Acciones de Gobierno para preservar el Acúifero Guaraní
El Acúifero Guaraní es uno de las mayores reservas de agua del mundo y comprende cerca de la tercera parte del territorio uruguayo.
Las acciones emprendidas por el Gobierno para su preservación son consideradas absolutamente insuficientes por parte de expertos y organizaciones.
Afirman que no hay estudios sobre las consecuencias de la forestación sobre la cantidad y la calidad de las aguas. A su vez señalan los peligros que representa la extranjerización de la tierra para la soberanía sobre el vital recurso hídrico.
El denominado Sistema Acuífero Guaraní es uno de los reservorios de agua subterránea más grandes del mundo, que comprende una extensión total de 1 190 000 km 2.
Distribuido en los territorios de cuatro países, comprende casi el 10% de la superficie de Brasil, el 8% de Argentina, el 17% de Paraguay y casi el 30% de Uruguay, unos 55.000 KM 2
Su profundidad es muy variable y va de 50 metros hasta más de 1500 metros.
El agua subterránea del Sistema se aloja en formaciones geológicas de entre 130 y 200 millones de años de antigüedad.
El país que más lo explota es Brasil, que abastece gracias al acuífero a entre 300 y 400 ciudades. Paraguay registra unos 200 pozos destinados principalmente a uso humano, en tanto que Uruguay tiene alrededor de 150 pozos de abastecimiento público, algunos destinados a la explotación termal.
Se calcula que posee en total unos 37000 km3 de agua, aunque solo se pueden explotar de 40 o 80 km3 en las zonas de recarga.
Para tener una real magnitud de la importancia de este recurso, vale decir que solo el 2,5% del agua del planeta es dulce y por lo tanto de uso humano. Se calcula que en 20 años, el 80% de la humanidad la mayoría en los países del tercer mundo van a sufrir la falta de este vital elemento.
Ya hoy en día el 25% de la humanidad entre ellos 80 millones de latinoamericanos carecen de agua, y mientras un habitante de estas regiones usa un promedio de 20 litros de agua al día y un estadounidense más de 600.
Es por eso que los países del MERCOSUR resolvieron hace algunos años emprender acciones para asegurar su control sobre este recurso.
Desde 2004 está en marcha el Proyecto Sistema Acuífero Guaraní, un grupo de alto nivel que asegure el derecho de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay sobre las reservas bajo su subsuelo.
Todo esto frente a ciertas teorías que circulan en el primer mundo que le asignan al agua la condición de "recurso de la humanidad".
Además de los Gobiernos de los respectivos países, este programa cuenta con el apoyo del Banco Mundial, la OEA, Holanda, Alemania y la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Desde el Poder Ejecutivo se reconoce que ésta es la actividad más importante que realiza Uruguay para preservar sus reservas de agua.
El director nacional de Sanidad y Agua, José Luis Genta, dijo a El Espectador que los cuatro países acordaron darle a este proyecto una institucionalidad permanente, además de existir un acuerdo de trabajo sobre las diferentes actividades planteadas dentro del proyecto.
Genta señaló que Uruguay tiene varios proyectos piloto, como por ejemplo los de Rivera Livramento y Salto Concordia.
Pero para algunos expertos y organizaciones sociales, las acciones gubernamentales son absolutamente insuficientes.
Por ejemplo, la organización Redes Amigos de la Tierra, que desde el año 2002 sigue de cerca el tema de las aguas superficiales y subterráneas en el Uruguay.
Una de sus integrantes, la socióloga María Selva Ortiz dijo a El Espectador que a partir de la Reforma Constitucional del Agua quedó establecido que los recursos hídricos deben gestionarse en forma integral.
Esto implica que el cuidado del territorio está directamente relacionado con la calidad y cantidad de agua, y es por eso que la acción que se emprenda sobre el territorio va a repercutir sobre el vital elemento.
De ahí, según Ortiz, la preocupación que existe sobre las zonas de recarga del Acúifero Guaraní, ubicadas en territorio nacional.
Ortiz señaló que no se han tomado medidas ni realizado estudios sobre por ejemplo, el impactó que tendrá la forestación sobre los recursos hídricos....
"Nosotros tenemos alrededor de 522.000 hectáreas en Uruguay que son zonas de recargas de ese acuífero y la preocupación más grande que hemos tenido y hemos denunciado durante todos estos años es que al 2008 teníamos más del 50% de esa zona de recarga del Acuífero Guaraní forestada. Eso es una preocupación muy grande porque sabemos por estudios que hay en otros países el grave impacto que tiene en las aguas superficiales y en las aguas subterráneas la forestación; no solamente en la cantidad sino también en la calidad por la cantidad de agrotóxicos que se utilizan en los emprendimientos forestales", afirmó.
Ortiz señaló que la mayoría de las zona de recarga del Acuífero Guaraní está ubicada en la cuenca del río Tacuarembó, estratégica además ya que es la que mayor caudal lleva al río Negro previo a las tres represas de ese río, por lo que es clave para la matriz energética nacional.
La especialista afirmó que todas las nacientes de esa cuenca están siendo hoy por hoy forestadas.
Según Ortiz en Argentina y en Brasil se ha comprobado una merma notoria en la cantidad y en la calidad de las reservas de agua justamente por la forestación y la acción de los agrotóxicos.
Afirmó que los riesgos pueden ser muy graves y el mayor problema es que no hay estudios al respecto.
Para Ortiz, los riesgos y la falta de estudios ameritarían acciones inmediatas por parte del Ejecutivo, por ejemplo suspender la forestación.
Otro problema, según afirma, es que en su mayoría, las zonas de recarga no están en manos de uruguayos sino de extranjeros: brasileños, chilenos, canadienses, forestales del primer mundo y hasta el fondo de pensión de los Bomberos de Nueva York.
Para Ortiz, allí también surge un problema de soberanía. "Hay un proyecto de ley que está hoy en estudio en nuestro parlamento que es para que los extranjeros no puedan tener tierras en la zona fronteriza. Brasil inclusive está manejando un proyecto de ley para que extranjeros nos puedan seguir comprando tierras en Brasil y revertir proceso justamente porque eso quita, a la larga, la posibilidad de decisiones de qué hacemos con nuestro territorio y por dónde llevamos el tema agrícola, la explotación de la tierra y la producción".
Este aspecto fue rechazado por el director Genta, que afirmó a El Espectador que el uso del agua está perfectamente reglamentado.
"El agua subterránea es de dominio público, por lo tanto nadie, aunque tenga la propiedad del suelo tiene derechos previos sobre el agua. Tiene que solicitarlo y tiene que ser autorizado por la autoridad de agua. Y esa solicitud tiene que ser para determinado fin que sea válido para la gestión del acuífero. Se ha hecho con las aguas termales", explicó.
Por lo pronto, en agosto tendrá lugar una nueva edición del Censo Nacional Agropecuario.
Según los últimos datos disponibles, del año 2000, un 17% del territorio nacional estaba en manos extranjeras, sin contar las sociedades anónimas.
A nivel del Ejecutivo existe la voluntad de, en el correr del año, aprobar finalmente la ley que prohíba la compra de tierras en la frontera por parte de los extranjeros.