Fukushima: medidas para contener los vertidos
La operadora de la accidentada central de Fukushima, Tokyo Electric Power Company (TEPCO), anunció hoy que tomará medidas adicionales para acelerar la congelación de tuberías subterráneas de la planta, con objeto de contener los vertidos de agua radiactiva al mar.
TEPCO cumplirá así con las exigencias de la Agencia de Regulación Nuclear (NRA), que había dado un toque de atención a la propietaria de la planta por su retraso a la hora de aplicar el citado sistema, según informó hoy la cadena estatal nipona NHK.
El objetivo es controlar los vertidos al mar a través de la red de tuberías subterráneas que hay bajo las instalaciones nucleares, por las que se filtra líquido contaminado procedente de los reactores dañados y mezclado con agua de los acuíferos subterráneos.
El método planeado por TEPCO consiste en congelar las tuberías subterráneas, lo que se conseguiría rodeándolas de otras conducciones en las que se inyectará refrigerante a muy baja temperatura.
No obstante, las tuberías aún no han podido ser congeladas debido a problemas técnicos y, pese a que la NRA había fijado el pasado mayo como fecha para poner en marcha el proyecto.
Para resolverlo, TEPCO instalará conducciones adicionales con líquido refrigerante, introducirá bloques de hielo en las tuberías que se pretende bloquear y se taponarán con sacos de arena aquéllas que no logren ser congeladas.
Este sistema es paralelo a otro más amplio que TEPCO está poniendo en marcha en estos momentos, y que consiste en construir un "muro de hielo" subterráneo alrededor de los cuatro reactores dañados.
La obras, cuya finalización se prevé en 2020, servirían para evitar que el líquido altamente radiactivo acumulado en los sótanos de las instalaciones nucleares se mezcle con el agua de los cauces subterráneos y posteriormente se filtre hacia el exterior y termine en el mar.
El retraso en el primer proyecto podría repercutir también en el "muro de hielo", ya que coinciden algunos tramos subterráneos de ambos sistemas, según alertó la NRA.
Se cree que cada día unas 300 toneladas de agua contaminada van a parar al mar a través de los desagües del muelle de la central.
El terremoto y tsunami de marzo de 2011 provocaron en la central de Fukushima Daiichi el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
Las emisiones y vertidos radiactivos resultantes aún mantienen evacuadas a unas 50.000 personas que vivían junto a la planta y han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca locales. EFE