Entrevistas

Gobierno electo lanza diálogo hacia una ley de negociación colectiva

El próximo gobierno tendrá como una de sus prioridades el establecimiento de la negociación colectiva entre empresarios y trabajadores. "Nosotros estamos estableciendo como metodología el diálogo", afirmó el futuro ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi. Agregó que la intención es llegar al 1 de marzo con un avance hacia un proyecto de ley sobre el tema que contemple la obligación de negociar y el derecho de información y reserva.

(Emitido a las  9.11)

EMILIANO COTELO:
Fue seguramente la noticia política ayer en nuestro país. Con una alocución del presidente electo, Tabaré Vázquez, se inauguró un seminario denominado "Análisis y propuestas de la negociación colectiva en el Uruguay". Estaba organizado por la Organización Internacional del Trabajo y el gobierno electo.

¿Qué se busca en estas deliberaciones que se inician en la práctica la semana que viene? Se busca desarrollar las conversaciones entre representantes de la futura administración de izquierda, delegados de las gremiales empresariales y delegados sindicales para dar forma a la ley de negociación colectiva que, como se sabe, será una de las prioridades del gobierno del Encuentro Progresista (EP).

Estamos en diálogo con el futuro ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Bonomi.

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Bonomi, concretamente llama la atención que este diálogo empiece tan temprano, cuando aún el gobierno no asumió.

EDUARDO BONOMI:
Efectivamente y empezó hace un mes y medio además.

EC - ¿Por qué?

EB - Porque cuando fuimos designados los futuros ministros y subsecretarios y se hizo la primera reunión del gabinete que va a asumir el 1 de marzo, no bien terminó la reunión, a los 15 segundos, el doctor Tabaré Vázquez nos planteó que hiciéramos una reunión en nombre de él, que no iba a poder concurrir, con el PIT-CNT sobre estos temas. Él nos decía que había asumido el compromiso en la campaña electoral, que había reafirmado después del 31 de octubre, de reiniciar la negociación colectiva y los consejos de salarios y tratar de aprobar un proyecto de ley de fueros sindicales. A partir de ese momento convocamos esa reunión con el PIT-CNT y antes nos solicitó una reunión la Cámara de Comercio. Fuimos a esas reuniones con estos planteos.

Lo que hicimos –el doctor Bruni como subsecretario y yo– fue diseñar los pasos que íbamos a dar, o sea no íbamos a aprobar un proyecto de ley de negociación colectiva elaborado por nosotros y llevado al Parlamento, en el que tenemos fuerza suficiente como para aprobarlo, sino que si la negociación colectiva es la negociación entre distintas partes, teníamos que hacer el propio proyecto conversando con las distintas partes. Y así se lo planteamos en primer lugar a la Cámara de Comercio. La Cámara de Comercio nos planteó que ellos estaban dispuestos a la negociación colectiva y nos plantearon sus dudas con respecto a los consejos de salarios. Después se lo planteamos al PIT-CNT, a la Cámara de Industria y ahí empezó una cantidad de reuniones bilaterales.

Después hubo otras reuniones a solicitud de gente que todavía no habíamos convocado pero que nos manifestó la disposición a participar en acuerdo con la negociación colectiva, con los consejos de salarios. Y lo que hicimos ayer fue una puesta en común pública de esas conversaciones de las que habían salido acuerdos y diferencias que ayer se volvieron a manifestar pero en un nivel superior.

EC - Entonces hay que entender que este ámbito que se inauguró ayer va a tener como resultado el proyecto de ley de negociación colectiva.

EB - Yo creo que sí.

EC - ¿Sólo eso?

EB - El primer producto es el intercambio.

EC - El diálogo.

EB - Nosotros estamos estableciendo como metodología el diálogo, si vamos a hacer algo lo vamos a hacer mediante el diálogo.

EC - ¿Para qué es la ley de negociación colectiva, qué se supone que va a incluir?

EB - Ayer planteamos algunos temas que para nosotros tienen que estar. Ojo, porque yo leí informaciones hoy que decían "la ley contendrá". No. Nosotros poníamos estos puntos para empezar a conversar. Después dijimos que había un proyecto que había sido aprobado entre 1996 y 1998, también con participación tripartita, que incluso había sido laudado por el Ministerio del Trabajo del momento, de la doctora Ana Lía Piñeyrúa, pero que no se llevó al Parlamento, no fue aprobado. Hubo otros proyectos que se llevaron al Parlamento que también son antecedentes. Pero nosotros manejamos el concepto de que en todo proceso de negociación se requiere libertad sindical, para que quien negocia por los trabajadores no tenga presiones y pueda trabajar libremente; hablamos –esto fue destacado por todo el mundo– de la obligación de negociar, aclarando que la misma no significa la obligación de acordar.

EC - Usted está enumerando contenidos que desde el punto de vista del gobierno electo debería tener esta ley de negociación colectiva. Por un lado asegurar la libertad sindical, por otro lado incluir la obligación de negociar para las distintas partes; ¿qué más?

EB - Y el deber de información, que se esté negociando sobre la base de una información común; y a la vez el deber de reserva de quien recibe la información de cómo está la economía del país, la situación de las empresas o de las ramas empresariales. Hay que manejar esa información porque si no no se puede realmente negociar. Pero esto ha estado planteado siempre, no es una cosa nueva que nosotros planteemos.

