Un mal año para el planeta
Este año trajo consigo grandes catástrofes y alteraciones radicales en el medio ambiente, así como un congreso sobre Cambio Climático que no llegó a los objetivos esperados.
El año comenzó con un terremoto registrado el 12 de enero en Haití, el país más pobre de América. Fue el sismo más fuerte acaecido en la zona desde 1770 y fue percibido en países de la cercanía como Cuba, Jamaica y República Dominicana. Habiendo provocado cerca de 300 mil muertos, más de 250.000 heridos y dejado sin hogar a un millón de personas, es considerado como una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia.
El seísmo alcanzo una magnitud de 7 en la escala de Richter y, debido al estado derruido, la pobreza y la parquedad de los recursos sanitarios favorecieron al aumento de número de víctimas.
Chile también sufrió uno de los sismos más grandes de su historia el 27 de febrero, con epicentro en el mar chileno. Este terremoto, de 8,8 en la escala Richter, afectó al 80% del territorio chileno y fue calificado como uno de los mayores terremotos producidos en el mundo. Se registraron más de 500 fallecimientos, muchos de ellos ocasionados por el tsunami que afectó la costa de forma posterior al sismo. Otros países como Turquía, China, México, Afganistán, Irán y Nueva Zelanda también padecieron terremotos.
La erupción del volcán Eyjafjallajökull, el 14 de abril, en Islandia, fue producto de una actividad sísmica iniciada a finales de 2009. Ceniza volcánica contaminó varios kilómetros de la atmósfera, conllevando al cierre del espacio aéreo de gran parte de Europa y la pérdida de 4.000 millones de euros por la cancelación de vuelos.
Por su parte, el vertido de petróleo de la plataforma de BP Deepwater Horizon, en el golfo de México, frente a las costas de Nueva Orleáns, fue el mayor vertido accidental de petróleo en el mar de la historia. Desde el 20 de abril, fecha en la que estalló la plataforma, han salido de las tuberías de BP casi cinco millones de barriles de petróleo.
Este año que finaliza fue uno de los tres años más calurosos desde que existen registros, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). La temperatura media ha sido 0,46º superior a la del promedio de 1961-1990, y 2010 ha sido, junto con 1998 y 2005, el año más caluroso.
En un esfuerzo por mitigar las consecuencias del Cambio Climático, se celebraron reuniones políticas entre las cuales se destaca la cumbre de Cancún. Dos semanas de juntas sólo lograron un frugal acuerdo para reducir emisiones contaminantes que dificultan la meta de que la temperatura no aumente más de dos grados a finales de siglo para prevenir futuras catástrofes ambientales.