Entrevistas

Reducción de impuestos por "desesperación electoral"

Diputada Silvana Charlone (E90, EP-FA-NM): La situación fiscal es gravísima, como surge de las planillas del Fondo Monetario. Más de un tercio de la recaudación de 2003 se destinó al pago de la deuda, el país se sigue endeudando a corto plazo, y al mismo tiempo se elimina impuestos sin sustituir esos recursos ni atender la emergencia social.

(Emitido a las 08.26)

EMILIANO COTELO:
Los anuncios efectuados ayer por el ministro de Economía y Finanzas, Isaac Alfie,
provocaron inmediatas reacciones.

(Grabación)

ISAAC ALFIE:
El Producto Bruto Interno (PBI): al primer trimestre de este año ya habíamos recuperado gran parte de lo perdido. El consumo privado también muestra una recuperación sostenida. El empleo total urbano también refleja el crecimiento de la economía.

En base a estos buenos resultados y en base a que entendemos que este ahorro debe preservarse, es que hemos decidido subir la meta de superávit primario de este año de 3,2 por ciento a 3,4 por ciento del Producto.

(Fin de la grabación)

A partir de ese compromiso mayor en cuanto a la prudencia fiscal, el ministro entendió que estaban dadas las condiciones para poder realizar anuncios que fueron muy fuertes. "A partir del 1º de agosto vamos a eliminar completamente el adicional del IRP, y no sólo del IRP sino de todos los adicionales a las rentas que se han votado. Esto es, el adicional del impuesto a las comisiones y al agro, la industria y el comercio", dijo Alfie. También incorporó la eliminación del Cofis a los servicios públicos UTE, OSE y Antel, lo que significa que a partir del 1 de agosto esas tarifas bajan aproximadamente 2,9 por ciento, compensando prácticamente el incremento que tuvieron entre junio y julio.

También formuló consideraciones políticas. Dijo, por ejemplo, que Harry Potter no existe en materia económica, sostuvo que Uruguay está renaciendo y que se debe mirar al futuro y no estar de espaldas al mundo:

(Grabación)

IA - Hoy, sectores importantes de la sociedad aún no reconocen el mundo, quieren ir de espaldas a él. Debemos impulsar a esos sectores para rescatar la actitud de nuestros abuelos. Queremos el Uruguay del crecimiento equilibrado, el de la industria, el del agro, el de todos los servicios. Queremos un Uruguay sin etiquetas y sin sofismas inconducentes, mirando el futuro y enfrentándolo. Que hemos demostrado que se puede, volvamos a desafiar al mundo integrándonos a él, que volveremos a ser grandes como fuimos en el pasado.

(Fin de la grabación)

Al retirarse de la reunión, el diputado Carlos Pita, del Encuentro Progresista – Frente Amplio – Nueva Mayoría (EP-FA-NM), criticó de manera muy severa la alocución de Alfie: la tildó de "grotesco acto político de la Lista 15" y de "carnaval electoral":

(Grabación)

CARLOS PITA
Es lamentable, vergonzoso. Esto es un grotesco acto político de la Lista 15, encabezado por el presidente de la República y cuyo orador principal ha sido el ministro de Economía y Finanzas, anunciando un vergonzoso carnaval electoral de rebaja de impuestos a tres meses de la elección nacional, en un acto demagógico repudiable, cargado de faltas de respeto, por lo menos a la mitad del pueblo uruguayo. Realmente lamentable; un acto payasesco, mal educado y repudiable, que ha protagonizado el ministro de Economía y Finanzas, apoyado por casi todo el gabinete del Poder Ejecutivo. Una verdadera vergüenza lo que acabo de presenciar. En un acto elemental de tolerancia, fui invitado por un amigo a presenciar una alocución de un ministro de Estado y me encontré con esta vergüenza.

(Fin de la grabación)

¿Es esa la opinión generalizada en la izquierda? Vamos a consultar a la diputada Silvana Charlone, del Espacio 90. ¿Qué conclusiones sacó usted?

SILVANA CHARLONE:
Creo que el ministro de Economía en realidad salió a hacer política ayer, salió a hacer campaña electoral. No sólo el ministro de Economía, desde distintos ámbitos se está tratando de mostrar una imagen de prosperidad y crecimiento que en realidad es una burbuja que no tiene sustento económico.

