Leve suba del mar impactará en Gran Barrera de Coral
Un leve aumento en el nivel del mar por el calentamiento global puede tener un fuerte impacto en la Gran Barrera de Coral, situada en el noreste de Australia, según un estudio de la Universidad de Sídney en el que participa una científica española.
Los científicos, entre ellos la gallega Ana Vila Concejo, han analizado cómo el nivel del mar afecta a la producción de sedimentos o depósitos de arena en los arrecifes tras estudiar los efectos de este fenómeno en los últimos 6.000 años en la zona coralina de One Tree, en el sur de la Gran Barrera.
En una entrevista con Efe, Vila Concejo indicó que un mayor nivel del mar puede aumentar la producción de sedimentos, lo que no es necesariamente negativo, aunque sí cambiarían el entorno, incluso con la posible formación de nuevas islas.
"Los depósitos de arena se forman con la rotura física, química y biológica del coral que crece y que al llegar al nivel del mar empiezan a ser afectados por las olas y por los animales que se los comen y los excretan convirtiéndolas en arena", explicó la científica a cargo de la estación de investigación de la isla One Tree.
Después, este material es transportado por las olas y las corrientes hacia las zonas protegidas, que son las lagunas que se forman en los arrecifes, formando así los bancos de arena.
Anteriormente se creía que este proceso había sido continuo durante los últimos 6.000 años, pero la investigación liderada por los científicos australianos demostró que la producción intensa de sedimentos se había desacelerado en los últimos 2.000 años.
"En los 4.000 años anteriores a nuestra era había ocurrido algo diferente", acotó Vila-Concejo al explicar que el análisis de los grandes corales que se murieron al quedarse enterrados en la arena y de los microarrecifes fósiles que se encuentran encima de los arrecifes revelaron que en aquella época el nivel del mar estaba un metro por encima del actual.
En ese período se produjo mucha sedimentación que resultó en esos depósitos de arena y que ese fenómeno no había ocurrido en los últimos 2.000 años, según el estudio que también incluyó técnicas con carbono 14 para determinar las edades de los corales.
Vila Consejo enfatizó que actualmente "los arrecifes coralinos no se están rellenando ni producen arena", lo que puede resultar en que estos organismos de alguna manera no maduren y se mantengan "eternamente jóvenes".
"Por otro lado, las variaciones relativamente pequeñas del nivel del mar, algo así como de un metro pero no más, pueden tener efectos brutales en los sistemas coralinos", agregó.
"La variación (del nivel del mar) ha sido pequeña y ha sido difícil determinar qué ocurrió, pero sin embargo los efectos en cuanto formación de sedimento han sido devastadores porque vimos que sistemas completos dejaron de producir sedimentos", subrayó.
Vila-Concejo alertó que su estudio ayuda a pronosticar el comportamiento de los corales frente al incremento de los niveles del mar, que según un informe de 2013 de la Organización Mundial de Meteorología estos subieron a escala mundial en una media anual de 3,2 milímetros desde 2010, cifra superior a la media de 3 milímetros anuales en el decenio 2000-2010.
Si aumentan los niveles, puede provocar la reactivación "de estas fábricas de sedimentos", que en sí no son necesariamente malos, e incluso "podrían dar lugar a la formación de islas" en algunos casos.
Formada hace decenas de millones de años, cuando Australia se separó del supercontinente Gondwana y se desplazó al norte, la Gran Barrera comprende 3.000 arrecifes y más de 1.000 islas, que se extienden a lo largo de 2.000 kilómetros, y alberga 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos.
La Gran Barrera fue declarada por la Unesco en 1981 Patrimonio de la Humanidad, pero ahora esta organización evalúa si la incluye en 2015 en la lista de Patrimonio en Peligro por el impacto del desarrollo de la zona costera en el ecosistema, la calidad de las aguas y la salud de los corales. EFE