Medio Ambiente

A 3 días de invierno, capital chilena vivió el día más caluroso de junio en 106 años

A 3 días de invierno, capital chilena vivió el día más caluroso de junio en 106 años

La Región Metropolitana de Santiago, de 7,2 millones de habitantes, anotó este lunes el día más caluroso de junio de los últimos 106 años, a tres días de que arranque el invierno en Chile, según informó hoy la Dirección Meteorológica.

Una de las estaciones meteorológicas instaladas en la comuna de Quinta Normal, a unas 20 manzanas del centro de la capital chilena, marcó 27,3 grados centígrados, una temperatura que de acuerdo a los expertos se debe al cambio climático en el mundo.

La temperatura mínima fue de 3 grados centígrados, precisó el informe.

De acuerdo al pronóstico del servicio meteorológico, para este martes se espera una máxima probable de 21 grados, aunque se prevé el ingreso de una vaguada costera (neblina y humedad) que podría ayudar a bajar los índices de contaminación del aire.

Este lunes, la capital chilena amaneció con preemergencia ambiental, decretada por la Intendencia (gobernación) metropolitana, debido a la contaminación del aire causada por las malas condiciones de ventilación en la zona.

La situación de preemergencia supone la paralización de 1.281 fuentes industriales fijas durante las 24 horas del día. También se prohibieron las quemas agrícolas y el uso de calefactores y cocinas de leña en toda la región metropolitana de Santiago.

En materia de vehículos motorizados, se prohibió la circulación del 60 por ciento de aquellos sin sello verde (carentes de convertidor catalítico), cuyas patentes terminen en 8, 9, 0, 1, 2 o 3, incluidos los autobuses de servicios interurbanos con patentes similares y vehículos de carga con placas finalizadas en 0, 1, 2, 3, 4 o 5.

Además, conforme a un calendario permanente de restricción, no pueden circular los vehículos con sello verde fabricados antes del 2012, cuyas patentes terminen en 3 y las motocicletas con patentes terminadas en 1 o 2.

Santiago de Chile está enclavada en un valle rodeado de montañas, por lo que en los meses de otoño e invierno la calidad del aire suele empeorar debido a la ausencia de brisa que disemine las partículas nocivas, así como por el fenómeno de la inversión térmica.

Este último consiste en que la temperatura en la superficie es menor que en altura, por lo que las partículas nocivas se mantienen a nivel del suelo. EFE