Grobocopatel: Latinoamérica puede protagonizar la "revolución verde" del siglo XXI
América Latina tiene la oportunidad de convertirse durante este siglo en la protagonista de la "revolución industrial verde", porque cuenta con los recursos necesarios y China sería su socio, dijo a Sputnik el ingeniero agrónomo y empresario argentino Gustavo Grobocopatel.
"Si mirás el mundo, no hay otro lugar con una superficie de aptitud fotosintética, con agua abundante y barata, con recursos humanos calificados, como la que tiene esta región; es la gran oportunidad de América Latina, el eje estratégico está vinculado con la revolución industrial verde", señaló Grobocopatel, presidente del grupo Los Grobo, una de las compañías agroindustriales más importantes de Argentina.
Esa revolución a la que hace referencia se llevaría a cabo a través de las plantas, puesto que los vegetales, asegura, se van convertir en "una especie de fábricas que no emiten dióxido de carbono, sino que lo absorben, y que usan energías renovables como la solar", sostuvo el también investigador en el marco de la XI Cumbre China-LAC (América Latina y el Caribe) que se celebra en Punta del Este.
"Muchos productos que hoy se hacen en las industrias se van a hacer en las plantas; todo lo que podamos hacer por reemplazar la industria por las plantas va a ser beneficioso", añadió.
Se trata de plantas "domesticadas" por el hombre gracias al desarrollo tecnológico y la novedad es que todo se podrá hacer más rápido, con mayor precisión y diversidad, explicó el empresario.
"Podríamos diseñar vegetales como quien diseña un auto, a través de la biotecnología", aclaró Grobocopatel, quien en unos años imagina a América Latina como una "mega plataforma fotosintética donde convergen diferentes tecnologías y donde, obviamente, China es muy importante".
De hecho, el empresario asegura que el gigante asiático debe ser necesariamente socio de esta revolución verde.
"El eje China-América Latina debería ser muy importante para el mundo que viene, como lo fue Europa a EEUU en el mundo que pasó", explicó.
En su opinión, el hecho de que las aplicaciones de la biotecnología en la agricultura, genética y salud generan desconfianza en la población se debe principalmente a prejuicios y desconocimiento.
"Estos avances tecnológicos deben ir encaminados a mejorar la calidad de vida de las personas, mejorar el impacto sobre el medio ambiente, el problema no es la tecnología, sino el uso que hacemos de ella; el foco debería ponerse en los organismos de control", porque es importante tener instituciones que controlen "qué impactos tiene sobre la salud la biotecnología o ciertos hallazgos sobre el medio ambiente", continuó.
MUCHO MÁS QUE MATERIAS PRIMAS
América Latina no solo es importante para China por sus recursos naturales, sino que existe un intercambio que implica otros muchos aspectos, consideró Grobocopatel, quien en la tarde del viernes participó en una de las mesas de la cumbre.
"Cuando uno analiza el mapa mundial y ve qué sectores tienen superávit y cuáles tienen déficit encuentra una complementariedad muy grande entre América Latina y China; no solo son importantes las materias primas, también está el tema de los flujos de conocimientos, "know how" (experiencia) tecnología, turismo y otros intercambios de bienes, servicios y conocimientos que hacen que esta relación estratégica sea muy atractiva", sostuvo.
En ese sentido, aseguró que Uruguay, pese a ser un país pequeño, tiene mucho para ofrecer al gigante asiático, por ejemplo, en cuanto a temas de alimentación por la carne que produce, además de agricultura y celulosa, entre otros.
Uruguay, además, "puede ser un buen lugar para instalarse y empezar a contribuir en el Mercosur (Mercado Común del Sur)", bloque que integran también Argentina, Paraguay y Brasil.
Grobocopatel aclaró también que la integración económica requiere una previa integración cultural, pero esa parte "lleva más tiempo", por eso la realización de cumbres como la que se celebra estos días en Punta del Este también es importante, pues "ayuda mientras tanto a generar esa integración cultural" entre ambos bloques.
Se trata de algo que "va más allá de los negocios, es cómo entendemos la cultura china, los símbolos, la lengua, que es obviamente el principal artefacto cultural de las sociedades, es importante para tener relaciones más sólidas y más importantes", concluyó.
La Cumbre China-LAC, una iniciativa incluida en el Plan de Cooperación con América Latina 2015-2019 impulsado por China a instancias de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, reúne a unas 500 compañías chinas, latinoamericanas y caribeñas de diversos sectores e industrias.