El experto aseguró que la delgadez del animal y la cantidad de crustáceos que tenía en gran parte de su cuerpo mostraban un estado de debilidad y enfermedad. Además, esta especie ocupa zonas tropicales y ocasionalmente utiliza nuestras aguas como ruta migratoria, pero en esta época del año se encuentra en Espíritu Santo y Bahía, en Brasil. "Está muy lejos de su área normal", mencionó.

García explicó que la muerte de los cetáceos se puede producir por múltiples factores, como la selección natural o distintos tipos de contaminación.

De acuerdo a su experiencia personal y a los protocolos internacionales que existen, el fallecimiento de esta ballena era inevitable, por lo cual, lo más conveniente era intentar aliviar su sufrimiento y no molestarla.

García advirtió que acercarse a la ballena, especialmente del lado del soplido, representa una situación peligrosa para las personas ya que pueden contraer enfermedades, mucha de ellas de gravedad. "Se recomienda usar tapabocas cuando se está haciendo maniobras con un animal vivo y más cuando está encallado con claros síntomas de enfermedad", mencionó el experto.

Teniendo en cuenta que esta situación se produjo en los últimos días, cuando varios curiosos se aproximaron a la rambla a observar el animal sin los cuidados necesarios, García considera que existió "un enorme descuido por parte de las autoridades por no haber prevenido esto".

Murió la ballena que estaba varada en el puerto del Buceo https://t.co/SyJXyco6fl pic.twitter.com/tmHqbJXltJ

— El Espectador (@espectador810) 26 de agosto de 2016