Es difícil identificar vencidos y vencedores después de casi dos semanas de negociaciones sobre cambio climático en Bonn.

Si los europeos encuentran que se ha avanzado en la recomposición de la confianza entre los negociadores, los latinoamericanos por un lado festejan el protagonismo ganado por la región a través de la nueva secretaria ejecutiva de la ONU (la costarricense Christiana Figueres) al tiempo que se sienten ignorados por la redacción del documento final, según declaraciones del representante de Bolivia Pablo Solón.

Hace dos días, el arquitecto Jorge Patrone, presidente de la delegación uruguaya y subsecretario del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, indicó que durante la reunión en Alemania los políticos tenían que trabajar sobre la recuperación de la confianza entre los negociadores. Varios delegados de la región consultados por El Espectador entienden que allí se produjeron pocos avances, ya que el texto final todavía necesita mucho trabajo para que sea satisfactorio tanto para la región como para el grupo en el que están metidos todos sus países, el G77 más China, el más numeroso en Naciones Unidas.

Uruguay logró un gol de último minuto en el complicado cierre de Bonn. En pocas semanas se convertirá en el primer país no industrializado en presentar la tercera Comunicación Nacional sobre Cambio Climático, lo que fue reconocido por los delegados presentes.

El principal objetivo de esta reunión era dejar listo un documento no definitivo de cara a la conferencia de diciembre en Cancún y seguir trabajando para que se acordaron dos reuniones previas más: una en agosto, en Alemania, y otra en octubre, en China.

La propuesta latinoamericana (a través del G77 más China) fue mantener la vigencia de Kioto a través de un segundo período (2013-2017), tratando de que en Cancún se llegue a acuerdos.

Solón entiende que las conclusiones de Bonn no fueron buenas. "Se borraron del documento final los pedidos de la región y las conclusiones del encuentro en Cochabamba. No podemos avalarlo porque la presidencia de la asamblea –que armó el documento– tenía que haber sido el árbitro en todo esto pero tomó parte por los países más industrializados", aseguró en conferencia de prensa.

"El camino a Cancún es largo y difícil", afirmó por su parte Patrone a El Espectador.

En tanto, el saliente secretario ejecutivo, Ivo de Boer, entiende que el borrador presentado en Bonn supone un acercamiento entre las partes en los temas de reducción, adaptación, transferencia de tecnología y financiamiento.

La última jornada estuvo marcada por el comienzo del Mundial en Sudáfrica. La reunión final se apuró, varios delegados concurrieron con las camisetas de sus selecciones y las ONG armaron un partido de fútbol en la entrada del Hotel Maritim, instando a los líderes a buscar "goles" en esta materia.

Foto: flickr/Unfccc