En Cancún se reaviva la lucha contra el cambio climático
La conferencia anual de Naciones Unidas sobre el cambio climático abrió este lunes en Cancún (este de México) dos semanas de negociaciones internacionales destinadas a devolver la credibilidad a un proceso debilitado por el fracaso del año pasado en Copenhague.
De los más de 190 países miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), 132 estaban presentes en la ceremonia de apertura, organizada en un lujoso hotel de esta localidad costera mexicana, donde tendrá lugar la negociación hasta el 10 de diciembre.
"Los recibe un país que, como todos los de la región, es de los que más padecen los efectos del cambio climático", afirmó el presidente mexicano, Felipe Calderón.
"El cambio climático ya es (...) una realidad y está teniendo muy graves consecuencias para nosotros y para el planeta", afirmó, refiriéndose a las dramáticas inundaciones que devastaron de Pakistán y a la ola de calor e incendios forestales sin precedentes que vivió Rusia este verano boreal.
Estos son "fenómenos que afectan más a la gente más pobre y la hacen todavía más pobre", subrayó.
"Durante las próximas dos semanas aquí en Cancún los ojos del mundo estarán puestos en ustedes", lanzó el presidente a los negociadores que le escuchaban.
"Necesitamos tejer un tapiz de esfuerzos mucho más rico, un tapiz lleno de agujeros no funcionará, y los agujeros sólo se pueden llenar con acuerdos", consideró por su parte la costarricense Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la CMNUCC.
La conferencia del año pasado en Copenhague debía forjar un acuerdo para proseguir y mejorar la lucha mundial contra el calentamiento global a partir de 2012, fecha en que expiran los compromisos del Protocolo de Kioto.
Sin embargo, concluyó con la adopción de un decepcionante texto no vinculante, negociado a última hora por un puñado de jefes de Estado, que propuso limitar el alza de la temperatura del planeta a dos grados centígrados, sin detallar los medios para lograrlo.
Un nuevo fracaso este año sería fatal para el proceso. Organizadores y negociadores están decididos a lograr resultados aunque sean parciales, para avanzar de cara a la próxima conferencia de Durban (Sudáfrica), a finales de 2011.
Sin embargo, algunos de los participantes ya han expresado su preocupación de que Cancún siga la dinámica de Copenhague, cuyo resultado rechazan numerosos países -entre ellos Bolivia, Venezuela y Cuba- por no haber sido negociado por la totalidad de los países.
"Se tiene que preservar la regla del consenso para que nunca más existan reuniones de grupos por fuera de los que establece la Convención" para "evitar que lo que ocurrió en Copenhague (...) con un documento que ni siquiera había sido ampliamente conocido y discutido por las partes, se vuelva a repetir", reiteró el embajador de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón.
Pero la canciller mexicana, Patricia Espinosa, aseguró que "el gobierno mexicano seguirá trabajando con absoluta transparencia y con un sentido de inclusión en todas las consultas". "Mantendremos informadas a todas las delegaciones de cómo se están dando las negociaciones", afirmó en rueda de prensa.
Por su parte, la ministra danesa de Medio Ambiente, Lykke Friis, cuyo país presidió la conferencia del año pasado, consideró que "Cancún sólo será un éxito si logra un resultado equitativo", que beneficie a países ricos y pobres.
Espinosa anunció que unos 25 jefes de Estado confirmaron su participación en la recta final de la conferencia, los días 9 y 10 de diciembre.
Entre ellos destacan, los presidentes venezolano Hugo Chávez, boliviano Evo Morales, colombiano Juan Manuel Santos, costarricense Laura Chinchilla, guatemalteco Alvaro Colon y ecuatoriano Rafael Correa. Pero no estará presente el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, que anuló su participación "debido a la pesada agenda interna que debe cumplir" en Brasil antes del fin de su mandato el 1 de enero.