Reunión en París

Uruguay va a Cumbre del Clima con "protocolo" ante posible atentado

Montaje. EFE/Archivo
Montaje EFE/Archivo

"La delegación uruguaya ha tomado medidas. Ya hemos diseñado un protocolo para poder mantenernos en contacto", dijo a El Espectador el responsable del Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático (Snrcc), Ramón Méndez, al consultarle si la delegación uruguaya tomaría medidas de precaución ante un posible atentado terrorista.

Por Manuel Jarovisky y Mandy Barrios

Ramón Méndez protocolo

El próximo lunes 30 de noviembre se abrirá La Cumbre del Clima de París (21 Conferencia de las Partes, COP21) con la presencia de representantes de 195 países, con el fin de alcanzar un pacto global de lucha contra el cambio climático.

En un mundo en alerta terrorista, Uruguay viaja a Francia con pautas definidas. "En la última reunión de trabajo, hemos elaborado específicamente un protocolo con formas de comportamiento y comunicación, teniendo en cuenta la situación tan particular que está viviendo París en este momento";, dijo Méndez.

COP 21: Lancement de la campagne de communication

Francia se blinda contra el terrorismo

Francia contará con medidas de seguridad preventivas ante la inminente amenaza terrorista que vive el país galo, tras los atentados que sufrió la capital el pasado día 13 de noviembre. Allí asistirán unas 40 mil personas hasta el 11 de diciembre. La amenaza terrorista latente ha llevado a suspender casi todos los actos que no tengan lugar en el recinto de la cumbre.

 

Tras los atentados de enero pasado contra "Charlie Hebdo", las autoridades francesas habían diseñado un dispositivo de seguridad excepcional para blindar las 18 hectáreas del centro de exposiciones y congresos de Le Bourget, epicentro de la mayor cumbre organizada por Francia desde 1948.

Unos 2.800 policías, gendarmes y bomberos, con el apoyo de 106 agentes de la ONU y 300 miembros de la seguridad privada, se ocuparán de asegurar el lugar. Dentro de dispositivo del estado de emergencia vigente, Francia tiene desplegados 120.000 militares y gendarmes por todo el país, además de haber enviado a 8.000 agentes suplementarios en las fronteras, cuyo control se reforzó tras la suspensión provisional del tratado de Schengen.

Particular atención merecen el domingo y lunes próximo, cuando se tendrá que garantizar la seguridad de los jefes de Estado y de Gobierno participantes en el encuentro.

Entre las medidas, se ha previsto que durante esos dos días los transportes públicos sean gratuitos, cuya seguridad también se reforzará, mientras que las autoridades desaconsejan el uso de vehículos particualres para evitar los embotellamientos.

La entrada a Le Bourget estará abierta 24 horas al día, pero todas las identidades serán verificadas. Los controles serán similares al embarque en un avión, con el paso por diferentes arcos de seguridad y detectores láser.

Para reducir la aglomeración de gente en las puertas, se han escalonado los horarios de las diferentes actividades.

Francia ha querido mantener dentro de Le Bourget el llamado "espacio generación clima" (EGC), 20.000 metros cuadrados dedicados a las actividades de las ONG, asociaciones o sindicatos, aunque 70 de las 400 previstas inicialmente han sido suspendidas.

También se han cancelado las visitas de escolares previstas a este espacio, que contaba con recibir 300 niños al día.

Además, Francia no garantiza la seguridad en lugares abiertos, donde estaban previstas dos manifestaciones en las que se auguraban miles de participantes.

La Marcha Mundial contra el Clima, prevista para el próximo domingo en París, coincidía con la llegada a París de los líderes mundiales, lo que eleva las necesidades de vigilancia de las autoridades francesas.

Francia sostiene que no hay ninguna motivación política en la anulación de estas dos manifestaciones, que en algunas de las cumbres climáticas del pasado han dado lugar a disturbios y enfrentamientos con las fuerzas del orden.

