Asambleístas disconformes con acuerdo por monitoreo del río
Los asambleístas de Gualeguaychú no están conformes con el acuerdo alcanzado entre los gobiernos de Uruguay y Argentina para el monitoreo ambiental del río Uruguay.
Los activistas se concentraron este jueves frente a la embajada de
Finlandia, en Buenos Aires, para realizar una protesta. Además,
solicitaron una nueva reunión con el canciller argentino, Héctor
Timerman.
En Uruguay, senadores y diputados analizarán una convocatoria al Parlamento del canciller Luis Almagro.
Es
una jornada de repercusiones en Argentina tras el acuerdo que
alcanzaron José Mujica y Cristina Fernández con los respectivos
cancilleres.
Por un lado, los asambleístas de Gualeguaychú
rechazaron el convenio binacional y protagonizaron dos hechos: una
marcha a la embajada finesa en Capital Federal y la solicitud de
entrevista con el canciller de ese país, Héctor Timerman.
A las
7:30 horas salió un ómnibus y varios automóviles particulares desde
Gualeguaychú hasta la sede diplomática. Se concentraron en la vía
pública y leyeron una proclama.
En el texto leído, los
asambleístas señalaron que "los países del norte están empeñados en
sacarse de encima las industrias contaminantes".
Dirigiéndose a
la embajadora finesa en Buenos Aires, la proclama señaló: "Usted debe
saber que nunca le daremos licencia social a este emprendimiento ilegal y
contaminante, y que lucharemos por todos los medios pacíficos posibles
hasta lograr su desmantelamiento o su relocalización fuera de la Cuenca
del Río Uruguay".
Además, los asambleístas condenaron al
gobierno de Uruguay por su "violación" a las normas que regulan las
actividades del cauce compartido
Asimismo, acusaron a Finlandia
como "culpable de favorecer y formar parte de este emprendimiento
contaminante y como culpable también de los problemas que UPM causa en
la zona".
El asambleísta José Pouler dijo a El Espectador que lo
convenido entre Uruguay y Argentina no fue lo que conversaron semanas
atrás con Timerman.
Pouler señaló que desean conocer "la letra
chica" de los términos del control ambiental y le pedirán a Timerman que
la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú pueda designar a un
veedor que se integre a la delegación científica argentina encargada del
monitoreo.
"Según nos decía nuestro canciller, el monitoreo iba a
ser continuado en Botnia y lo que se ha logrado es un monitoreo del río
Uruguay -al que la verdad que nos enorgullece que el río no se
convierta en un riachuyelo-, pero en lo que nos atañe a nosotros que son
los efectos aéreos que llegan a Gualeguaychú el continuo lograría
evitarlo porque lo marcaría enseguida. Esto de entrar 12 meses al año,
que puede ser una vez al mes, o seis veces un mes, seis veces otros mes
y después no entrar la verdad que está lejos de lo que nosotros
aspirábamos", afirmó Pouler.
El 19 de agosto caduca el plazo de
60 días de levantamiento del corte de la Ruta 136 que comunica con el
puente internacional General San Martín.
En una nueva asamblea
que se celebrará en esa fecha, los asambleístas determinarán si la
suspensión del corte continúa o si vuelven a la ruta.
Por su
parte, Raúl Estrada Oyuela, ex encargado de Asuntos Ambientales de la
Cancillería de Argentina, dijo que es "bastante poco lo que se avanzó"
desde el 2 de junio, fecha en la que se reunieron los presidentes en la
estancia de Anchorena.
Luego de conocer el acuerdo firmado,
Estrada Oyuela afirmó que el plan de trabajo no está claro: "No está
dicho todavía" y tampoco "está dicho qué es lo que se va a monitorear"
en el río Uruguay.
Según el ex representante para negociaciones
ambientales de la Cancillería argentina, "lo único que se presenta es
esta idea de un comité de cuatro científicos, el trabajo para hacer es
para mucho más que cuatro personas.".
En cuanto a cómo se
llevará a la práctica el monitoreo, los gobiernos acordaron que en 30
días se conformará en el seno de la Comisión Administradora del Río
Uruguay (CARU) un "comité científico" integrado por dos técnicos
uruguayos y dos argentinos, que serán elegidos por cada país.
El
trabajo del comité será el de efectuar un control medioambiental del río
Uruguay y "todos los establecimientos industriales, agrícolas y centros
urbanos que vuelcan sus efluentes al Río Uruguay y sus áreas de
influencia".
Según el acuerdo, cuando el monitoreo se realice
en la franja costera uruguaya, las acciones estarán a cargo de la
Dirección Nacional de Medioambiente (Dinama) y el comité científico de
la CARU. Los procedimientos se guiarán por la normativa de la CARU y la
legislación uruguaya.
