Mujica: siempre fui contrario a las detracciones
Tras el acuerdo para bajar el precio del asado y de la falda, el ministro de Ganadería, José Mujica, se dispone a conseguir lo mismo con el arroz. El ministro reconoció que nunca estuvo de acuerdo con las detracciones pero que amenazó con ellas para negociar. Respecto a la caída en la faena dijo que "en el futuro habrá que estar atentos a este fenómeno porque tal vez haya habido una expansión frigorífica más allá de las posibilidades del país".
(Emitido a las 7.40)
EMILIANO COTELO:
"Baja el precio del asado y de la falda; además, habrá arroz más barato", ese título aparece hoy en El Observador.
Por su parte, La República titula: "Subsidiarán la carne para el consumo interno. Baja el precio de la falda y del asado".
Dice la crónica de El Observador que el presidente de la República, Tabaré Vázquez, monitoreó paso a paso, por teléfono, desde la residencia de Suárez y Reyes, la negociación que llevó adelante ayer el ministro de Ganadería, José Mujica, con la industria frigorífica, que terminó con un compromiso de palabra entre el Estado y los privados para bajar el precio del asado y la falda.
La preocupación del gobierno por la suba de costos de los productos de la canasta básica, que además de impactar en el bolsillo de la gente también presiona al alza la inflación, determinó el comienzo de estos contactos con la industria en busca de acuerdos que permitieran reducir los valores de los productos esenciales.
Estamos con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, José Mujica.
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Ministro Mujica, ¿con quién fueron los contactos ayer? ¿Con quién se negoció la rebaja de precios de la carne?
JOSÉ MUJICA:
El día anterior habíamos trabado contacto con las dos gremiales de la industria frigorífica, que representan a la industria frigorífica, y habíamos intercambiado un conjunto de hipótesis. A partir de ahí, ayer de mañana hicimos algunas propuestas que fueron madurando, y cuando más o menos hubo algún acuerdo se lo comunicamos al presidente de la República, que dio el visto bueno. Antes nos habíamos comunicado con el Ministerio de Economía, que prestamente colaboró y terminó redactando un proyecto de ley que hoy al mediodía, o tal vez antes, entrará al Parlamento.
EC - Es un acuerdo de palabra, por ahora, entre el gobierno, la industria frigorífica, ¿y también los carniceros?
JM - La dirección del Instituto Nacional de Carnes (INAC) quedó encargada de comunicarse con los carniceros entre hoy y mañana. Nosotros hablamos previamente con las dos gremiales de carniceros y hoy vamos a seguir trabajando, suponemos que va a llevar un par de días que esto sea aplicado. Creemos que va a haber colaboración.
EC - Se eligen dos cortes de carne vacuna para esta rebaja.
JM - Para dar una idea de volumen, el asado de diez a trece costillas supone unas 400 toneladas por semana, aproximadamente. Va a ser el asado que se corta en las plantas, en los frigoríficos o en los mataderos, y que como tal se lleva facturado a las carnicerías. Porque hay otro asado, el que va en la media res, que los carniceros venden aparte. Por eso he sido más o menos preciso en la cantidad. Eso va a ser individualizado y el proyecto de ley de rebaja del IVA corre para eso.
EC - Vale para el asado de diez a trece costillas. Y por otro lado para la falda.
JM - Y para la falda. Es un proyecto de ley de un único artículo.
EC - ¿Se dispone la eliminación o la rebaja del IVA? Estos productos tienen 10% de IVA.
JM - Por 60 días se elimina el IVA para estas dos carnes. Y va de suyo que la industria frigorífica hace una rebaja, este tipo de carne estaba llegando a los carniceros más o menos a 47 o 48 pesos, a veces a algún peso más, y les va a llegar a 38 pesos, sumando la rebaja del IVA y una rebaja en los costos de los frigoríficos.
EC - El Estado pone y también pone el sector privado.
JM - Sí, más o menos equitativamente.
EC - Le preguntaba por qué se eligieron estos cortes para la rebaja.
JM - La experiencia indica que tienen un alto consumo y empujan hacia bajo el precio de las carnes más comunes, más corrientes, más populares. Ejercen una presión de mercado y están dentro de lo que se puede tener una idea más veraz de control, no suponen una pérdida. ¿Cuánto pierde el Estado de recaudación? Si la venta fuera común y corriente, perdería unos 300.000 y algo de dólares por mes, pero como la venta se va a incentivar es mejor calcular que el Estado va a perder de recaudar alrededor de medio millón de dólares por mes. También hay que ver los costos financieros y las posibilidades.
EC - Eso es lo que pierde de recaudar, pero aparece por otro lado la ventaja del abaratamiento de la canasta básica y un menor impacto en la inflación, que también preocupa al equipo económico.
