimas horas ha habido un aluvión de anuncios vinculados con la lucha contra las FARC, en particular con relación a un intento del gobierno de Álvaro Uribe de promover lo que se conoce como un intercambio humanitario. ¿Cómo recibió la decisión de Uribe de habilitar la liberación de unos 200 guerrilleros de las FARC, entre ellos a Rodrigo Granda, el llamado "canciller" del grupo y una de sus principales figuras?
JCL - Es una cortina de humo para la opinión pública colombiana, pero en especial para la opinión pública europea y concretamente para Francia, como que el presidente Uribe está haciendo todo lo posible y que tiene la mejor voluntad para liberar a los secuestrados y está liberando unilateralmente a 200 guerrilleros. Pero él muy bien sabe, todos los periodistas colombianos saben, y creo que gran parte de la opinión pública colombiana sabe, que mientras no exista una negociación, mientras no exista una mesa en la que estén de un lado la guerrilla y del otro lado los emisarios del gobierno colombiano para realizar la negociación sobre el intercambio humanitario (quiénes salen, en qué condiciones, en qué términos, cuándo, cómo, dónde), no va a haber ninguna liberación de ningún secuestrado. Eso lo sabemos nosotros y lo que está haciendo el presidente Uribe en este momento es mostrar simplemente su buena voluntad, que nunca ha tenido, ya lleva cinco años en el poder. Eso obedece a que está recibiendo presiones internacionales. Hay soldados y policías que van a cumplir a fin de año diez años en la selva y él está simplemente vendiéndose como el buen samaritano que quiere liberar a sus compatriotas colombianos secuestrados.
En el caso específico de Granda, el presidente Sarkozy, el nuevo presidente francés, para tener una interlocución más directa con las FARC pidió a Granda porque desde hace tres años que el gobierno francés ha tomado cartas en este asunto, manda emisarios franceses que se internan durante dos o tres semanas en la selva para hacer contacto con el número dos de las FARC, Raúl Rey, hablar con él, y luego salir dos o tres semanas después caminando, en mula, en lancha de la selva. Para hacer esos contactos son misiones muy complicadas y riesgosas, en algunas de esas misiones el ejército colombiano, la inteligencia militar, sigue a los emisarios para emboscar a los guerrilleros cuando hagan contacto y tratar de capturarlos poniendo en peligro la vida de los emisarios. Entonces lo que ha querido el gobierno francés es tener una persona de gran estatus dentro de la organización de las FARC, como es el guerrillero Granda, que es el de mayor rango en las cárceles colombianas, tenerlo libre para tratar de tener una interlocución o un diálogo más directo sin tener que ir hasta la selva durante semanas y volver, para tener contactos más fluidos con la guerrilla, por decirlo así.
Pero la liberación de los 200 guerrilleros es una cortina de humo. Aquí el gobierno colombiano ha estado muy tocado por un escándalo que se llama de la parapolítica, hay 19 entre congresistas, senadores, gobernadores y alcaldes, todos ellos apoyaron a Uribe durante su campaña y están en las cárceles por sus vínculos con los paramilitares, y parece que el presidente los va a excarcelar, va a pasar un proyecto de ley de perdón y olvido para excarcelarlos, y ahí también van los guerrilleros. Es una jugada muy inteligente, ya he visto titulares en periódicos como El País de España "Presidente Uribe da los primeros pasos para la liberación de los secuestrados", pero nosotros los familiares de los secuestrados y muchos colombianos y todos los periodistas colombianos sabemos que eso no es así. Mientras no exista una negociación directa con la guerrilla, sentados en una mesa guerrilla y gobierno colombiano, no va a haber ninguna liberación de ningún secuestrado.
AG - Pero Astrid Betancourt, hermana de Ingrid, dijo esta semana, después de reunirse con el presidente francés Sarkozy: "En estos cinco años hemos vivido momentos de esperanza, pero la coyuntura actual hace que todo se presente de manera favorable. Es un momento histórico para el gobierno colombiano y la guerrilla, que pueden mostrar al mundo que desean ese acuerdo humanitario". ¿Cómo se entiende esta visión tan optimista?
JCL - Hace cuatro años Uribe llevó a Astrid, la hermana de Ingrid, y a Yolanda a su oficina y les dijo que a Ingrid la iban a soltar donde el río Putumayo desemboca en el Amazonas, ya en territorio brasileño, y ellas salieron corriendo y se lo dijeron al gobierno francés. El gobierno francés envió un avión y lo parqueó en Manaos. Yo les advertí que era una trampa, me tocó de todas maneras irme allá, a esa población que se llama San Antonio de Isa, y permanecí quince días. No pasó nada, todo eso fue una trampa que le tendió el presidente Uribe a la familia de Ingrid, a la hermana y a la mamá, porque a mí no me invitaron a esa reunión.
