(Emitido a las 8.00)

EMILIANO COTELO:
Plan B: "Anestesistas acorralan al Ministerio de Salud Pública y abandonan a miles de pacientes". "El gobierno decretó ayer nuevamente la esencialidad de los servicios, pero estos profesionales anuncian que no acatarán esa norma."

La Diaria: "Esto va a doler. Ante la renuncia masiva de anestesistas de Salud Pública se decretó la esencialidad del servicio en Montevideo".

El Observador (título secundario en tapa): "Buscan evitar renuncias masivas".

"Ante la renuncia masiva de 95 anestesistas del Hospital Maciel, Pasteur e Instituto Nacional de Traumatología que comenzaron a concretarse ayer, el MSP decretó una vez más la esencialidad de las actividades anestésico-quirúrgicas en los establecimientos públicos de Montevideo. El gobierno cree que la medida impide a los médicos abandonar sus puestos de trabajo, y advirtió que si no se presentan a trabajar los acusará ante la justicia penal por omisión de asistencia."

Estamos con el doctor Alejandro Abal, asesor jurídico de la Sociedad de Anestesiología del Uruguay (SAU).

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Doctor Abal...

ALEJANDRO ABAL:
Ante todo, no soy asesor jurídico de la SAU, sino que integro el equipo de personas que asesora a la Mesa de las Sociedades Anestésico-Quirúrgicas (SAQ). De todas maneras, como la SAU integra la Mesa, indirectamente puedo ser considerado también asesor de Anestesiología.

EC - Usted leyó el decreto. ¿Cuál es su análisis a propósito de la medida que se acaba de tomar?

AA - La esencialidad es un instrumento jurídico que tiene por efecto impedir las medidas gremiales de los funcionarios que impliquen una interrupción del servicio, como huelgas, trabajo a reglamento, paros, paros perlados y toda la variedad de interrupción de servicios que se le pueda ocurrir. La esencialidad torna ilegal algo que normalmente es legal, legítimo y no puede dar lugar a sanciones, como el derecho a la huelga, el derecho a hacer paros, el derecho a hacer trabajo a reglamento, etcétera. Lo torna ilegal para los afectados.

Por ende, quien estando comprendido por la resolución realizare ese tipo de medidas gremiales, como hacer huelga, trabajo a reglamento, paros, paros perlados, está incumpliendo con la esencialidad y debe ser sancionado, incluso con su cese como funcionario, que sería lo más grave que cabría.

Con ese esquema en la cabeza (que simplifiqué un poco pero es la esencia) uno puede preguntarse a quién comprende la resolución. Usted recién leía los titulares de algún matutino que decía que los anestesistas no acatarán la resolución de esencialidad.

EC - Sí, eso dice uno de los títulos.

AA - Entonces uno se pregunta si los comprende, a quiénes comprende. Una declaración de esencialidad como la que indica la resolución (que no es un decreto estrictamente sino una resolución ministerial) comprende a los funcionarios anestesistas de ASSE y el Ministerio de Salud Pública (MSP) (es lo mismo) que estén haciendo huelgas, paros, trabajos a reglamento, paros perlados y similares. Los afecta, los comprende porque dice que no lo pueden hacer.

Pero no comprende a los funcionarios que no son funcionarios. Según el propio Ministerio ha alegado insistentemente ante la justicia, ante la opinión pública, estos más de un centenar de anestesistas contratados por la Comisión de Apoyo de ASSE no son estrictamente funcionarios públicos. Ni siquiera son, según el ministerio, funcionarios dependientes de la Comisión de Apoyo de ASSE. Ambas, la Comisión de Apoyo y el ministerio, sostienen que son profesionales liberales ejerciendo su profesión. A tal punto, que no se les paga aguinaldo, como usted no se lo paga a un arquitecto, no se les paga licencia ni salario vacacional, como usted tampoco se lo paga tampoco a un arquitecto, no se les paga los aportes al BPS, como no se lo paga usted a su arquitecto.

Y además eso es lo que sostiene el MSP. Los anestesistas han sostenido que son dependientes de la Comisión de Apoyo de ASSE, pero el ministerio no lo acepta.