JM - Y la evolución de fenómenos naturales da tiempo a que haya mejores posibilidades. La penuria forrajera ha impuesto una caída en la cantidad de animales preparados y la industria tiene notorias dificultades, porque los tres años de bonanza que han precedido significaron tácitamente un aumento de la capacidad de faena, entonces cuando la faena cae considerablemente es muy probable que la industria tenga un encarecimiento por los costos fijos, por la subutilización de su inversión. En el futuro habrá que estar atentos a este fenómeno porque tal vez haya habido una expansión frigorífica más allá de las posibilidades del país. Ojalá me equivoque.
EC - Esta medida que se adopta, la de eliminar el IVA durante dos meses, va a producir un resultado, pero ¿alcanza? ¿Actuar de esta forma permite contener las subas de precios que se vienen dando en el precio de la carne?
Ayer analizábamos este tema con los técnicos de Tea Deloitte y ellos advertían que aparte de los problemas coyunturales derivados de la época del año en la que estamos, con el impacto que tiene en las pasturas, hay otro tipo de factores jugando en el precio de la carne. Por ejemplo, el precio de la carne en los mercados internacionales y la situación interna de nuestro país, escasea el ganado, estamos teniendo una baja tasa de nacimientos en el ganado vacuno.
JM - Sí, ese es el talón de Aquiles de la ganadería uruguaya, mejoró la preparación pero seguimos con números estancados. Hay unos 20.000 productores que no reciben las señales (que a esta altura son fogonazos) del mercado, no tienen una actitud empresarial clásica como esperan los economistas. Estoy convencido de que no son empresarios, tienen una forma de vida, pero tienen un peso muy grande en la cría. Es más, cuando usted analiza lo que ha pasado en los últimos años se encuentra con una franja muy grande de pequeños ganaderos que no desertaron, que están allí, que fueron los que más resistieron. Desaparecieron de todas las ramas pero los que más resistieron fueron pequeños ganaderos, ahí están inamovibles, tienen una capacidad de resistencia notable. Tal vez expresen una forma de vivir y componen parte de Uruguay, en la cría son muy importantes. Pero hay un problema cultural y de debilidad, no hemos llegado a promocionar una actitud más activa. Esto merece ser estudiado por la matriz ganadera que tiene este país.
EC - Ese factor no se resuelve con una baja de impuestos.
JM - No, es un factor cultural.
EC - Tampoco se puede actuar sobre los precios internacionales. Pablo Rosselli, de Tea Deloitte, decía ayer que, según los cálculos que ellos tienen, podría haber nuevas subas de precios internos si se mantuvieran los actuales precios internacionales. ¿Cómo miran el escenario hacia delante? Porque esta medida que se tomó vale y produce efectos por una sola vez.
JM - Sí, vale por una sola vez y es por 60 días. En octubre tendremos otra realidad, cuando venga la esquila va a entrar a participar en el mercado interno otro personaje que es la oveja, que hoy no está. Va a entrar a participar con lo que se llama comúnmente el corte australiano, que es otra manera de presentar la carne de oveja, más apetecible y más acorde con las costumbres culinarias posibles contemporáneas. Tiene que ser cómodo y rápido. Se puede operar, porque los problemas de la carne, como dijo alguien hace algunos años, se arreglan con carne.
Es cierto lo de la tendencia mundial y hay ciertas cosas que pueden ser relativamente contradictorias. Los biocombustibles le van a crear un problema a todo el mundo, pero también van a crear una masa de alimento que tiene que terminar en los rumiantes. Algunas técnicas como el feedlot seguramente se van a incrementar en nuestras áreas, siempre y cuando se mantengan los precios internacionales, van a ser fenómenos de mucha movilidad a los cuales estaremos atentos.
Pero tiene razón el comentarista de economía, nosotros a su vez estamos luchando desesperadamente por penetrar en Corea, ir a mercados más caros, y eso nos mete una especie de agroinflación de carácter mundial, nos va a repercutir en los precios internos. Tal vez tengamos que tomar medidas con otras carnes.
EC - ¿Está aludiendo al pollo, por ejemplo?
JM - Desde luego.
EC - Allí tenemos un problema, el pollo uruguayo es caro. Podría ser mucho más barato en el mercado interno si se permitiera la importación de Brasil, que no se permite argumentando razones sanitarias que muchos entienden que son forzadas porque lo que hay es simplemente una protección a la producción local.
JM - Piensan mucho en Brasil, también se puede pensar en los muslitos norteamericanos, porque el mercado norteamericano tiene preferencia por la pechuga, al revés que nosotros. Puede haber variables, hay que estudiar todo eso. Hay que reconocer que en algunas áreas del departamento de Canelones el pollo es la fuente de vida de muchísima gente, tendríamos que conciliar y buscar salidas, pero es cierto, todo eso está arriba del tapete.
