Entrevistas

Polémica por anunciados gravámenes al agro (2)

Parte de la entrevista no emitida el viernes 23.04.04.

EC - ¿Uno de los instrumentos podrían ser las detracciones a las exportaciones?

CV - Creo que no, que son inoportunas en este momento. Lo que dije fue que las detracciones son como cualquier otro instrumento, algo a considerar y no a desechar; es lo único que puedo afirmar de mis dichos.

EC - Pero usted introdujo el término "detracciones" cuando hizo referencia a las aplicadas en Argentina a las exportaciones de soja.

CV - La problemática argentina es de los argentinos, dejemos que ellos la solucionen, y lo están haciendo bien en alguna medida. Uruguay tiene la suya, entonces no copiemos.

EC - Por ejemplo, un oyente productor agropecuario nos enviaba ayer un correo electrónico que decía: "En Argentina hubo pesificación de deudas, y luego de esa pesificación a los productores se les refinanció a muy largo plazo y a tasas preferencialísimas. Debido a esas ventajas se los balanceó con impuestos a la exportación".

CV – Sí; perfecto. Son otras las condiciones, por lo tanto yo no estoy proponiendo –lo dije expresamente en el foro de ADM– la reimplantación de detracciones y mucho menos en este momento. Lo que digo es que no se descalifique de por vida a un instrumento que es válido como cualquier otro; no estoy de acuerdo en que se descalifique de por vida a un instrumento que hoy no es adecuado, es inoportuno. El sector no se ha consolidado suficientemente y no están dadas las mismas condiciones que en Argentina. Por lo tanto en adelante se verá, pero hoy no es oportuno ni parece estar en la agenda, vuelvo a repetir, del EP-FA.

Yo no podría de ninguna manera estar haciendo planteos en términos impositivos cuando hay un equipo de trabajo que está elaborando y trabajando al respecto, del cual no formo parte y cuyas consideraciones debo por lo tanto respetar absolutamente.

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EC - Con las precisiones que usted formulaba más temprano, la idea que usted manejó, la de alterar en un futuro el esquema tributario que hoy rige para el agro, puede ser vista también como un cambio en las reglas de juego. ¿No lo preocupa el impacto que este tipo de incertidumbre puede llegar a tener sobre los inversores, sobre los flujos de inversión? El día que usted hizo estos comentarios, en la misma mesa del desayuno de trabajo de ADM se encontraba el economista Gustavo Michelín, director del Banco República, quien salió al cruce de lo que usted señaló preguntando: ¿quién sembrará una hectárea de arroz el año que viene, si no existen reglas claras sobre qué tipo de tributación va a existir para ese sector? ¿Usted qué responde?

CV - Creo que hay que estudiar una reforma tributaria en el país. Si esta situación del país es insostenible, ¿qué estamos proponiendo: mantenerla incambiada? Decimos que no. Vastos sectores de asalariados, de consumidores, siguen afectados; el mercado interno sigue postrado; sin el mercado interno que acompase el motor que puede estar planteado en el sector agropecuario e industrial o en el sector turismo, no hay reactivación sólida y consistente. ¿No hay que hacer nada?, pregunto. Vamos a tener que hacer algún tipo de transformaciones. ¿Afectamos las expectativas con las transformaciones? Yo creo que no.

EC - Pero, por ejemplo, para los productores del sector agrícola, para quienes en los últimos meses y años han impulsado el crecimiento del área sembrada de soja o de arroz, ¿qué precisiones hace usted en cuanto a los horizontes temporales que está manejando? ¿Cuándo podría llegar a producirse este tipo de cambios en la tributación del agro?

CV - Primero hay poner al agro en condiciones de poder tributar, y que luego cada cual pague al fisco en función de sus posibilidades. Esa es la idea; no es concebible en una sociedad armónica que mañana un sector esté generando fuertes beneficios y la sociedad lo deje sin gravarlo, mientras descarga sobre otros sectores que están postrados la mayoría de los impuestos.

EC - Entiendo la filosofía, pero la pregunta apuntaba a conocer el manejo de los tiempos en el que usted está pensando.