En la margen argentina, el control estará a
cargo de las autoridades medioambientales de las provincias analizadas,
acompañadas por la delegación científica de la CARU. En ese caso, los
procedimientos deberán respetar las normas provinciales del Estado
argentino y de la CARU.
El presidente de la delegación uruguaya
ante la CARU y presidente de la CARU, Eugenio Lorenzo, explicó a El
Espectador que en el caso de Argentina son los organismos de las
provincias fronterizas los que actuarán.
Se trata de Entre Ríos en la zona sur y Corrientes en la zona norte que limita con Uruguay.
Al
realizar las tareas de control, el organismo de cada país y el comité
científico de la CARU tomará muestras por duplicado del agua y el aire.
Una de las muestras será entregada "en el acto" a la CARU.
El
acuerdo implica que se utilicen "sensores" y las "innovaciones
científicas y tecnológicas" necesarias para estudiar los efluentes
líquidos y emisiones gaseosas que puedan llegar al cauce del Río
Uruguay.
Lorenzo explicó las tareas del comité científico binacional.
"Este
comité reportará los resultados que obtenga y las repercusiones que
obtenga a la CARU para que a su vez lo comunique a los estados partes de
modo tal de que si hubiera alguna acción que fuera conveniente y
necesario implementar a partir de los resultados que este comité obtiene
se traslade a la parte que corresponda", afirmó Lorenzo.
En
otro punto del acuerdo, los gobiernos establecen que habrá hasta 12
ingresos por año a los establecimientos ubicados en las dos márgenes del
río. La Dinama ya ingresa un vez por mes a UPM.
Los resultados
de los análisis serán públicos, aunque se respetarán "los tiempos
científicos". Los resultados de los estudios deberán ser elevados por
el comité científico a la CARU para que, a su vez, este órgano lo remita
a los Estados parte del convenio.
El último punto del acuerdo
binacional señala que el monitoreo del comité científico de la CARU
comenzará por la planta de UPM, en Fray Bentos y por la desembocadura
del Río Gualeguaychú en el Río Uruguay.
Después seguirá por un
establecimiento en Argentina elegido por el gobierno uruguayo. A partir
de entonces, continuará en uno y otro país de manera alterna.
La
CARU establecerá el cronograma de ingresos y estudios que se llevarán a
cabo de otros emprendimientos a orillas del río una vez que finalicen
los análisis del tramo donde se ubica UPM y la desembocadura del Río
Gualeguaychú en el río Uruguay, dijo Lorenzo.
El funcionario explicó la importancia de comenzar el monitoreo por esta zona.
"En
este tramo, si uno pensara un tramo que va desde el puente San Martín
hasta la zona de Las Cañas, claramente los dos aportes principales que
está recibiendo el río en ese caso son sobre la margen uruguaya la
descarga de los efluentes industriales de la planta Orión y sobre la
margen derecha los aportes del Río Gualeguaychú que recoge una amplia
zona de uso agrícola, urbana de la ciudad de Gualeguaychú y también de
industrias en torno a ellas", indicó Lorenzo.
Desde el gobierno
se observa que el acuerdo es favorable a Uruguay. Según fuentes del
Poder Ejecutivo, el acuerdo firmado es un "calco" de la contrapropuesta
enviada el miércoles para el análisis de Argentina.
Una fuente
del gobierno explicó a El Espectador que el éxito del pacto binacional
radica en que no hay un ingreso "intempestivo" a UPM, sino que se hará
una vez por mes, sólo con científicos y bajo la tutela de la Dinama.
Para
ello se aceptarán los parámetros que maneje esta repartición del
Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente,
motivo por el cual, Uruguay continúa teniendo el control de la situación
y no pasa a ser de Argentina.
Para Lorenzo, el acuerdo entre los gobiernos "no es innovador" porque el ingreso a la planta ya se realiza.
"No
estamos haciendo más de lo que habitualmente se hace", dijo, aunque
aclaró que "había poco ejercicio" en el envío de la información sobre
los efluentes vertidos en el cauce compartido.
Luego del viaje a
Argentina, el presidente José Mujica aseguró que se logró un "acuerdo
básico" con ese país, que "le da conformidad a las dos sociedades y los
dos gobiernos", asegurando que la jornada de este miércoles no es
"histórica", sino de "historieta".
En tanto, el canciller Luis
Almagro reunió en la sede ministerial a los líderes de la oposición, a
quienes explicó el acuerdo a fin de mantener unido el frente interno. En
líneas generales, hubo conformidad con la información recibida, según
declararon Luis Alberto Lacalle, Pedro Bordaberry y Pablo Mieres.
Los
diputados y senadores de las comisiones de Asuntos Internacionales
analizarán la próxima semana una convocatoria al canciller al
Parlamento. "Será de orden", dijo el senador colorado Ope Pasquet, quien
exhibió beneplácito por el acuerd