EC - Se lo preguntaba porque aparentemente en Brasil el pollo cuesta la mitad que aquí en Uruguay, entonces si se habilitara esa importación el pollo brasileño podría tener un impacto muy interesante en la baja de los precios locales.
JM - Es así, tenemos que medir esas cosas. Otro tanto pasaría con el cerdo, pero tenemos que tener alternativas en el orden de nuestra gente. Es un paquete de cosas que tenemos que estudiar.
EC - Usted implícitamente reconoció que el freno a la importación de pollo tiene que ver con la defensa de algunos sectores de la producción nacional.
JM - Sí, señor.
EC - Que las razones sanitarias son artificiales.
JM - Mucha gente afirma eso, yo no soy veterinario, no soy técnico, pero mucha gente esgrime eso. Y no es nada cómodo estar en el Ministerio de Ganadería y Agricultura y recibir la visita de autoridades diplomáticas brasileñas que vienen muy caballerosamente y plantean el problema. Es bueno decir todas las verdades, nosotros nos quejamos cuando nos paran el arroz, pero tenemos nuestras culpas.
EC - Las razones sanitarias que esgrime Uruguay no se entienden mucho cuando Brasil exporta pollo a mercados muy exigentes en términos sanitarios, como la Unión Europea y Japón.
JM - Es así.
EC - Ahí hay un tema pendiente.
JM - Hay un tema pendiente. Yo llamo a las cosas como son, acepto que desde el punto de vista técnico es muy difícil sostener ese criterio.
EC - ¿Puede haber cambios en esos criterios en los próximos meses?
JM - Hay que discutir, hay que atemperar, habría que buscar ciertas medidas compensatorias que tienen que ver mucho con el combustible, con el combustible ración, que es el quid de la cuestión. Cuando hablamos de estas cosas tenemos que hablar de la materia prima que está en el fondo de los animales, en el caso del pollo más de 60% de su costo es la ración, tal vez tengamos que regionalizar la ración y después regionalizar el precio, porque hay asimetrías en el comercio de estas cosas en el marco de la región. Todo eso debe ser revisado y a la corta o la larga va a haber que ponerlo en carrera.
EC - No me quedó claro si usted recibió los informes que había solicitado al INAC y a la OPYPA (Oficina de Programación y Política Agropecuaria) sobre el aumento del precio de la carne. Ustedes querían saber si había razones especulativas o si eran motivos razonables.
JM - Lo único real que pude encontrar (pero no terminé, tengo tanto material que tendría que haberme dedicado más, y el tiempo urgía, porque esta rebaja tenía que ser ahora, no dentro de un mes o dos) fue una diferencia de 17% entre el asado que exportábamos y el asado que se vendía internamente, lo que salía fuera costaba 17% más barato que lo que quedaba dentro. Sin embargo la explicación puede ser atendible, en el sentido de que era un comercio establecido para mantener ciertas bocas de salida con las cuales existe compromiso permanente. Téngase en cuenta que el asado se vende en la región, no se vende a otras partes del mundo, y mantener esas preferencias, esas bocas de venta segura y permanente, los obligaba a eso. Parece una explicación de estrategia comercial razonable.
EC - Detracciones no va a haber.
JM - No. Yo fui siempre fui contrario a las detracciones, sobran manifestaciones públicas.
EC - ¿Y por qué salió a hablar de la posibilidad de detracciones la semana pasada?
JM - Porque por un lado tenía que negociar con gente muy dura, y por otro lado le quería tomar el aceite, porque había habido tres aumentos consecutivos del precio de la carne y no pasaba mucho. Bastó con amenazar con eventuales detracciones y se armó un lío bárbaro, el tema se colocó en el tapete. Es como si las noticias tuvieran a veces un carácter un poco sensitario, el aumento del precio de la carne afectaba a la inmensa mayoría del país y una eventual detracción afecta a algunos frigoríficos y a unos cuatro mil o cinco mil ganaderos fuertes, sin embargo esto tuvo una repercusión fabulosa. Yo sabía que esa era la manera de colocar el tema en el tapete, por eso lo dije.
EC - Ahora tiene negociaciones pendientes con otros sectores por el precio del arroz, por el precio del aceite.
JM - Por las características del sector y porque 90% del arroz que producimos se exporta, descuento que va a haber algún acuerdo. No sé por dónde agarrar el problema de la harina y el aceite.
EC - ¿Tendrá que sacar de la manga alguna otra amenaza parecida a la de las detracciones?
JM - No.
EC - Le pregunto porque, por lo visto, esa es su manera de negociar.
JM - No, el problema de la harina y el aceite está muy concentrado. Si tengo que negociar con estudiantes mi lenguaje es uno, si es con militares es otro, si es con la industria frigorífica es otro. Igual que hace usted cuando va a comprar un auto, si tiene mucho interés no le dice al comprador "qué auto bárbaro, se lo voy a comprar", se lo va a desmerecer de entrada para tratar de sacar algo menos.