Jorge Sawchick explicó el funcionamiento de la Estación Experimental INIA La Estanzuela.

Una estancia dedicada a saber cómo producir más y mejor

Son 1.300 hectáreas dedicadas a la investigación sobre cómo mejorar el rendimiento de cultivos, pasturas y ganados. Jorge Sawchick, director del Programa Nacional de Investigación, Producción y Sustentabilidad Ambiental de La Estanzuela explicó el funcionamiento de esta Estación Experimental del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria.

(Emitido a las 8.45)

EMILIANO COTELO:
Las visitas que hacemos con el equipo de En Perspectiva durante el fin de semana previo a cada Tertulia Agropecuaria suelen ser muy productivas. Entre otras cosas, porque nos permiten apreciar muy de cerca lugares, actividades, vivencias y opiniones que encerrados en Montevideo no podríamos conocer.

Estas 48 horas en INIA La Estanzuela no han sido la excepción. Ya produce un cierto impacto el solo hecho de llegar hasta aquí y encontrarse, en medio del campo y a 20 kilómetros de Colonia del Sacramento, con este complejo de edificios. Seguramente los visitantes no esperan esta larga sucesión de construcciones, algunas de más de 100 años, muy antiguas, y otras más recientes, de hormigón armado y con grandes ventanales, de los años sesenta. Todo ello en el marco de un gran parque bien cargado de árboles, plantas y flores en excelente estado de mantenimiento.
 
Rosanna, tú conoces muy bien todo este predio, has estado muchas más veces que nosotros. ¿Qué te parece si describimos en pocas palabras qué es lo que hay aquí en la urbanización de la Estación Experimental?
 
ROSANNA DELLAZOPPA:
Comienzo por lo más viejo, la casa, el casco original que perteneció al doctor Alberto Boerger. Estamos hablando de alrededor de 1870, seguro de antes de 1900, pero no se sabe con precisión.

Luego hay construcciones de 1930; en un ícono claro de La Estanzuela, que es el tanque de agua, dice 1930. Junto con eso están los pabellones para estudiantes en tesis y algunos técnicos que no tienen la familia en Colonia y viven allí. También los laboratorios de suelos y de leche, los galpones y la troja, que es aquella estructura vieja que se ve en la entrada cuando se entra por el costado, donde antiguamente se ponía el trigo que se cortaba. Todo eso es de alrededor de 1930.

Luego en los años sesenta se construyó este edificio, que contiene la oficina de los técnicos, algunos laboratorios, el anfiteatro donde estamos, la biblioteca, la dirección y la administración, junto con un galpón de semillas, que también llama la atención. Si no me equivoco, allí se hacen las reuniones de La Estanzuela.

EC - A pesar de ser muy grande, esto es solo la urbanización de La Estanzuela. Este centro tiene más de 1.000 hectáreas donde se hace investigación y experimentación directamente sobre la tierra. El sábado pasado recorrimos buena parte de esta superficie. En titulares, ¿qué se puede encontrar en el campo de La Estanzuela?
 
RD - Siguiendo el orden de la recorrida, primero fuimos a la unidad donde se encuentran los ensayos de cultivares, en este momento se ve todo espigado lo que es trigo y cebada, todo lo referente a producción de forraje de pasturas. Después estuvimos en la Unidad de Producción Intensiva de Carne, donde vimos el encierro de animales. Después fuimos a la Unidad de Lechería, una unidad intensiva, en ese momento estaban en pleno ordeñe y apreciamos un sistema moderno y una máquina moderna, donde veíamos la caída de las pezoneras como cosa curiosa y natural. Y finalmente fuimos a la Unidad de Ovinos, donde vimos cruzamiento con razas prolíficas para producción de carne.

EC - Son 1.300 hectáreas dedicadas a la investigación agropecuaria. Pero ¿a qué exactamente? ¿Qué es lo que se investiga en la Estación Experimental INIA La Estanzuela? ¿Cuánta gente trabaja aquí? ¿Qué perfil tienen los investigadores?

Estamos con el ingeniero agrónomo Jorge Sawchick, director del Programa Nacional de Investigación, Producción y Sustentabilidad Ambiental.

Uno de los resultados de nuestra visita a INIA La Estanzuela fue conocer directamente a Jorge, saber qué cara tiene, porque ya alguna vez había intervenido telefónicamente en nuestro programa, había participado en una entrevista sobre agricultura de precisión, pero no lo conocíamos personalmente.

***

Jorge, ¿qué es La Estanzuela?

JORGE SAWCHICK:
La Estanzuela tiene 50 técnicos profesionales, 150 funcionarios como personal de apoyo, maneja 1.300 hectáreas, que incluyen laboratorios e invernáculos.

EC - ¿Podemos detenernos en algunos de esos ejemplos, en algunos de esos lugares, y la investigación que implican?

(Vea la galería de imágenes de la recorrida del equipo de En Perspectiva por La Estanzuela)

JS - En la recorrida habrán visto un montón de parcelas pequeñas y se habrán preguntado para qué sirven y cómo eso luego se traduce, años después, en la producción.

EC - Algunos de esos lugares parecen los canteros de una huerta, sobre todo cuando los cultivos todavía están chiquitos, no cuando empiezan a desarrollarse en altura.

JS - Exacto. Ese mosaico de parcelas representa diferentes etapas del proceso de mejoramiento genético para obtener una variedad, por ejemplo de trigo. Eso lleva mucha cabeza, mucho tiempo de los investigadores, hasta llegar al producto final.