CV - Yo no estoy pensando en un tiempo, lo estoy manejando como idea, como criterio. El criterio debe ser ese: que cada cual contribuya en función de su capacidad contributiva, no como ahora que está absolutamente distorsionado. Si el sector agropecuario no consolida su crecimiento, no sale de los problemas que tiene, entenderé que no puede ser afectado de la forma en que debiera ser, emparejado con los demás sectores de la economía; pero si se consolida creo que los propios productores van a estar absolutamente de acuerdo en lo que estoy planteando, porque si no tendríamos un sector desintegrado de la sociedad y el sector tiene que verse integrante de la sociedad, aportando a la par de los otros cuando tiene posibilidades de hacerlo.

EC - Declaraciones como las que usted mencionó tienen por un lado el riesgo que yo recién mencionaba, el de generar incertidumbre ante el cambio de las reglas de juego; pero además tienen otro riesgo desde el punto de vista de los intereses del propio FA, el de enemistarse con sectores como el agro y la industria, que están hoy disconformes con las políticas que siguieron los últimos gobiernos colorados y blancos y que comenzaban a volcarse al voto por Tabaré Vázquez. ¿No le parece que declaraciones como estas pueden haber constituido un error táctico complicado?

CV - Bien planteadas las cosas, bien definidos los criterios, aclaradas algunas malas interpretaciones o quizás elaboraciones de palabras no bien intercaladas, el tema queda en absoluto encuentro de opinión. Vuelvo a repetir: no creo que haya sectores que se puedan negar a aceptar un planteamiento en los términos que acabo de plantear. Me parece que un gobierno que no se enemiste con nadie no va a poder hacer nada; siempre va a tomar alguna determinación, alguna medida, va a haber cambios. Porque no estamos para hacer lo mismo, es evidente; entonces que no se diga "Manténganse las reglas de juego", o sea el statu quo: estamos para hacer cambios que queremos que sean consensuados.

Estamos hablando de criterios, sería imprudente e inadecuado hablar de medidas concretas como tal o cual impuesto, cosa que tampoco estoy en condiciones de hacer. No queremos incurrir en eso; en todo caso queremos denunciar que la 15 dijo que no iba a haber más impuestos y surgieron como 20, buena parte sesgados hacia una parte de la población y no hacia otra. No creo que lo que estamos planteando vaya a concitar más cosas, se ha hecho un aspaviento con esto, con algo que me parece que debería ser totalmente aceptado como criterio...

EC - En declaraciones a Búsqueda, usted dijo la semana pasada que el crecimiento de las inversiones se daría a partir de los cambios tributarios que propone introducir la izquierda si accede al gobierno. La frase textual fue: "Quien produzca más debe estar mejor tratado por el sistema tributario, ese es el cambio que se avizora". ¿No hay una contradicción entre esta frase que estoy citando ahora y su planteo de este miércoles en ADM?

CV - Recuerdo perfectamente lo de ayer; no tengo muy presente lo de la semana pasada en Búsqueda. El criterio es que haya incentivos tributarios; creo haber declarado a Búsqueda que va a haber incentivos tributarios. Hablé de eso, de que los incentivos serían aplicados a aquellas entidades, a aquellas empresas que más contribuyan al desarrollo por la vía de la incorporación de tecnología; me referí a eso. De pronto no tengo la virtud de ser preciso en algunos términos y mis palabras son mal interpretadas. Lo que importa entonces, más allá de si incorporé términos inadecuados, es cuál es mi pensamiento. No hay contradicción, yo digo que quien produce más, gana más, genera mayor excedente, tiene que contribuir en una proporción mayor a las arcas fiscales con respecto al que gana menos. Hago esa precisión con respecto a las aparentes declaraciones de la otra vez.

En cuanto a los incentivos para la inversión, considero que deben estar sesgados hacia los sectores que efectivamente contribuyen a la incorporación de tecnología. Hasta ahí las definiciones del EP-FA; más allá no hay y quizás mis palabras no lo hayan reflejado enteramente.

