La cerveza declara la guerra al cambio climático
La amenaza que supone el cambio climático para las reservas naturales acaba de sumar otro enemigo poderoso: la industria de la cerveza, decidida a ayudar al planeta para conseguir "sobrevivir al próximo siglo", apunta en entrevista con el responsable de sostenibilidad de AB InBev, Tony Milikin.
Milikin, que busca hacer sostenible al mayor fabricante mundial de cerveza, con marcas como Budweiser, Corona, Stella Artois o Leffe, suena apocalíptico tras participar en la Web Summit que acaba de concluir en Lisboa, donde ha acudido por primera vez con una seguridad: o se involucran en la protección del mundo o no estarán aquí en un siglo.
"Nuestro producto se hace con elementos naturales. Usamos agricultura, agua... todo natural, así que tenemos que hacer cosas por el medio ambiente o no seremos un negocio duradero, no estaremos aquí dentro de 100 años", asegura a Efe.
Su llegada a la cita de Lisboa obedece a una necesidad de "investigar y hacer contactos" que le ayuden a encontrar fórmulas para seguir fabricando cerveza reduciendo cada vez más el impacto medioambiental y, eventualmente, incluso ayudando a la naturaleza a recuperarse.
"Si solucionamos nuestros problemas ayudamos también al planeta", afirma Milikin, que expone una idea tan loable como acuciante para el gigante belga AB InBev.
"Piensa en el agua. Estamos trabajando en mejorar la calidad de las reservas de agua en las que estamos. Una de cada cuatro cervezas que hacemos en el mundo viene de zonas donde el abastecimiento de agua se ve restringido, y estaremos en más áreas así en los próximos diez años. El agua es clave", avisa.
Porque pueden usarse muchos ingredientes para hacer cerveza, continúa, pero "todas las fórmulas incluyen agua".
Por eso presenta en Lisboa su proyecto 100+Acelerator para "identificar y apoyar innovadores que estén desarrollando soluciones para acuciantes asuntos de sostenibilidad global" centrados en agua, productividad agrícola o creación de productos más reciclables.
"La percepción es que extraemos mucha agua, y por lo tanto necesitamos ser parte de la solución. Si conseguimos con ayuda de una 'start up' devolver parte de esa agua y ayudar, es una gran oportunidad, ¿cierto? Ya estamos hablando con un par de ellas que de hecho pueden sacar agua del aire", cuenta entusiasmado.
El futuro, dice "está ya aquí, pero no está distribuido. Pasan cosas alrededor del mundo y no lo sabemos. No queremos perdernos esta tecnología, queremos formar parte de ella, y creemos que podemos traer todas las 'starts up' juntas, y entonces presentarlas al mundo. Traer inversores, apasionados por lo medioambiental".
Este objetivo se une al compromiso de AB InBev anunciado el pasado marzo de conseguir, para 2025, operar completamente con energías renovables.
"Para final de año estaremos en alrededor del 50 % del compromiso", dice Milikin, que considera que el reto supone una adaptación a energías limpias "significativamente más rápida que el de cualquier otra compañía" del sector.
Considera que podrán conseguirlo y además avanzar en soluciones para el planeta apoyándose en la que identifica como principal cualidad de la cerveza: "unir a la gente".
"Celebraciones, cumpleaños, bodas... siempre hay cerveza. Así que creo que podemos unir al mundo alrededor de nuestro programa de sostenibilidad y tener una gran influencia en la tierra", sostiene.
¿La meta final? "Que tus hijos y nietos tengan un mundo mejor en el que vivir, y en el que beban cerveza", concluye.