El hecho sucedió el Río Santa María en Maracaju, estado de Mato Grosso do Sul.

Una vez que el video se difundió comenzó a ser investigado por la Policía Militar Ambiental (PMA) de Brasil hasta dar con los responsables.

Finalmente se procedió a multar con mil 500 reales a cada uno de los involucrados, quienes incluso podrían enfrentar un año y medio de prisión.

La legislación brasileña penaliza matar, cazar, capturar o perseguir especimenes de la fauna silvestre, nativos sin permiso, licencia o autorización de las autoridades competentes.

Los inculpados fueron identificados como Sirlei Oliveira, su esposo Betinho Borges y su amigo Rodrigo Santos, quienes al navegar por el río se encontraron con el reptil de al menos cinco metros de largo.