Estamos planteando la negociación de buena fe, nosotros decimos que podemos tener diferencias, podemos acalorarnos, lo que no podemos es desconfiar del otro. Pero esto no lo podemos decretar, debe ser producto de un proceso en el que nos tenemos que ir ganando todos la confianza de las otras partes. De todos modos establecer claramente esa necesidad porque si no nos estamos haciendo trampas en el solitario, hay que negociar de buena fe.

Después establecer contenidos mínimos de los convenios, no el contenido sino qué cosas debe tener, si va a atener al salario o tendrá las categorías laborales, se tendrán que acordar esas cosas.

El efecto del convenio, qué efectos tiene, efectos parciales, efectos generales.

Tiene que haber niveles de articulación entre los convenios. Esto se refiere a la objeción más fuerte que ha puesto la Cámara de Comercio, que nosotros –tengo que aclararlo– entendemos que es de recibo.

EC - ¿A cuál se refiere?

EB - La Cámara de Comercio dice que en el país se han agrandado las diferencias sociales y económicas, se han agrandado las diferencias entre empresas de la misma rama, se han agrandado las diferencias entre Montevideo y el interior e incluso dentro de Montevideo y dentro del interior. Entonces si se establece un laudo que obliga por igual a empresas diferentes puede significar dificultades insalvables para algunas. Entendemos que eso es de recibo. No es un impedimento para los consejos de salarios, es una dificultad que hay que solucionar. Entonces entendemos que hay que articular entre convenios, establecer cláusulas de salvaguarda, cláusulas de desenganche. Entre otras cosas convocamos a la Asociación Nacional de Micro y Pequeñas Empresas (ANMYPE) a estas reuniones; estas empresas tienen cinco o seis empleados y a veces suelen estar en ramas empresariales junto con empresas que tienen más de 200 trabajadores, entonces las posibilidades de unas y otras son distintas. Si se obliga por igual a esas empresas, algunas no van a poder cumplir, entonces hay que establecer cláusulas de desenganche; nosotros llamamos a esto niveles de articulación de convenios. Muchas veces hay convenios establecidos por empresa y por rama, ¿entonces cuál se aplica?, establecer esas cosas en el marco para la negociación.

Cláusulas sobre equidad y género, igualdad de los géneros en situaciones laborales.

Y algo que no incluimos pero que tenemos que acordar son los sujetos negociadores, los seguimientos y formalidades para la negociación.

Eso tiene que estar en la ley de negociación colectiva.

EC - Una ley de negociación colectiva que no va a abarcar sólo a los consejos de salarios.

EB - No. Y los consejos de salarios tampoco son subsidiarios de una ley, ya los podemos convocar, de hecho lo vamos a hacer, como hizo el doctor Julio María Sanguinetti en 1985, cuando convocó a los consejos de salarios apoyado en la ley de 1943, con modificaciones.

EC - ¿Otros ejemplos de negociaciones colectivas –además de los consejos de salarios– que van a poder desarrollarse al amparo de esta ley, una vez que se sancione?

EB - Pensamos que el consejo de salarios abarca la negociación por ramas, pero se puede hacer por empresa profundizando la negociación por rama. Se puede establecer que discutirá por empresa planes de trabajo mucho más específicos que no se pueden establecer por rama porque éstas abarcan distintas empresas. Habilitar la negociación de otro tipo, mucho más cercana al lugar concreto donde se pretende profundizar la productividad, la producción o planes concretos; eso puede estar contemplado en la ley, no como forma particular de negociación sino como marco para que quien lo quiera hacer pueda hacerlo.

EC - Para redondear esta primera conversación –porque el tema va a estar arriba de la mesa durante varios meses e iremos profundizando en él–, ¿qué dice usted ante la preocupación surgida del sector empresarial ante la obligación de negociar?

EB - Aclaro que yo no puedo tomar esa preocupación como del sector empresarial sino como de algunos integrantes de ese sector, porque hubo otros integrantes que llamaron ahí mismo –empresarios de la construcción– a no temer a la negociación colectiva, "no le teman porque de ella siempre se obtienen buenos resultados"; y el beneplácito de representantes de la Federación Rural con el proceso que se estaba iniciando. Hubo quienes plantearon que no compartían lo de la obligación de negociar, pero la obligación de negociar es un mecanismo por el cual se trata de evitar conflictos. No estamos hablando de la obligación de negociar sólo cuando hay un conflicto, estamos hablando de la negociación cuando hay que llegar a una solución. Recibimos un planteo de la Cámara de Comercio –dos planteos en la primera reunión que tuvimos– en cuanto a que fortaleciéramos las inspecciones de trabajo y aumentáramos el salario mínimo; podemos aumentar el salario mínimo por decreto gubernamental o podemos hacerlo mediante acuerdo de partes, y entendemos que ese es el camino. Pero se trata de la obligación de negociar ante problemas que se puedan presentar para solucionarlos, y establecimos al mismo tiempo que no existe la obligación de acordar, porque si no tienen acuerdo no pueden acordar. Sí la obligación de juntarse a buscar soluciones a problemas que ya existen o para evitarlos.

EC - ¿Cuándo estiman ustedes que va a estar pronto el proyecto de ley de negociación colectiva?

EB - Aspiramos a llegar al 1 de marzo con algún avance; después se irá avanzando rápidamente en las semanas posteriores, sobre todo porque existen antecedentes. Como señalaba ayer el diputado Bentancour, después de dos años de intercambio entre partes se llegó a un acuerdo con muy pequeña cantidad de discrepancias. Ubicamos perfectamente las discrepancias, una de ellas es ésta, la obligación de negociar, que no se da sólo entre el sector empresarial y los trabajadores sino entre una parte de los empresarios y el resto.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe