Bolivia: Mesa abrió la puerta de salida
Comentario del periodista Mauricio Rabuffetti.
(Emitido a las 08.25)
EMILIANO COTELO:
El presidente boliviano Carlos Mesa envió ayer al Parlamento su carta de renuncia. En ella afirma que se siente impedido de gobernar por la permanente situación de conflicto que se vive en Bolivia. Mesa, que asumió tras la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada en el año 2003, espera ahora la decisión del Parlamento sobre una renuncia que podría tener marcha atrás.
¿Por qué esta renuncia ahora? ¿Cuáles son los escenarios posibles para Bolivia en los próximos días? Lo conversamos enseguida con el periodista Mauricio Rabuffetti
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Mauricio, como en muchos otros temas te pido algo un poco complicado que es tratar de resumir en pocas palabras cómo se llega a esta situación en Bolivia. Nosotros nos hemos ocupado reiteradamente de la situación política y de algunos hechos puntuales en ese país y está claro que este desenlace del gobierno de Mesa podía ocurrir.
MAURICIO RABUFFETTI:
Tú bien sabés Emiliano que algunos periodistas dicen que no es demasiado bueno, y seguro no demasiado original utilizar títulos ya conocidos para describir situaciones, pero podríamos perfectamente parafrasear a García Márquez y decir: "Crónica de una renuncia anunciada". La situación en Bolivia, por lo menos en algunos planos se fue deteriorando con el correr de los meses desde que asumió Mesa en el año 2003 luego de la caída de Gonzalo Sánchez de Losada, en medio de una insurrección popular que dejó varias decenas de muertos. Mesa, que era vicepresidente en el gobierno de Sánchez de Losada, logró un nivel de popularidad importante que aún conserva y ronda el 60% según las encuestas, esencialmente porque cumplió algunas de sus promesas principales, entre ellas la más importante que fue someter a votación de la gente el destino que se daría a la explotación de las enormes reservas de hidrocarburos en Bolivia.
EC - Mesa envió en ese sentido un proyecto de ley al Parlamento...
MR - Y la oposición encabezada por el líder cocalero Evo Morales apoya otro proyecto y ese encontronazo, esa diferencia de visión sobre el futuro de los hidrocarburos, esencialmente gas y también petróleo, es una de las patas de un enfrentamiento entre el gobierno y parte de la oposición, más precisamente el sector encabezado por Morales que tiene como ya lo ha demostrado una enorme capacidad de movilización en todo el país. Tanto es así que los bloqueos de rutas organizados por los seguidores de Morales pueden literalmente paralizar a Bolivia.
EC - Esta es entonces una de las patas de este problema y una de las explicaciones de la actitud de Mesa de proponer su renuncia porque, según afirma el presidente, él así no puede gobernar.
MR - Sí. Pero para terminar de armar este puzzle tan complicado, hay que mencionar otra fuente de problemas que es un paro cívico que mantiene bloqueada a la ciudad de El Alto, muy cercana a La Paz, en reclamo de que una empresa extranjera que explota allí el servicio de aguas, se retire de la zona. A esto se suman además otros reclamos populares a este gobierno que, además, no tiene el respaldo suficiente a nivel parlamentario como para tomar por sí solo ciertas decisiones.
EC - Bien. Se explica entonces de esta manera la decisión de Mesa de presentar su renuncia. Pero si la situación para él es tan dramática, ¿por qué no renunciar definitivamente, por qué pedirle al Parlamento que examine su renuncia a ver si la acepta?
MR - Esa es la pregunta más importante para entender lo que pasa hoy en Bolivia. Mesa está usando políticamente una opción que le brinda la Constitución boliviana que es la de someter al Parlamento su decisión de renunciar. Es decir que aquí pueden pasar dos cosas: le dicen que se vaya o le dice que se quede. Si le dicen que se vaya, se seguirán los caminos establecidos para sustituir a Mesa en sus funciones, ya sea con el presidente de la Cámara de Senadores o llegado el extremo con el presidente de la Corte Suprema de Justicia. Pero si le dicen que se quede, Mesa va a estar en condiciones de exigir condiciones para quedarse, y entonces va a lograr un nivel de apoyo político importante que le va a permitir no solamente ganar respaldos que hoy no tiene en el Congreso, sino también oponerse con mucho más fuerza a su principal rival que es Evo Morales.