EC - Volviendo al tema que dio que hablar esta semana, cuando usted piensa en el futuro, en la posibilidad de que tributen más sectores como el agro o la agroindustria exportadora, ¿en qué calcula utilizar esos nuevos ingresos, esas nuevas fuentes de recaudación? ¿Para reducir la carga fiscal de otros sectores de la actividad, o para disponer de más recursos para otros fines?

CV - Desde luego que hay que hacer una reforma tanto en la tributación como en el gasto; es imperioso. Hay mucho gasto superfluo de la administración central y de las empresas públicas y servicios descentralizados. La revisión de los gastos superfluos será una primera prioridad; asignar incentivos tributarios a sectores que contribuyan al desarrollo de las fuerzas productivas será otra gran prioridad. La idea no es aumentar la presión fiscal: lo que estoy diciendo es restituirle al agro la presión que tenía, no aumentársela, eso es claro.

EC - Pero con respecto a la situación actual sería un crecimiento de la presión fiscal.

CV - Sí, pero sería restituirle la que tenía, que fue bien quitada en su momento, cuando el agro padecía ciertas condiciones; ahora que no padece esas condiciones se le restituye, me parece natural el planteo. Como fuerza política de ninguna manera estamos planteando aumentar la presión fiscal: lo que digo es que va a haber mayor contribución porque aspiramos y creemos firmemente que en el marco de una nueva política, de un nuevo proceso de integración, con un nuevo rediseño del Mercosur, Uruguay va a crecer fuertemente. No va a crecer, como se ha dicho, en forma tendencial en función de las condiciones que ahora están justificando el crecimiento, sino que va a crecer en otros términos porque el crecimiento se va a basar en su verdadera capacidad productiva y en la coordinación de políticas y de cadenas de valor dentro del Mercosur.

EC - Para ver la pregunta en otros términos tomo declaraciones del presidente de la Federación Rural, Roberto Uriarte, quien dijo: "Es muy fácil decir ‘Vamos a sacarles a los que tienen mucho para darles a los que menos tienen’, pero el déficit fiscal no se arregla con ese tipo de medidas, el camino es la reducción del gasto público".

CV - Hay que eliminar el gasto público superfluo, los que no lo son no se pueden eliminar. Entre los gastos que hay que mantener están aquellos que mejoran la infraestructura, que generan ventajas hacia los sectores productivos en términos de competitividad porque les dan un apoyo mayor. La obra pública, la inversión pública no debe desatenderse.

La idea ha sido malinterpretada, siempre he mantenido un buen entendimiento con los productores rurales, con sus agremiaciones, y no tengo la menor duda de que esto no va a alterarlo, de que dialogando se va a aclarar. Lo que estamos diciendo, que nadie puede dudar, es que el sector agropecuario contribuya en la misma proporción, en el mismo sentido que todo el mundo, y que al crecer seguramente generará mayores ingresos y por lo tanto aportará más. Eso puede aliviar la carga de otros sectores que ahora están absolutamente asfixiados; me refiero concretamente a la clase trabajadora.

EC - Para terminar de entender la última pregunta: en los planes del EP o en sus ideas –usted hará la precisión que corresponda–, en el próximo período de gobierno, si gana el doctor Tabaré Vázquez, el gasto público, ¿va a quedar igual, va a subir, va a bajar?

CV - La idea es que crezca el gasto en inversiones públicas, si es que se puede considerar gasto; actualmente se está negociando, sobre todo Brasil, con el Fondo Monetario, para que ese tipo de gastos se exima del cómputo, no se considere gasto público. Yo diría que además de las inversiones del sector público habría que agregar la educación, que en realidad es una inversión y por lo tanto se paga sola en el largo plazo.

Más allá de eso creemos que hay sectores que requerirán un reforzamiento en sus dosis de gastos y sectores a los que se les podrán recortar gastos. En su conjunto, a título personal –porque estamos en un proceso de elaboración y construcción– creo que el nivel de gasto se mantendrá en términos reales en relación al producto, sobre la base de que no aumentaría la presión fiscal sino que aumentaría el ingreso global por concepto de crecimiento económico.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón