Fenner no se refería a un colapso espontáneo del planeta, sino que las condiciones ambientales harían imposible la vida para muchas especies, incluso el ser humano. Nombró a la superpoblación, la destrucción del medio natural, y al cambio climático como las principales causas.

Según el científico, se trataría de un proceso irreversible. Las transformaciones provocadas en el planeta desde la primera era desde la industrialización fueron tan grandes que no habría vuelta atrás.

La visión de David Auerbach no es tan apocalíptica. Para él recién estaríamos viviendo los efectos iniciales del calentamiento global, los cuales rápidamente se desencadenarán en un agotamiento de los recursos naturales. Este proceso, sumado al incremento de la población generaría guerras por la comida.