LAS CLAVES DE LA CUMBRE DEL CLIMA DE PARIS

El próximo lunes 30 de noviembre se abrirá la COP21 con la presencia de representantes de 195 países con el fin de alcanzar un pacto global de lucha contra el cambio climático. En el siguiente interactivo te mostramos cuáles son las claves de esta cita internacional.

Proceso mundial de descarbonización

Tiene como objetivo acordar un pacto que gestione el proceso mundial de descarbonización para que la temperatura del planeta no supere los peligrosos 2 grados a finales de siglo, así como para colaborar en la adaptación a los impactos que producirá el cambio climático aún cuando no se supere ese límite.
 

El "acuerdo" entraría en vigor en 2020

El acuerdo entraría en vigor en 2020, tiene vocación de perdurar hasta 2050 y sustituiría la segunda fase del Protocolo de Kioto, aunque a diferencia de éste, que sólo incluía a un grupo de países industrializados que representan el 11 % de las emisiones, el nuevo acuerdo incluye responsabilidades para todos los países y cubriría casi el 100 % de los gases.
 

Compromisos de reducción de emisiones

Cerca de 170 países responsables del 95 % de las emisiones han remitido a Naciones Unidas compromisos de reducción de emisiones para París (INDC, de Intended Nationally Determined Contribution en la jerga de las negociaciones). El efecto agregado de esas contribuciones, según la ONU, supondría un aumento de temperatura del 2,7 grados a finales de siglo.

Inversión de 13,5 billones de dólares

Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los compromisos requerirían una inversión de 13,5 billones de dólares hasta 2030, y en el caso de los países pobres están condicionados a la recepción de ayuda internacional.
 

Marcar el fin de los combustibles fósiles

La finalidad del pacto es marcar el principio del fin de los combustibles fósiles, enviando un mensaje contundente a los mercados de la apuesta política mundial por una economía baja en carbono. Este objetivo se debe materializar en el texto con una fecha para las emisiones mundiales toquen techo, otra de reducción para 2050 y el fin de las emisiones en 2100.
 

Los puntos de desacuerdo

Los tres principales puntos de desacuerdo en la negociación son la financiación para mitigación y adaptación al cambio climático en los países más vulnerables; la diferenciación o no entre países ricos y pobres y la ambición del acuerdo más allá de una mera declaración de intenciones.
 

Intento fallido

Seis años después de que los países fallaran en el intento de alcanzar un acuerdo similar a este en la Cumbre de Copenhague 2009, las evidencias del cambio climático se han multiplicado: aumento de temperatura de 1,02 grados desde la época preindustrial, récord histórico de concentración de CO2 en la atmósfera (400 partes por millón) o el año más cálido de la historia: 2014.
 

Momento político favorable

Nunca antes ha existido un momento político tan favorable al acuerdo climático: China y Estados Unidos han rubricado un compromiso para luchar juntos contra el calentamiento; y los países del G7 han emitido una declaración comprometiéndose a poner fin a los combustibles fósiles en 2100.

Económicamente favorable

El "clima" también es favorable en lo económico: 200 multinacionales han pedido a los países que pongan precio al carbono; las 10 mayores petroleras han creado una coalición para formar parte de las soluciones; las renovables abastecieron el 9,3% de la demanda energética mundial en 2014 y su precio se ha abaratado notablemente en la última década (un 80% en el caso de los paneles solares).

Francisco dedicó una Encíclica

Hasta el papa Francisco ha dedicado una Encíclica al cambio climático considerando que combatirlo es "una cuestión moral" y del "bien común"; y los líderes islámicos le han secundado con una declaración apelando al compromiso climático de los 1.600 millones de musulmanes.

¿Habrá acuerdo?

Cómo gustan decir los negociadores de la ONU "nada está decidido hasta que se decide". La Cumbre de Copenhague despertó tantas o más expectativas que París y acabó en un infructuoso debate entre países ricos y pobres sobre a quién le correspondía afrontar el problema.
 

Uruguay "no es parte del problema, pero queremos ser parte de la solución";

"Vamos a ir a París con una posición en la cual, si bien no somos parte del problema sí queremos ser parte de la solución. No generamos lo que está ocurriendo, pero queremos conducir a ser parte de la solución";, explicó Méndez.

