Clima: Ban Ki-moon advierte contra fracaso en Cancún
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, advirtió ayer que la comunidad internacional no está haciendo lo suficiente para luchar contra el calentamiento global y exhortó a los países a que lleguen a acuerdos en la conferencia sobre el clima de Cancún (México).
En un enfático discurso ante el plenario de la cumbre, en presencia del presidente de México, Felipe Calderón, Ban Ki-moon recordó la advertencia de los científicos sobre los efecto irreversibles del calentamiento global.
"La naturaleza no esperará mientras nosotros negociamos", afirmó. "El mundo, particularmente los pobres y vulnerables, no pueden permitirse el lujo de esperar un acuerdo perfecto", enfatizó.
"Estoy profundamente preocupado porque nuestros esfuerzos hasta ahora han sido insuficientes; a pesar de los muchos años de negociación no estamos al nivel de los desafíos", afirmó Ban ante los representantes de más de 190 países.
"Cancún tiene que representar un avance significativo", exhortó.
Según los negociadores, reunidos en Cancún desde el 29 de noviembre y hasta el próximo viernes, las conversaciones han realizado progresos en cuestiones menores pero las decisiones más complejas -entre ellas los compromisos de recorte de emisiones de gases de efecto invernadero- han sido dejadas para más adelante.
"El balance de las negociaciones es alentador, aunque quedan retos importantes por superar", afirmó por su parte Calderón, recordando que "miles de millones de seres humanos esperan una respuesta clara" de esta conferencia.
La negociación respiraba un ambiente de optimismo moderado, alentada por una predisposición de China a flexibilizar sus posturas en cuestiones que bloquearon conferencias anteriores.
En opinión de Ailun Yang, ecologista china de Greenpeace, esto representa un "movimiento real por parte de China e impondrá presión a otros actores", como Japón y Estados Unidos, para que cedan en sus posiciones.
En los últimos días se han multiplicado los llamados a que Estados Unidos asuma un compromiso ambicioso y claro.
El presidente estadounidense Barack Obama prometió el año pasado en la conferencia de Copenhague que Estados Unidos recortaría en 2020 sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 17% respecto a los niveles de 2005.
Pero no logró que la ley correspondiente fuese aprobada por el Senado, una situación que se ve agravada por la victoria republicana en las elecciones del 2 de noviembre.
Por su parte el enviado especial de Estados Unidos para el cambio climático, Todd Stern, consideró que "ha habido un progreso" en la negociación de Cancún.
El borrador en el que trabajan los negociadores "no es todavía adecuado, pero representa un paso en la buena dirección. Si podemos seguir avanzando unos pasos más, podemos llegar" a acuerdos, estimó.
El complicado rompecabezas de aspiraciones tiene que resolverse antes del viernes, cuando la conferencia de la ONU prometió resultados que van desde la reducción de emisiones de los gases nocivos, a financiamiento para que los países pobres enfrenten el problema, transferencia de tecnología y conservación de los grandes bosques del planeta.
Sin embargo, ninguna de estas decisiones será posible si los negociadores no logran salvar el principal escollo de esta conferencia: la prolongación del Protocolo de Kioto, cuyo primer periodo de compromisos expira a finales de 2012.
En las calles de Cancún, miles de personas movilizadas por la organización internacional Vía Campesina participaron en una kilométrica marcha para protestar contra el cariz de esta negociación internacional.
"Este acuerdo va más cerca de satisfacer los intereses de las corporaciones que lo que demanda la realidad climática del planeta", denunció el salvadoreño Ricardo Navarro, de la ONG Amigos de la Tierra.
Fuente: AFP / Por Anna Cuenca