EC - ¿Por qué sostiene usted eso? Los números son bastante elocuentes.

SC - Sí, indudablemente el país algo creció, algo recuperó, porque tocamos fondo; después de tocar fondo se sube, se "rebota" necesariamente. Con un poco que mejoraran las condiciones regionales, con un poco que mejoraran los precios de exportación de algunos commodities, indudablemente algo se creció.

Pero lo cierto es que estamos en una situación fiscal y de liquidez sumamente comprometida. Ayer además se tomó un poco de medidas por cierto bastante contradictorias. La situación de liquidez comprometida se ve en los propios planillados del Fondo Monetario Internacional (FMI), en la planilla de liquidez internacional, entre los países de desarrollo medio Uruguay es el segundo peor catalogado después de Turquía; incluso Argentina está por encima. A nivel de déficit fiscal, estamos estudiando la rendición de cuentas y diga lo que diga el ministro y maneje y baraje como baraje los números lo cierto es que presentó una rendición donde tuvimos que hacer algunos numeritos para ver que hay un déficit de 9,36 por ciento sobre PBI, que es insostenible.

EC - ¿De dónde sale ese número?

SC - Sale de comparar los ingresos restándoles todos los gastos, los intereses que hubo que pagar por la deuda externa, las transferencias, etcétera, y también medidas tomadas como consecuencia de la crisis. Pero no están considerados los 1.051 millones de dólares que deberían aumentar el déficit, que fueron transferidos a los bancos privados. Todos los uruguayos sabemos que de eso el Estado no va a poder recuperar ni una mínima parte.

EC - El ministro ha justificado la no inclusión de ese rubro porque queda pendiente conocer cuánto se recupera de ese dinero.

SC – Pero por favor: si no se puede pagar a los ahorristas, si se les está pagando con bonos y papeles a mediano y largo plazo, no se puede venir a decir que esto se puede presentar. Además está expuesto dentro de los créditos inmediatos a percibir, como si su cobro fuera algo prácticamente inminente. Cualquier contador, cualquier economista, y usted vaya si tiene buenos analistas en su programa, sabe que esto amerita ser previsionado; por lo pronto no mostrarlo, no exponerlo como si fuera algo que está ahí, que en cualquier momento estiramos la mano y nos hacemos de esa plata.

EC - Ese es un punto que en los próximos días va a laudar el Tribunal de Cuentas, se está esperando un informe en esa materia.

SC - Sí. No sé qué dirá el Tribunal de Cuentas, nosotros manejamos principios de contabilidad generalmente aceptados, las normas internacionales de contabilidad. Pero vamos a las medidas de ayer...

EC – Porque me llama la atención que los números que el gobierno maneja en su relación con el FMI son diferentes. Por ejemplo los que se conocieron esta semana marcan que en el primer semestre el superávit fiscal primario, o sea antes del pago de intereses, es 4 por ciento del PBI, números muy buenos, incluso muy superiores a los pactados.

SC – Claro: si nosotros hablamos solamente de superávit primario estamos reduciendo mucho las posibilidades reales del país. Como le decía, en 2003 pagamos 888 millones de dólares de intereses de la deuda. ¿Qué está pasando, entonces? Que, más allá del superávit primario, se fueron prácticamente 8 puntos del Producto en pago de la deuda. En 2003 el país recaudó por todo concepto unos 2.400 millones de dólares, de los cuales hubo que pagar 888 millones de dólares. A la hora de tomar medidas económicas también hay que considerar esto, si es que decimos que vamos a seguir cumpliendo con la deuda y con sus intereses.

Me parece que ayer fueron tomadas distintas medidas, algunas de ellas contradictorias. Se rebajó impuestos. Somos todos políticos, ¿a qué político le puede ser grato decir "esto no es sustentable"? Pero lo cierto es que mientras se rebaja impuestos, por otro lado se aumenta la pauta del superávit y al mismo tiempo se sale a hacer una colocación en bonos por 250 millones de dólares que vencen dentro de un año y medio. Parece un poco contradictorio, entonces, que mientras reducimos impuestos porque estamos tan bien, por otro lado salimos a endeudarnos en 250 millones de dólares más, o a reperfilar –eso está hablando de necesidad de financiamiento, de que la plata no está y salimos a buscar fondos–, deuda que va a tener que pagar, naturalmente, la próxima administración.