Ramón Méndez ser parte de la solución

El responsable del Snrcc indicó que es una negociación de gran relevancia para el mundo y para Uruguay, ya que "la mayoría de los líderes mundiales han decidido que este sea uno de los mayores desafíos que enfrentan la humanidad y las Naciones Unidas";; y se han trazado como objetivo "alcanzar un acuerdo global";.

En ese sentido, remarcó que "tiene una gran relevancia para nuestro país";, porque lo padece. "Buena parte de la producción está relacionada al sector agropecuario, que es particularmente sensible al cambio climático (…) Se llegue o no a un acuerdo ambicioso, es lo que logrará o no detener el cambio climático. Si no se logra, las consecuencias para el futuro de la humanidad pueden ser muy relevantes como los informes científicos lo demuestran";, indicó.

La última oportunidad frente al cambio climático

Los países que emiten más CO2 son China, Estados Unidos, la Unión Europea, India y Rusia, de acuerdo a estudios recientes hechos por el World Resources institute. Sobre esto, Méndez indicó que si un país importante deja de comprometerse, no sirve de nada lo que haga el resto porque las consecuencias las pagamos todos";.

"Vamos a tratar de impulsar la idea conjuntamente con todos los países en desarrollo. Tenemos diferencias notorias de lo que ha hecho cada país en este ambiente común que es la atmosfera. Pero también tenemos diferentes posibilidades. Los que estamos sufriendo el cambio climático debemos hacer un esfuerzo de adaptación con inversiones y modificaciones importantes, y al mismo tiempo tenemos que seguir desarrollándonos hacia una sociedad más avanzada";, explicó Ramón Méndez.

"Precisamos que los países que más repercuten en el medio ambiente contribuyan a luchar contra el cambio climático. Vamos a plantear que el acuerdo tiene que llegar a todos los países, no importa el ingreso, egreso o la potencia de la economía. Tenemos que hacernos cargo de algo que no producimos, que no generamos";, culminó.

El rol de América Latina frente al cambio climático

Los países de América Latina y el Caribe, potentes en biodiversidad, pero vulnerables a los desastres naturales, acudirán a la Cumbre sin una postura conjunta, pero con algunas propuestas por grupos.

Aunque la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) no hable con una sola voz en París, sí lo harán los países de la Alianza Bolivariana (ALBA), que comparten la idea de que los mayores responsables del cambio climático, las naciones industrializadas, deben hacerse cargo y defienden una "justicia climática" que sirva para compensar los daños.

También llevará una posición común la Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (Ailac), formada por Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Panamá, Paraguay y Perú.

Los indígenas latinoamericanos también llevan sus propuestas a la cumbre, empezando por la inclusión de sus derechos territoriales en el acuerdo que se espera sellar en París y que entraría en vigor en 2020.

El otro lado de la COP21

Se ha publicado una guía con el fin de denunciar a los lobbys que, a su juicio, intentarán influir negativamente en la Cumbre del Clima de París (COP21) los días 7 y 8 de diciembre, informó hoy en un comunicado el Corporate Europe Observatory, una de las entidades ecologistas participantes.

"Como consecuencia de los ataques de París, muchas protestas y manifestaciones de la sociedad civil han sido canceladas o reducidas, lo que hace todavía más difícil para los ciudadanos y movimientos sociales hacerse oír", denunció la ONG en el comunicado.

Afirman que, además, en su opinión, los grupos de presión y "los falsos ecologistas, criminales climáticos y especuladores corporativos" saldrán "impunes y más fuertes que nunca".

"Hay pocas perspectivas de que el acuerdo que se está cocinando en París traiga alguna mejora real para el clima, pero al menos la ocasión podría servir para deslegitimar definitivamente el peligroso y destructivo papel de las corporaciones de criminales climáticas", declaró el portavoz de la ONG, Pascoe Sabido.

En la elaboración de "Planeta Lobby Paris" han participado, además de Corporate Europe Observatory, otras entidades ecologistas como Attac France, Aitec, Observatoire des multinationales o Transnational Institute.

Con información de Agencias Internacionales