De manera que una declaración de esencialidad no puede comprender a quienes según el Poder Ejecutivo no son funcionarios ni siquiera de la Comisión de Apoyo de ASSE, que no forma parte del Estado.

EC - Usted escuchaba recién al doctor Baltasar Aguilar, director general de ASSE, que sostenía que sí los abarca, en la medida que prestan sus servicios en dependencias de Salud Pública por las vías que mencionaba.

AA - Uno puede decir lo que quiera, pero es claro que no los puede comprender. Si yo digo que la persona no es funcionaria mía, ni siquiera funcionaria de la Comisión de Apoyo de ASSE, que indirectamente se podría decir que forma parte del Estado (forma parte del Estado en los hechos, no de derecho), no puedo decir que la comprende una resolución de esencialidad.

Y hay bastante más para decir sobre esto. La medida ni siquiera afecta a los presupuestados porque no se está cumpliendo ninguna medida gremial, no hay ninguna medida que quede suspendida por la esencialidad. La esencialidad suspende la posibilidad de ejercer los derechos gremiales (de huelga, de suspensión transitoria de tareas, de trabajo a reglamento, de paros perlados, etcétera) y acá no hay ninguna resolución ni en ese ni en ningún sentido.

EC - Usted alude a una precisión que han hecho en más de una oportunidad los voceros de las SAQ en cuanto a que estas renuncias son decisiones individuales.

AA - El decreto de esencialidad debería decir cuál fue la resolución de alguien, aunque sea de la Comisión Directiva de la SAU, no ya de la Mesa de las SAQ o del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), del presidente de la Comisión Directiva. No la hay, no hubo ninguna resolución gremial de renunciar.

Al contrario, el espíritu que animó a la SAU, a la Mesa de las SAQ y al SMU fue tratar de evitar que pasara eso. Se le advirtió continuamente al ministerio, al doctor Aguilar, acerca de lo que estaba por suceder, se le pidió por favor que se adoptaran las medidas que habilitaban a adoptar el acuerdo que se firmó hace pocos días en el Parlamento. Excluyó en este punto a los anestesistas.

EC - Desde su punto de vista el decreto no impide que las renuncias se concreten, que es lo que se buscaba.

AA - Es imposible. Lo único que se podría decir es que se quiere hacer trabajar forzadamente a alguien, porque otra solución no hay. Como si el SODRE se quedara sin funcionarios porque renuncian todos, decretaran la esencialidad la actividad y lo llamaran a usted para que fuera, y lo obligaran a ir. Eso es trabajo forzado. Pero por supuesto que eso no está planteado.

EC - ¿Cuál es el escenario al que nos vamos a enfrentar a la luz de esta lectura que se hace desde el punto de vista jurídico en las SAQ?

AA - Desde el punto de vista de jurídico (no de las SAQ) estamos frente a una resolución que declara la esencialidad absurdamente, ilegítimamente, por tres razones.

La primera razón, que no se daba la vez pasada, es que no hay ninguna medida gremial de ninguna especie que se deje en suspenso por la declaración de esencialidad.

En segundo lugar, por un argumento que ya se manejó la vez pasada y que también torna ilegítima la declaración de esencialidad: no puede comprender toda la actividad de un sector, sino solamente aquello que es de emergencia, de urgencia, etcétera. Eso está recogido incluso en el decreto de la dictadura que toma como base este gobierno, el MSP, para decretar la esencialidad. Una cosa bastante insólita.

En tercer lugar, porque además, cuando se declara la esencialidad se deben proponer medios alternativos para solucionar el conflicto en la misma resolución, y eso no se ha hecho.

Esto es lo que sobre el tema le puedo decir. Las renuncias son válidas porque la declaración de esencialidad comprende solo a los que están con medidas gremiales y los que renuncian no están llevando adelante medidas gremiales. Y además porque no comprende a los contratados por la Comisión de Apoyo de ASSE, y los que renunciaron fueron los contratados por esa comisión, como hizo notar y aceptó Baltasar Aguilar cuando hablaba con usted.

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Edición: Mauricio Erramuspe