Y por intermedio de ellas también cayó en esa trampa el gobierno francés, y se creó un roce diplomático porque los franceses aterrizaron en Manaos sin pedir permiso al gobierno brasileño... Se armó una trama grandísima. Esto puede ser otra trampa parecida a la que pasó hace cuatro años exactamente.
AG - Usted no viajó a Francia con esta delegación familiar de Ingrid, ¿pero considera que es auspiciosa esta participación tan pública del presidente francés Sarkozy en esta situación? Porque el presidente francés resolvió llevar el tema de Ingrid Betancourt directamente a la reunión del G-8 que se estaba desarrollando estos días en Alemania. Eso le da una presencia pública al tema que debería ser positiva a la hora de buscar la liberación.
JCL - Yo para con el gobierno francés no tengo sino agradecimiento, ellos no solo han tratado de liberar a Ingrid sino que se han metido en este tema de los más de 3.000 secuestrados que hay en Colombia. Es el único país que ha estado empujando esto, que ha tratado de que las partes se acerquen, que el gobierno colombiano se acerque a las FARC y se sienten a negociar en una mesa el intercambio humanitario. El presidente Uribe liberó unilateralmente a 200 guerrilleros colombianos como una cortina de humo que ya le expliqué, el pedido del presidente francés es la liberación de Granda, ellos están haciendo todo lo posible, llevaron el tema de los secuestrados colombianos y de Ingrid Betancourt al G-8 para volver el tema más visible, para que pase a una instancia mayor y se resuelva lo antes posible. Francia está metida de lleno.
AG - Usted ha dicho que la presencia de Francia le brinda algún tipo de garantía o de expectativas sobre la liberación.
JCL - Es la única oportunidad que tenemos.
AG - También se ha manejado mucho la situación de Clara Rojas, la jefa de campaña de Ingrid Betancourt, se ha manejado la posibilidad de que su liberación esté vinculada con este hecho que se confirmó hace poco tiempo, que tuvo un hijo con un guerrillero mientras estaba en cautiverio, un hijo que ahora tiene 3 años y se llama Emmanuel. ¿Esta situación humanitaria podría presionar a las FARC para su liberación?
JCL - Granda salió a decir anoche, yo lo vi en televisión, que no volvamos al tema de Emmanuel, el hijo de Clara Rojas, como una manipulación de las emociones de los colombianos porque muchas guerrilleras han tenido hijos en las cárceles y los están criando en condiciones como aquellas en las que Clara Rojas está criando a su hijo en la selva, privada de la libertad. La guerrilla colombiana es insensible, no tiene el más mínimo destello de humanidad, no va a ceder ante ninguna presión emocional de que el hijo de Clara nació en cautiverio, aquí algunos canales de televisión hace una semana empezaron una campaña para liberarlo, cuando hace dos años que sabemos de este hijo (hace dos años salió un libro sobre el tema). La única alternativa que tenemos para lograr la liberación de los secuestrados en Colombia y de mi esposa es lo que pueda hacer el gobierno de Francia. El presidente colombiano ya lleva cinco años en el poder, le faltan tres más y no ha hecho ni va a hacer nada por los secuestrados, por sus compatriotas, por sus soldados que fueron capturados en combate con la guerrilla y que van a cumplir a fin de año diez años secuestrados. Este es un gobierno irresponsable, totalmente insolidario con los secuestrados y sus familias.
AG - Usted insiste en el tema de la negociación...
JCL - No soy yo, son las FARC las que insisten con la negociación.
AG - Las FARC piden la excarcelación de 500 guerrilleros.
JCL - No, el último acuerdo humanitario, la última negociación que hubo en Colombia fue en junio de 2001, con el presidente Pastrana, hace exactamente seis años. Salieron 14 guerrilleros por 300 soldados y policías. Eso que han inventado, que están pidiendo la liberación de 500 guerrilleros es mentira, que se sienten en una mesa y empiecen a discutir.
AG - Le iba a preguntar por ese caso cuando el presidente era Andrés Pastrana. Ya se habían despejado los municipios de Caguán y de Meta para emprender negociaciones con las FARC, pero finalmente fracasaron.
JCL - Fracasaron las negociaciones de paz, pero para mí no es un fracaso que se haya liberado a 300 soldados y policías, para mí fue una gran victoria. Se cambiaron 14 guerrilleros por 300 soldados y policías. Hace dos años hubo un despeje que les dieron a los paramilitares en una zona que se llama Santa Fe de Realito, en el departamento de Córdoba, donde hablaron de paz entre los paramilitares, y era una zona desmilitarizada, estaban los paramilitares con orden de captura allí y las autoridades no los podían aprehender. Es lo mismo que estamos pidiendo. En la pasada que hubo con Pastrana no hubo paz en Colombia, se dañó la negociación de paz, pero hubo liberaciones, hubo 300 soldados y policías liberados por 14 guerrilleros.
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Edición: Mauricio Erramuspe