Entrevistas

La defensa de Pablo Bentancur contraataca: el control policial y municipal es erróneo

Según el abogado defensor, Gustavo Bordes, el contratista de fútbol es inexplicablemente victimizado por la prensa, y a partir de ahí por las autoridades: no estaba ebrio ni drogado cuando fue detenido por exceso de velocidad hace tres semanas, ni acepta tampoco que condujera a 109 kph. Hay 500 muertes por año en accidentes, y sólo trasciende el nombre de su cliente.

(Emitido a las 08.44)

EMILIANO COTELO:
El sábado 16 de ese mes, a las dos y media de la madrugada, inspectores municipales multaron al conductor de un Jaguar negro matriculado en Punta del Este, por conducir a más de 109 quilómetros por hora por la rambla de Punta Gorda. El máximo establecido por la comuna en esa zona es de 70 quilómetros por hora. Pero además el examen de espirometría dio 63 decigramos de alcohol por litro en la sangre, una cifra muy por encima de lo permitido por las autoridades para conducir.

El conductor de ese vehículo era Pablo Bentancur. En noviembre de 2002 este contratista de jugadores de fútbol había matado a una joven que cruzaba la calle a la altura de Coimbra y la General Paz y se dio a la fuga para presentarse después ante la Justicia con un empleado suyo que aseguraba haber protagonizado el accidente. Por supuesto que después quedó claro que el responsable había sido el propio Bentancur.

El juez Pedro Hackenbruch lo procesó con prisión por el delito de homicidio culposo con omisión de asistencia. El empresario estuvo once meses preso en el Comcar, salió en libertad bajo fianza y volvió a manejar.

El juez Hackembruch no le había retirado la libreta argumentando que esa sanción no se justifica cuando se decreta prisión. Pero esta vez, el 16 de octubre, la Intendencia de Montevideo le retiró la libreta de conducir, que había sido tramitada en Canelones, y además le aplicó una multa.

Por su parte, la fiscal que entendió en el primer accidente de Bentancur, anunció que le había solicitado al juez Pedro Hackembruch que se le suspendiera al procesado la libertad provisional: o sea, que volviera a la cárcel.

¿Qué ha pasado desde el 16 de octubre hasta hoy? ¿Qué novedades hubo a nivel judicial? Vamos a dialogar con el doctor Gustavo Bordes, abogado defensor de Pablo Bentancur. ¿Qué pasó concretamente ayer?

GUSTAVO BORDES:
Ayer se celebró una audiencia a la que fueron citadas todas las personas que intervinieron en el suceso que data del sábado 17 de octubre, es decir los dos inspectores de tránsito, el policía que realizó el examen de espirometría, el propio Pablo Bentancur; se convocó al doctor Guido Berro, que es un experto médico forense; se convocó a la persona que fue a buscar a Pablo Bentancur ese día, porque no le permitían manejar. Se celebró la audiencia con todos estos testimonios, se agregaron algunas pericias que habíamos realizado por nuestra parte y estamos a la espera de la resolución judicial.

EC - Ustedes habían cuestionado el resultado de la espirometría...

GB - Nosotros cuestionamos diversas cuestiones que se dieron en la prensa. Recién usted decía, por ejemplo, que el máximo de velocidad permitido en esa zona es de 70 quilómetros por hora; pero es de 75 quilómetros por hora. Se dice que Pablo Bentancur tenía una tasa de alcohol de 6,37 gramos por litro de sangre, lo que es una medida absolutamente absurda. No lo digo yo: lo dicen los expertos y toda la literatura consultada; el propio Guido Berro ayer en la audiencia, el ingeniero Lucas Facello, que es experto en tránsito, dicen que esa tasa de alcohol en sangre no se puede encontrar en personas vivas. Entonces llama la atención que a raíz de esa noticia un diario capitalino haya publicado a página y media todo un escándalo a raíz de eso, partiendo de una noticia que es absurda en sí misma.

Yo decía a algunos colegas suyos que es como que el radar hubiera dado 700 quilómetros por hora. Cualquier persona entendida en el tema dice "No; no hay ningún auto que pueda ir a 700 quilómetros por hora; algo tiene que estar mal: o está mal el radar o Pablo Bentancur venía en un avión". Llama la atención que a partir de esa noticia -que, reitero, es absurda en sí misma- se haya elaborado toda esta alarma social.

EC - Vamos por partes. Por lo visto el resultado de la espirometría no coincide con las posibilidades de una persona de mantenerse viva...

GB - Exactamente.

EC - Pero... ¿Pablo Bentancur estaba alcoholizado o no?

GB - En absoluto.

EC - ¿En absoluto?

GB - En absoluto.

EC - Porque una cosa es que la marca sea exagerada, y otra es que no hubiera consumido alcohol.

GB - No había consumido alcohol. Pero el tema es más grave aún: a partir de los 4,5 gramos de alcohol por litro de sangre la persona muere; con 5 ni que hablar. Se dice que Pablo Bentancur tenía 6,3, o sea peor que peor. Pero es más grave aún, porque ya con 2 gramos de alcohol una persona no puede manejar; con 3 gramos se entra en coma... No sé si me explico: estamos diciendo un disparate al decir que una persona podía tener 6,3 gramos de alcohol en sangre.

EC - ¿Cómo se explica entonces esa marca?

GB - Tendrían que contestarlo las autoridades. Nosotros no tenemos acceso a quienes calibran el espirómetro, a cómo se realiza el examen, ni estamos presentes cuando se anota una marca de esas. La verdad es que llama muchísimo la atención, poderosamente la atención que un espirómetro dé esas marcas.

Y lo que es peor: en la audiencia de ayer el policía en algún momento dijo que habían encontrado 4 o 5 gramos de alcohol en sangre en otras personas, lo que quiere decir que no sólo a Pablo Bentancur le han hecho un examen erróneo y equivocado, sino a más de una persona. Porque con 4 gramos no se puede manejar, la persona está directamente en coma.

EC - Ustedes están cuestionando la calidad de las espirometrías que realizan las autoridades, es decir la Policía en coordinación con las intendencias.

GB - Yo estoy diciendo que la marca que le da a Pablo Bentancur es absurda en sí misma. Y voy más allá: el médico forense interrogó a los dos inspectores de tránsito que ayer declararon en el juzgado y al propio policía, les preguntaba: "¿Cómo estaba Pablo Bentancur?, ¿tenía problemas para caminar?"; "No, no; caminaba de un lado para el otro, estaba muy nervioso"; "¿Cómo era su voz?, ¿se le trababa la lengua?"; "No, en absoluto"; "¿Estaba desaliñado?"; "No, estaba perfectamente vestido"; "¿Estaba vomitado o tenía algún signo de eso?"; "No, en absoluto". Hasta que en un momento preguntó: "Pero usted vio alguna vez una persona ebria; ¿era una persona ebria?"; "No, no; estaba muy nervioso". O sea que ni siquiera por el aspecto se podía decir que Bentancur había tomado. Entonces que a partir de eso que un diario capitalino diga que Pablo Bentancur estaba conduciendo "con coma alcohólico"... Es una cosa absurda, con coma alcohólico está internado en el CTI, no manejando. Llama poderosamente la atención que se haya armado todo este escándalo.

Y, peor aún, cuando empiezan a interiorizar en el tema y les da que 6,3 es una medida absurda, agregan: "Podría estar drogado entonces, para haber soportado esa cantidad de alcohol en sangre". Con lo cual el absurdo se multiplica por dos, porque la droga catapulta los efectos del nivel de alcohol en la sangre, es decir que si usted tiene 2 gramos de alcohol y se droga es como si tuviera 4 o 5. O sea que es más absurdo aún. Sin embargo en ese diario capitalino el día 19 de octubre se dice que además de todo podía haber consumido estupefacientes para poder soportar esa tasa de alcohol en sangre.

EC - ¿A qué trámite respondió la instancia judicial del día de ayer, qué es lo que se está sustanciando?

GB - A raíz de esa noticia que trascendió en la prensa la Intendencia capitalina procedió de la siguiente manera: primero le retiró libreta de conducir y libreta de propiedad, cosa que (de acuerdo a lo que establece la ley 16.585) puede hacer exclusivamente por manejar con tasas no permitidas de alcohol en sangre; es decir las intendencias de Uruguay no están habilitadas a retirar la documentación por exceso de velocidad o cualquier otra infracción de tránsito. Luego le aplicó una multa por lo que consideró exceso de velocidad y por la tasa de alcohol en sangre, y comunica a las 18 restantes intendencias del país que se le ha quitado la libreta de conducir para que en ningún caso puedan entregarle otra. Efectuó la denuncia ante el juzgado de faltas y manda un oficio al juzgado donde se está tramitando la causa de noviembre de 2002 que usted relataba, además de presentarse personalmente ante el juez para interiorizarse en el tema y elevarle estos antecedentes. A todo eso la señora fiscal Ana Tellechea, siempre en base a las versiones de prensa, se presenta ante el juzgado pidiendo la revocación del beneficio de la excarcelación provisional. El señor juez cita al señor Pablo Bentancur, a los funcionarios intervinientes, al doctor Guido Berro y es ahí que hacemos entrega de estas pericias, entre las que, cabe aclarar, dos exámenes de drogas efectuados a Pablo Bentancur, uno de orina y uno de cabello que se enviaron a la Facultad [de Medicina] de Chile, que permiten analizar si se ha consumido droga hasta entre tres y seis meses hacia atrás, que naturalmente dieron negativos.

EC - ¿Qué demandan ustedes a partir de los elementos que incorporaron en el día de ayer?

GB - Estamos demandando que no se haga lugar a la revocación del beneficio de la excarcelación provisional. Lo que pasa es que aquí hay muchos frentes: por un lado impugnamos a la Intendencia Municipal de Montevideo, trámite que está desarrollando como corresponde y de acuerdo a los plazos legales; concurrimos al juzgado de faltas el día que se lo citó, pero la audiencia se suspendió por exceso de trabajo; concurrimos ayer al Juzgado Letrado de 7º turno. En definitiva estamos impugnando la multa por ridícula, por absurda, y cuando tengamos que ir al juzgado de faltas haremos lo propio; nos oponemos a la revocación de la libertad provisional en especial porque se basa en una alarma social que parte de un absurdo.

EC - Varios oyentes consultan a propósito de qué decía exactamente el resultado de la espirometría, cuál era el número y en qué unidades estaba expresado, porque ha generado bastante confusión el guarismo que terminó dando.

GB - El acta que se libró en ese momento dice "637 miligramos cada 100 centímetros cúbicos de sangre". La ley maneja decigramos por litro, o sea que sería bueno que de aquí en más se pasara a lo que dice la ley y no se manejaran escalas distintas. Si usted pasa 637 miligramos a litros, o sea pasa los 100 centímetros cúbicos a litros, tiene que multiplicar por 10 ambas cantidades, o sea que le daría 6.370 miligramos por litro, lo que equivale a 63,7 decigramos o a 6,37 gramos. Depende de la escala que se maneja. La ley autoriza 8 decigramos, 0,8 gramos por litro, y el acta que se levantó en este caso dice que Bentancur tenía una tasa de alcohol de 63,7 decigramos, o 6,3 gramos de alcohol por litro de sangre.

EC - ¿La infracción es reconocida en cuanto al exceso de velocidad?

GB - En principio no. Se podrá imaginar que ante un procedimiento que no tiene explicación, yo voy a impugnar todo el procedimiento. Tampoco tengo certeza de que el radar estuviera correctamente calibrado... porque ambos aparatos se calibran, tanto el radar como el espirómetro.

EC - Sería demasiada casualidad, ¿no? Que el espirómetro anduviera mal y el radar midiera mal la velocidad...

GB - No sé si casualidad o qué, me gustaría que las autoridades explicaran cómo puede ser que un espirómetro dé que una persona tiene 6,3 gramos de alcohol en sangre. Y lo peor: el propio policía manifiesta ante la sede que a él le ha dado 5 y 4 en alguna otra oportunidad. Quiere decir que hemos puesto multas al barrer a ciudadanos montevideanos que de repente no tenían ningún tipo de alcohol en sangre. Yo no lo sé; sinceramente me resulta muy llamativo este procedimiento.

EC - Entiendo perfectamente los cuestionamientos que ustedes están formulando y los grados de incertidumbre que quedan abiertos a propósito de estos procedimientos. De todos modos, una pregunta de fondo: Pablo Bentancur cuando obtuvo la libertad condicional, ¿no debió haber dejado de manejar? Teniendo en cuenta el accidente tan grave que protagonizó, con el saldo que dejó, la conmoción pública que ese accidente provocó, al haber obtenido la libertad relativamente pronto, 11 meses, por más que no le hayan retirado la libreta, ¿no debió haberse censurado a sí mismo, no debió haber tomado la decisión de tener un chofer, de moverse en remise? Lo digo porque desde el momento inicial eso resultó algo chocante.

GB - Son preguntas que en principio no correspondería que contestáramos los abogados, pero con todo gusto le hago algunas apreciaciones. En primer lugar el señor Pablo Bentancur prácticamente no manejaba; me consta porque cuando ha venido a mi estudio o cuando nos hemos encontrado en diferentes lugares ha venido acompañado por una persona que era la que le manejaba. O sea que le puedo asegurar que el señor Pablo Bentancur ha manejado en contadas ocasiones; una de ellas fue ésta, ese día en que estaba llevando a unas personas que se iban para Buenos Aires a la terminal de Tres Cruces, las alcanzó él en el auto. Pablo Bentancur ha manejado en contadas excepciones en estos dos años que lo separan de aquel lamentable accidente.

