La exposición, que se prolongará hasta el martes y luego viajará a otras 24 ciudades del país, pretende concientizar a las personas sobre la destrucción del hábitat de esos animales, considerados en vías de extinción.

Las estadísticas señalan que actualmente quedan en el mundo apenas 1,600 ejemplares de panda en libertad, que se suman a aquellos en cautiverio en distintos zoológicos del mundo.

Las figuras fueron colocadas en medio de la gran explanada ante la estación ferroviaria.

El objetivo es reflejar que la población de esta especie es tan escasa que ni siquiera todos los ejemplares del mundo reunidos llenarían un espacio público como el elegido.
El material utilizado en las piezas es cartón piedra, no están sujetadas al suelo y simplemente fueron depositadas sobre el hormigón de la explanada.

El formato reducido de los animales, similar al de un osezno, invita al viajero a detenerse unos minutos ante la exposición y tomar a uno de esos ejemplares en brazos e incluso tomarse una foto.

"Sí, son animales de por sí simpáticos, que uno tomaría en brazos, pero sin caer en la tentación de llevárselo consigo, dada la pequeña cantidad de ejemplares que aún pueden seguir viviendo en su hábitat", explicó Roland Gramling, portavoz de WWF.

Un discreto servicio de vigilancia privado cuida que nadie intente llevarse una de las figuras entre los numerosos niños o adultos que se toman unos minutos para posar junto a los panda, de camino a la estación o recién llegados a Berlín.

La exposición también celebra los 50 años de la fundación de esa organización, defensora de los derechos de los animales y cuyo emblema es precisamente la figura de un panda.