Un poco de mística
Uruguay le empató a México con diez y en la hora. No jugó bien, pero cortó una racha de tres derrotas consecutivas. El Chengue Morales se fue expulsado.
Se moría el partido. Uruguay no había jugado bien, acumulaba una cuarta derrota consecutiva en partidos oficiales y arrancaba mal la Copa América. Encima, jugaba con diez porque al Chengue Morales lo expulsaron con apenas tres minutos en la cancha.
Era más de lo mismo y otra vez la comida. Pero, al fin un pero a favor, apareció un centro andá a saber de donde, y Paolo Montero, de cabeza, empató el partido cuando el reloj marcaba 42´ del segundo tiempo y el alma parecía terminar de marchitarse.
Uruguay cortaba así la racha negativa y rescataba un punto casi perdido en situación adversa. Sin jugar bien, por lo menos mostró un cambio de actitud que le permitió llevarse un empate con gusto a mucho.
La selección no jugó un buen partido. Careció de volumen futbolístico, fue dominado en buena parte del encuentro, careció de un generador de fútbol y mostró un escaso poder ofensivo.
La línea que salvó mejor el examen fue la defensiva. Después de varios partidos haciendo agua por todos lados, la retaguardia del equipo se plantó bien y le ganó casi siempre a los intentos mexicanos.
Incluso, los goles llegaron en situaciones puntuales y desgraciadas para el arquero Luis Barbat. El primero se lo "comió" entero el arquero, un centro desde muy lejos que se le metió por el segundo palo. El segundo fue un zapatazo que se le metió fuerte y arriba.
En esa zona defensiva estuvo la figura del partido: Paolo Montero. En su regreso a la selección después de casi dos años, el zaguero de la Juventus fue el sostén anímico del equipo, se mostró seguro en el fondo (donde no perdió casi nunca) y anotó el gol del empate en la hora.
Uruguay deberá mejorar mucho futbolísticamente para poder avanzar en la Copa América, pero, por lo menos, recuperó la actitud y el temple que no había mostrado en los últimos tiempos. No alcanza sólo con garra, pero es bueno volver a tenerla.
Para la mayoría en la Copa América, Uruguay era la cenicienta del grupo. Ahora, lo mirarán distinto. Empató de atrás, en la hora y con diez y recuperó un poco de aquella mística perdida. En principio, y en tiempos de vacas flacas, no es poco.
Uruguay 2:2 México
Estadio: "Elías Aguirre" de Chiclayo, Perú.
Público: 23.000 personas.
Arbitro: Gilberto Hidalgo (Perú).
Asistentes: Alfonso Orlandini (Perú) y Plácido Chuello (Venezuela).
Uruguay: Luis Barbat; Joe Bizera, Paolo Montero y Darío Rodríguez; Gustavo Varela, Omar Pouso (87' Vicente Sánchez), Marcelo Sosa y Cristian Rodríguez; Diego Forlán (71' Martín Parodi); Darío Silva (77' Richard Morales) y Carlos Bueno.
Director técnico: Jorge Fossati.
México: Oswaldo Sánchez; Salvador Carmona, Duilio Davino y Ricardo Osorio; Jaime Lozano, Octavio Valdez, Rafael Márquez, Pavel Pardo y David Oteo (83' Héctor Altamirano); Francisco Palencia (67' Jesús Arellano) y Jared Borgetti (67' Adolfo Bautista).
Director técnico: Ricardo Lavolpe.
Goles: 43' Carlos Bueno (U), 45' Ricardo Osorio (M), 68' Pavel Pardo (M), 88' Paolo Montero (U).
Expulsado: 80' Richard Morales (U).
Amonestados: 22' Gustavo Varela (U), 27' Rafael Márquez (M), 31' Darío Silva (U), 70' Ricardo Osorio (M), 73' Martín Parodi (M).