Lluvia extrema y urbanización provocaron desastre en Rio
La mayor tragedia natural provocada por la lluvia en décadas en Brasil, ocurrida la madrugada del miércoles en una turística área montañosa de Rio de Janeiro, fue producto de lluvias extremas y de la urbanización irresponsable, dijeron este jueves expertos y autoridades.
Tres municipios distribuidos en valles rodeados de altas montañas, tradicionales lugares de veraneo hacia los que huyen del calor de Rio de Janeiro, se convirtieron en pocas horas, en la madrugada del miércoles, en un escenario de devastación, con masivos aludes de lodo y agua, que provocaron más de 400 víctimas mortales, en un balance que aumenta hora a hora.
"Tras días lloviendo continuamente, tuvimos una lluvia absolutamente extraordinaria. En ocho horas llovió lo previsto para todo el mes y eso provocó avalanchas con piedras y tierra, que fueron ladera abajo, llevándose las casas por delante", explicó a la AFP el coordinador del laboratorio de Hidrología de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Paulo Canedo.
Casas de lujo, posadas de veraneo, barrios de clase media y comunidades pobres, unos autorizados y otros ilegales, pagaron con la misma intensidad la furia de la montaña y la lluvia.
"Fue una tragedia natural, potenciada por la urbanización irregular, que fragiliza la naturaleza, aumenta el número de víctimas y ayuda a promover las avalanchas, porque una casa derrumbada aumenta ese alud ladera abajo", dijo.
En palabras del secretario de Medio Ambiente del Estado de Rio de Janeiro, Carlos Minc: "Lo que ha ocurrido es una combinación de catástrofe natural con la irresponsabilidad histórica de varios alcaldes, algunos de los cuales incluso estimularon la ocupación de las laderas" con viviendas.
"La vivienda en áreas de riesgo en Brasil es la regla, no la excepción", denunció la presidenta Dilma Rousseff, tras visitar la región devastada este jueves.
A su lado, el gobernador de Rio, Sergio Cabral, denunció que desde el inicio de los años 80, las tres ciudades devastadas por los aludes de tierra y agua sufrieron "la desgracia del populismo, (que significó) la permisividad para ocupar (áreas de riesgo) de una manera irresponsable. Y cuando ocurre la mayor desgracia, la abrumadora mayoría (de víctimas) es gente humilde".
El especialista en situaciones de riesgo de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Moacyr Duarte, llamó a las autoridades locales a imponer "un permiso de habitabilidad y una evaluación medioambiental" antes de autorizar las construcciones, para evitar esos desastres.
"Hay lluvias en Rio de Janeiro, hace 50 años que no se hace nada. Falta un gobernante que tenga el coraje de invertir en prevención, en vez del rescate tardío", lamentó.
La tragedia ocurre en momentos en que se verifica un agravamiento de los extremos climáticos, de lluvias y sequías intensas, que en Brasil coinciden con el llamado efecto meteorológico de La Niña, y también que algunos científicos atribuyen a una exacerbación del cambio climático.
Hace un año, deslizamientos parecidos en las montañas de la costa de Rio de Janeiro, alrededor del turístico balneario de Angra dos Reis y de Niteroi, provocaran la muerte de más de 220 personas y 5.300 perdieron sus casas.
Según el diario Estado de Sao Paulo, 473 personas murieron en Brasil en 2010 debido a las lluvias.
En 1967, cerca de 300 personas fallecieron en el balneario de Caraguatatuba, en Sao Paulo, informó O Estado. En 1988 Petrópolis vivió una tragedia parecida, cuando 134 personas murieron por deslizamientos y derrumbes llevados por las aguas, según el rotativo.
Fuente: AFP / Por Yana Marull