Me llamó mucho la atención que justamente también ayer –fue como "largamos"– saliera el ministro Aguirrezabala a anunciar que se podrá importar carne de Argentina, una medida que se venía reclamando por parte de los carniceros y de la población, porque más allá de qué bueno que podemos exportar nuestra carne, dentro del marco en que estamos buena parte de la población hace un tiempo que solamente en fotos ve milanesa, churrasco, asado.

EC - La pregunta es ¿qué pasa, qué hay que hacer? Los números son mejores que los que se habían previsto para este año y que lo que se había comprometido con el FMI. ¿No hay que adoptar ninguna reducción de impuestos? ¿Cuál es la conducta que hay que asumir ante ese escenario?

SC - Tengo bastante desconfianza de los números que maneja el gobierno...

EC - Para empezar, desconfía directamente de los números.

SC – Es que esto no es novedoso: pasó en el período pasado. No olvide que en 1999, cuando se decía que el déficit iba a ser de 500-600 millones de dólares y el senador Danilo Astori dijo que iba a andar en torno a los 750-800, después cuando nos encontramos con los números resultó que superó los 900 millones de dólares. Cuando yo tengo una rendición de cuentas en el Parlamento con los números muy claritos y el ministro sale a decir cualquier otra cosa, tengo el legítimo derecho a desconfiar.

Además, vamos a entender en qué contexto político estamos: faltan tres meses para las elecciones, todas las encuestas le vienen dando al Partido Colorado en el entorno de 15 por ciento, muchos analistas políticos están diciendo, también por las encuestas, que el crecimiento que está teniendo el Partido Nacional se está fundando en traspaso de votos colorados... acá hay desesperación política. Estamos hablando de un partido tradicional que está en el entorno de 15 por ciento, que no lo ha podido superar. Entonces se sale con un paquete de medidas que... ¡cuidado!

Nosotros decimos, claro, que hay que modificar la estructura tributaria. Pero lo que parece un poco insólito y casi irresponsable es que se salga a bajar impuestos sin ton ni son que no sean de alguna manera sustituidos o modificados por algún otro tipo de tributación porque acá hay que reestructurar, no se trata de sacarle al país los impuestos, porque alguien los tiene que pagar. Hay que reestructurar, que no es lo que se está haciendo cuando, a la vez que se disminuyen tantos impuestos –creo que se habló de unos 250 millones, no tengo las cifras aquí–, que por otro lado salgamos a endeudarnos, a aumentar el endeudamiento. Entonces decimos: ¿cómo: si estamos creciendo y esto está financiado, por qué tomamos endeudamiento de corto plazo?

EC - Desde su punto de vista no habría que disponer rebajas de impuestos.

SC - Nosotros decimos que hay que reestructurar el sistema tributario.

EC - Pero en el corto plazo, ante esta coyuntura, ante estos números que muestra la economía uruguaya, ¿qué habría que hacer?

SC - Ante estos números que muestra la economía uruguaya tendríamos que tener una visión de mediano plazo y empezar a transitar una reforma tributaria en serio. Si usted me dice que hay un margen para reducir impuestos, no lo sé, no conozco los números y los que vengo conociendo me dicen que las cosas realmente están muy mal. Pero si hay un margen habría que ver por dónde empezar a reducir los impuestos y a qué sectores de la población empezamos a hacer llegar los beneficios del crecimiento. Porque no es lo mismo reducir impuesto a las retribuciones personales a gente que de repente está niveles en que gana 60.000, 70.000 pesos, que tomar determinadas medidas de política social para atender sectores de pobreza o para tratar de incrementar salarios en algunos sectores que están ganando realmente muy poco. Si hay margen, si los márgenes existieran... Mire que realmente son escasísimos, y no lo digo yo, puede recurrir a la página del FMI, podemos pasarle las fotocopias de los planillados donde figura el déficit de la rendición de 2003, son los números que nos presentó el gobierno. Por eso no entendemos esa disociación entre el discurso y los números que tentemos en los planillados.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón