Este acuerdo aprobó la segunda etapa del proyecto "Luces para aprender", que desde 2014 llevó electricidad mediante la instalación de paneles solares a 82 escuelas rurales a las que no llegaba el tendido eléctrico convencional.

El director de la oficina de la OEI-Mercosur en Uruguay, Ignacio Hernaiz, explicó a Efe que en los últimos años llegó el tendido eléctrico a algunos de los centros en los que se instalaron esos paneles, por lo que ahora se van a reutilizar en tres ejes: "casas de familias cercanas a las escuelas, la difusión de energías limpias y los proyectos comunitarios".

Hernaiz también señaló que con la segunda vida de estos treinta paneles se va a "tener la oportunidad de llevar electricidad a espacios que en general están vinculados a la pobreza o al aislamiento rural".

A pesar de que esta segunda etapa del proyecto se firmó el pasado martes, ya a principios del mes de marzo se inauguró a orillas de la Laguna de Rocha, "La Cocina de la Barra", el primer restaurante cooperativo que recibió paneles solares. Asimismo, en esta nueva fase del programa se va a instaurar en la Universidad Tecnológica (UTEC) de Durazno, un laboratorio con energías renovables no convencionales para el uso de los estudiantes.

El presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, anotó a Efe que a través de esta iniciativa su equipo está "cumpliendo con eso que hace un siglo fue determinado con la ley: que UTE suministrara la energía para el desarrollo del país".

Otra mano que firmó el acuerdo fue la del responsable de la fundación del grupo energético español Elecnor, Jorge Ballester, que destacó a Efe que se va a seguir un criterio de distancia para decidir en qué hogares de las familias de los niños que van a las escuelas del proyecto "Luces para aprender" se instalarán las placas. "Vamos a ir a las casas que están más lejos en kilometraje de la red de UTE, es decir, a las que con mayor dificultad va a llegar UTE", declaró el español. EFE