EC - Que puede ser, por ejemplo, un trigo, ¿con qué características?

JS - Buscamos trigos de cada vez mayor producción, mayor resistencia a enfermedades y de buena calidad. En casi todas las líneas de La Estanzuela y de las demás estaciones experimentales de INIA hay dos focos importantes en cualquier producto. Uno es aumento de la productividad sin descuidar la calidad, y el otro es saber qué malezas atacan a esa variedad, qué enfermedades, qué insectos y cómo manejarlas, qué fertilizante tenemos que aplicarle. Ese tipo de cosas se estudian en trigo, cebada, etcétera. Hacemos lo mismo con la generación de pasto, con las pasturas.

EC - Estamos hablando de las variedades que se plantan para alimento del ganado.

JS - Exactamente, muchas especies diferentes, muchas variedades, mucho tiempo, muchos años de mejoramiento de trabajo que se busca acelerar mediante la incorporación de algunas herramientas de biotecnología que también resultan en productos utilizables en la lechería, en la ganadería de carne, etcétera. Eso que hoy son parcelas chicas con los años se transforma en productos tecnológicos que son adoptados por diferentes productores para distintas producciones.

EC - Ustedes hablan con toda naturalidad de "productos tecnológicos" cuando se refieren a semillas, y quizás para el oyente común y corriente "tecnología" suena más a máquinas, a aparatos o eventualmente a software. Una semilla también es tecnología.

JS - Exactamente, eso lleva un proceso intelectual de mucho peso que es componente fundamental de la tecnología.

EC - Muchas veces ustedes hablan de "paquete tecnológico" y no incluyen solo la semilla, incluyen el manejo de esa semilla.

JS - Esa semilla, esa variedad que se lanza al mercado, va a ser afectada por factores como las malezas, los insectos, las enfermedades; y tenemos que saber fertilizarla. Estudiamos todos esos componentes.

Y hay un segundo nivel de agregación. Tenemos los cultivos, las pasturas, tenemos la producción de carne; ¿cómo integramos esos componentes? Esa combinación es lo que genera un sistema de producción, más agrícola, más lechero o más ganadero. Esa es otra parte de los trabajos que desarrollamos, es: esos sistemas de producción en términos económicos, ¿son rentables para el que los adopta? ¿Qué impacto pueden tener en los recursos, por ejemplo en el suelo? Seguramente vieron un experimento de larga duración que tiene más de 40 años.

EC - Fue uno de los lugares del predio de La Estanzuela que más nos impresionaron, nos encontramos con experimentos a propósito de rotación de cultivos que se vienen siguiendo desde hace 40 años.

JS - Para ser exactos, 44 años.

EC - ¿Qué implica esa historia?

JS - Implica la visión, en los años sesenta, del ingeniero Lavalleja Castro, que fue quien la diseñó, la visión de adelantarse a lo que iba a pasar en la agricultura y la ganadería y establecer sistemas de producción de contraste aun cuando no estuvieran presentes en ese momento.

EC - ¿Por ejemplo?

JS - Uruguay en esa época tenía básicamente sistemas de producción de cultivos con laboreo; el arranque de ese experimento implicó la incorporación de pasturas de diferente duración, de pasturas para el ganado, en combinación con esos cultivos. Eso permitió la mejora del rendimiento, permitió ahorrar insumos, por ejemplo nitrógeno, que hoy tiene un peso importante en la economía de los cultivos, etcétera.

EC - Si se rotan las plantaciones en un determinado suelo se obtienen determinadas ventajas, y se rota de otra manera, al revés, se puede tener inconvenientes.

JS - Exactamente. Ese es un ejemplo dinámico, 40 y pico de años después estamos planteando cambios en ese experimento, marcando un nuevo escenario y viendo hacia dónde tenemos que dirigir los nuevos contrastes.

EC - ¿Prevén aplicar siembra directa en esos suelos, por ejemplo?

JS - En ese experimento particular, pero paralelamente, en la década de los noventa se comenzaron experimentos relacionados con la práctica de la siembra directa. Esa articulación entre rubros y la generación de sistemas de producción es el arte de combinar las diferentes cosas que hacemos aquí. Después, tener en cuenta el impacto económico, el impacto de recursos naturales, etcétera.

EC - ¿Cómo se enteran los productores de los resultados de estas investigaciones?

JS - Tenemos muchas actividades de difusión durante el año dirigidas a productores y a técnicos, porque tenemos la necesidad de que estas 1.300 hectáreas no sean un núcleo cerrado, La Estanzuela tiene que salir al medio. En eso hay mucho por hacer, pero se ha avanzado en la articulación con privados, con empresas privadas del litoral del país, para diferentes cosas, para generación, para validación de tecnología en diferentes rubros, en agricultura, en lechería, etcétera. Esa es una vía que considero interesante enfatizar porque es hacia donde tiene que ir el camino, esa alianza público-privado, público-público. Tenemos un ejemplo, hace poco en Fray Bentos se inauguró una unidad tecnológica entre el INIA y el LATU, y hay mucho más para trabajar. Porque los problemas que se van planteando son cada vez más complejos, por tanto el ataque desde aquí es complementario de otros puntos de vista, de otras visiones.

Vea el especial sobre la visita a INIA La Estanzuela

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Edición: Mauricio Erramuspe