De todas maneras hay que tener en cuenta una cosa: en Uruguay ocurren no menos de 500, y hemos llegado a 700, muertes por año en accidentes de tránsito, muchas veces sin que veamos que las autoridades se pongan de acuerdo en tomar todas esas medidas que hemos visto en la prensa que se deberían tomar, como que el examen de conducir debería ser mucho más complicado y difícil, o por lo menos bajo otros de afectación distintos de los actuales, que tendría que haber un único registro de conductores y una cantidad de cosas más, mejorar la iluminación, las calles, la señalización... En fin, medidas que en definitiva jamás se toman. Pero en Uruguay sigue habiendo no menos de 500 accidentes con resultado de muerte. Póngale que no ocurra el procesamiento de esas 500 personas porque en muchos casos los accidentes se deben al fortuito, no se puede detectar la culpa o la responsabilidad de una persona, entonces habrá 300-350 personas procesadas por año. Esas 350 personas ¿no manejan nunca más?

EC - No: mire que entiendo lo que está diciendo; lo que pasa es que estamos hablando de un caso que provocó una fuerte conmoción y que fue protagonizado por alguien que es una personalidad conocida, lo que creo que vuelve el caso muy particular. Por eso le preguntaba si Bentancur por sí mismo, atendiendo a esas circunstancias especiales, no debió haber tomado la decisión de dejar de conducir, por lo menos por un buen tiempo.

GB - Es lo que estaba haciendo; ha manejado en contadas ocasiones. Lo que quiero decir es eso, que me llama la atención que se tome como ejemplo a Pablo Bentancur para todo, cuando es uno más de los desgraciados 500 casos que ocurren por año en Uruguay. No entiendo cuál es el motivo; usted dice que es una persona pública, yo creo que no, no lo era. Es un contratista de fútbol como tantos que hay en Uruguay, del cual prácticamente no se conocía el rostro porque evita salir en la prensa, nunca salió ni lo hace hasta el día de hoy. Entonces... no sé, eso de decir que es una persona pública... No lo comparto. Usted podrá decir que sí, yo no lo comparto. Me llama la atención que se haya hecho una conmoción tan grande por un desgraciadísimo accidente de tránsito en el que ocurrió la muerte de una joven, de los que tantas veces ocurren en Uruguay y ni siquiera se sabe quién es el protagonista. Por ejemplo, hace 20 o 25 días, en la rambla de Montevideo, esquina Jackson, en la cebra que se encuentra en ese lugar, ocurrió un accidente de tránsito con muerte de una persona, el conductor se dio a la fuga, le tomaron la matrícula, al tiempo se presentó porque la Policía lo fue a buscar a la casa... No sé cómo se llama esa persona, no sé en qué trabaja, no sé si es periodista, contratista, abogado o escribano. No lo sé, no trascendió; no se dijo si venía con niveles de alcohol en sangre, si tomaba droga, si venía acompañado de mayores o de menores... No se dijo, como normalmente se hace. No entiendo por qué en el caso de Pablo Bentancur se hace tanto hincapié en determinadas cosas. Y, lo que es peor, se hace hincapié en cosas que no son ciertas: por ejemplo se reitera hasta el cansancio que en ocasión del accidente de noviembre de 2002 venía alcoholizado y drogado, dos cosas que son absolutamente falsas.

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Notas relacionadas:

Transgresores del tránsito en el limbo jurídico. Culpable de un homicidio por exceso de velocidad, con fuga, ocultamiento e intento de responsabilizar al chofer, Pablo Bentancur nuevamente detenido ebrio a 109 kph en la rambla, con su licencia de conducir en regla. Director de Tránsito y Transporte de la IMM, Felipe Martín: La ley de Rendición de Cuentas de 2001 impide a las autoridades municipales retirar la documentación bajo ningún concepto. Si va a 150 kph, sólo es pasible de multa. 20.10.2004

La otra cara de la tragedia de Coimbra y Gral. Paz. El conductor que atropelló a Silvana Paulet, fugó del lugar sin prestarle asistencia y pretendió que su chofer se responsabilizara del accidente, anuncia que impulsará una fundación para ayudar a quienes "han sufrido situaciones" como la suya. Los padres de Silvana recuerdan cómo vivieron aquellos momentos, y sus sentimientos ante las actitudes y manifestaciones públicas del causante de la muerte de la adolescente. 10.02.2004

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón