Ciudad rusa a merced de una "catástrofe ecológica"
Una mancha de combustible diesel de diez kilómetros de largo baja por el río siberiano de Angará y en menos de noventa días llegará a la ciudad de Bratsk, en la que vivem 250 mil persones, advirtió el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia.
Un operativo del ministerio trabaja en la limpieza de la enorme mancha contaminante que se extendió por el río el pasado 25 de abril tras el vertido de más de 300 toneladas de combustible diesel a través de la tubería averiada de un oleoducto local.
"La mancha baja por el río Angará. Los trabajos para limpiarla pueden durar hasta un año. Aún no podemos decir cuánto combustible se ha vertido al Angará, pero después de una valoración seria creo que se hablará de una catástrofe ecológica", explicó Viacheslav Eglit, jefe del ministerio de Emergencias en la región de Irkutsk.
El responsable de la cartera en la región siberiana, citado por la agencia rusa Interfax, advirtió de que decenas de pueblos situados en el recorrido del vertido deben extremar las precauciones a la hora de hacer uso del agua del río.
Las autoridades sanitarias de Irkutsk recalcaron que la población de estos pueblos aprovecha el agua, a menudo de manera no autorizada, para usos agrícola y ganadero.
Fuente y foto (archivo): EFE
"La mancha baja por el río Angará. Los trabajos para limpiarla pueden durar hasta un año. Aún no podemos decir cuánto combustible se ha vertido al Angará, pero después de una valoración seria creo que se hablará de una catástrofe ecológica", explicó Viacheslav Eglit, jefe del ministerio de Emergencias en la región de Irkutsk.
El responsable de la cartera en la región siberiana, citado por la agencia rusa Interfax, advirtió de que decenas de pueblos situados en el recorrido del vertido deben extremar las precauciones a la hora de hacer uso del agua del río.
Las autoridades sanitarias de Irkutsk recalcaron que la población de estos pueblos aprovecha el agua, a menudo de manera no autorizada, para usos agrícola y ganadero.
Fuente y foto (archivo): EFE