EC - Es decir que tú interpretas esta decisión de Mesa como una resolución esencialmente estratégica
MR - Esencialmente no, totalmente estratégica. El no puede seguir adelante con un país bloqueado. El principal promotor del bloqueo es Evo Morales porque tiene un apoyo popular incontestable que le permite cortar caminos, organizar paros o levantamientos. Y, además, Morales tiene una fuerza política con gran presencia en el Parlamento. Es decir que está obstaculizando al gobierno en dos aspectos. Así lo expresó el presidente.
Si Mesa logra el apoyo del Congreso por la negativa, es decir, por el no a su renuncia, entonces va a contar con el respaldo político para enfrentarse a Morales en el Congreso, y con una legitimación tácita de su mandato de parte de una fracción mayoritaria probablemente del espectro político boliviano. Podría recalco el condicional- podría pasar de la situación muy precaria en la que se encuentra ahora a tener un respaldo que pondría en una encrucijada a Morales que a su vez tendría enfrente no sólo al gobierno, sino también a otras formaciones políticas.
EC - Evo Morales, el líder cocalero que fue artífice de la caída de Sánchez de Losada en el año 2003, calificó de "chantaje" la renuncia de Mesa y pidió que ni siquiera sea tratada en el Congreso. También le dijo al mandatario que debe terminar su período de gobierno.
MR - Es que Morales entiende que hay una jugada detrás de la renuncia de Mesa en la que el principal perdedor puede ser él mismo. Mesa fue muy duro con Morales cuando anunció por televisión su decisión de presentar renuncia... Planteémoslo de una forma casi matemática Emiliano: Mesa renuncia acusando a Morales. Si Mesa, un presidente con una popularidad muy alta, del orden del 60% cae, ¿quién va a ser señalado como responsable de esa caída por mucha gente que quiere a Mesa? La incógnita es bastante fácil de resolver. Morales sabe que puede pagar un precio alto si Mesa se va. Y de hecho él está en una situación muy incómoda porque Mesa que tal como dijo Morales se presentó a sí mismo como víctima de una situación- dejó a Morales como el principal acusado de este desbarajuste político. Y a Evo Morales no le sirve en este contexto hacer caer a Mesa pero tampoco puede decirle no sea malo quédese que me complica la vida. Por eso rechazó la carta de renuncia de Mesa, por eso le dice que siga gobernando, pero al mismo tiempo mantiene la presión sobre el gobierno a través de la movilización de sus partidarios.
EC - La otra gran pregunta es a cuánto estamos de una desestabilización total de Bolivia, de un conflicto interno porque algunas informaciones dan cuenta de enfrentamientos entre partidarios de Morales y simpatizantes del presidente.
MR Es cierto que esa perspectiva no es del todo lejana. No sé contestarte con precisión. Creo que hay sí algunos elementos a destacar en este punto específico. Por ejemplo, el hecho de que el gobierno decidió que no haya represión contra los manifestantes que cortan rutas o realizan paros, algo que podría degenerar en enfrentamientos sangrientos. También el hecho de que las fuerzas de seguridad, tanto policía como ejército han manifestado su apego a la democracia y las instituciones. No olvidemos que no hace tanto que Bolivia recuperó la democracia. Hablamos de principios de los años 80, si mal no recuerdo.
EC - ¿Se ve, a esta altura una posible salida?
MR - La información que llega de Bolivia coincide en que, previsiblemente, la renuncia de Mese sea rechazada...
EC - Rechazada, seguiría en el poder entonces
MR - Eso es, repito, según la información que llega de Bolivia lo más probable. Habrá que ver lo que decide el Parlamento que se reúne a partir de esta tarde. Y si Mesa sigue en el poder, la única fórmula que aparece como un camino posible es la de un acuerdo que le dé gobernabilidad al presidente en el Legislativo por un lado, pero sobre todo que le de un cierto espacio a nivel de los movimientos populares de oposición. Para eso tendrían que ceder unos y otros. Quizá el gobierno deba revisar su propuesta de ley de hidrocarburos que no satisface a varias organizaciones sociales y políticas como el Movimiento al Socialismo de Morales. Y estos grupos deberán transar en otros puntos. Pero, al día de hoy, Bolivia está en las antípodas de un escenario siquiera parecido a este.