Especiales

"Queremos crecer haciendo justicia, queremos crecer para hacer justicia"

Conferencia del ministro Danilo Astori en el Foro ACDE

DANILO ASTORI:
Quiero comenzar por agradecer como corresponde a ACDE y al Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay, entidades con las que he tenido la oportunidad de realizar muchas actividades de las cuales guardo muy buenos recuerdos por cierto y en las que, como es natural, tengo muchísimos amigos. Pero les quiero agradecer a ustedes especialmente la presencia en este evento, en esta jornada de trabajo, que nos permitirá compartir inquietudes, características de la conducción económica del actual gobierno.

Hemos concebido esta presentación como una evolución de aspectos conceptuales y generales –y por eso hablamos en este primer punto de estrategias– hacia los rasgos más específicos y concretos de la política económica. Por eso haré una presentación sobre lo que podríamos llamar el gran rumbo de esta conducción económica, la gran orientación, la estrategia, como aquí se señala. Luego Mario (Bergara) va a poner el acento en un aspecto fundamental de la misma, un aspecto que a nuestro juicio es el rasgo diferenciador fundamental de esta propuesta, que son las reformas estructurales e institucionales. Fernando (Lorenzo) pondrá el acento en los aspectos de la macroeconomía y fundamentalmente cómo irán evolucionando durante el desarrollo de este período de gobierno. En la medida que un presupuesto es la expresión financiera de una política, retomará esos aspectos Carlos Viera para compartir con ustedes algunos lineamientos fundamentales en materia de la configuración o elaboración presupuestal. Y finalmente Walter (Cancela) va a profundizar en una herramienta fundamental de la política económica, como es la política monetaria del gobierno, de modo de tener una percepción clara, específica, de cómo se está administrando este instrumento y cuáles son las perspectivas de futuro al respecto.

¿Qué es una estrategia?, podríamos comenzar por preguntarnos. Pero creo que antes de contestar qué es una estrategia tenemos que responder hacia dónde vamos, porque las estrategias se ponen en práctica para alcanzar determinadas finalidades. Por eso quiero ahora referirme especialmente a la exposición que nos acaba de hacer el presidente de ACDE, reiterando por otra parte conceptos de un documento que la Asociación elaboró y presentó el año pasado en octubre de 2004, si no recuerdo mal. Es un documento que apoyamos explícitamente junto con nuestro presidente de la República en aquella oportunidad y que refiere con mucho énfasis a los aspectos relativos a la pobreza, la exclusión, la marginalidad, la desigualdad, que lamentablemente han aumentado tanto en los últimos años en neutro país.

Y comienzo por recordar y compartir esa preocupación porque quiero proponerles precisamente que nos basemos en un concepto integral de desarrollo como objetivo fundamental de esta conducción económica. Un concepto que no es novedoso pero que, sin embargo, cayó en el olvido durante muchas décadas. Un concepto que aquellos grandes responsables de la creación de pensamiento económico autónomo en América Latina, con Raúl Previch a la cabeza, comenzaron a exponer a mediados del siglo pasado. Ese concepto que pone en un pie de igualdad y articuladas tanto a la política económica como a la política social y que no admite que la política social sea algo subordinado a la política económica. Por el contrario, postula la generación simultánea de ambas y rechaza el concepto de que la política social es apenas un correctivo para enmendar los errores cometidos por la política económica. Nosotros queremos partir de ese objetivo, porque para nosotros es tan importante crecer como hacer justicia en este país. Es más, queremos crecer haciendo justicia, queremos crecer para hacer justicia.

Por eso proponemos un objetivo de crecimiento sostenido, que en sus detalles ya tendremos oportunidad de compartir con ustedes, pero al servicio de la mejora en la calidad de vida de todos los uruguayos, especialmente de aquellos que han sufrido pobreza, marginalidad, exclusión, desigualdad. Lo cual significa dos cosas. Significa por un lado empezar a mejorar estructuralmente las condiciones de salud, de educación, de vivienda, de seguridad social, pero también significa, junto a este objetivo fundamental ir generando equidad de oportunidades en la vida para todos los seres humanos que componen nuestra sociedad. Finalidad más difícil de lograr pero finalidad clara del gobierno actual, finalidad estratégica del gobierno actual.

Por eso quiero partir de estos objetivos, recordando además que la gran polea de transmisión de pobreza y desigualdad en este país han sido los problemas de desempleo. Problemas de cantidad y calidad del empleo. No sólo se trata de haber tenido una cantidad insuficiente de puestos de trabajo respecto de las necesidades de la sociedad uruguaya, también se trata de que en gran medida esas oportunidades fueron de muy baja calidad, por precariedad, por subempleo, por retribución indigna del esfuerzo de nuestros compatriotas en el trabajo.

Ahora sí podemos preguntarnos qué es una estrategia porque si esto porque si esto es lo que queremos lograr, ¿cómo nos aproximamos estratégicamente a esos objetivos?

Una primera definición muy simple es que una estrategia es el camino o la trayectoria que se elige para alcanzar las finalidades que uno se propone. Camino o trayectoria que puede cambiar. Caminos o trayectorias que coinciden en alcanzar los objetivos propuestos pero que pueden avanzar por senderos diferentes. Ustedes ya estarán percibiendo que estas opciones serán tantos mayores cuanto un país disponga de diversas alternativas al respecto. Y serán tanto menores, cuanto mayores sean las restricciones que ese país tiene. En otras palabras: un país tiene menos margen de maniobra para elegir su estrategia cuando tiene dificultades. Y la verdad es que el Uruguay tiene una importante cantidad de dificultades hoy como para señalar que dispone de un gran margen para elegir su estrategia.

Entonces, partiendo de este reconocimiento de las limitaciones que comienzan a imponer las restricciones ya en esta definición quiero señalarles que tenemos muchas perspectivas para aproximarnos a la definición de la estrategia. En economía, una primera perspectiva para aproximarse a esta definición son las variables económicas que uno elige para poner el énfasis y para sacarlo respecto a otras. Esa es una definición estratégica: en qué variables nos vamos a basar para alcanzar los objetivos propuestos habida cuenta de las restricciones que nos afectan.

Otra perspectiva: el tiempo. ¿Cómo vamos a ir manejando los tiempos? ¿Haremos un gran esfuerzo al principio o al principio predominarán ciertas limitaciones y restricciones y apenas vayamos superándolas el esfuerzo será mayor? ¿Cómo se ubican los diferentes períodos, fases o etapas de este esfuerzo desde el punto de vista temporal? Esa es otra gran definición estratégica.

Este es un país pequeño muy homogéneo pero tiene regiones, tiene zonas. Entonces: ¿cómo será nuestro planteo regional del esfuerzo a realizar? ¿En qué zonas, en qué regiones podremos el esfuerzo? ¿O simplemente haremos un desarrollo equilibrado de esta conducción económica respecto a la perspectiva regional? Otra definición estratégica esencial.

Y dejo para el final, no porque sea menos importante sino porque la quiero destacar especialmente: ¿cómo vamos a participar los diferentes actores de esta sociedad en el esfuerzo a realizar? ¿Qué papel cumpliremos? ¿Qué responsabilidades afrontaremos? Una definición estratégica fundamental. ¿Este gobierno apuntará a ciertos actores de la sociedad o propondrá una convocatoria general en la que cada uno tendrá definida su responsabilidad a cumplir? ¿Este gobierno apelará al diálogo con todos esos actores tratando de definir en acuerdo con cada uno el papel que va a cumplir o simplemente se limitará a proponer sin diálogo, sin acuerdo, sin búsqueda de consensos fundamentales?

Son definiciones estratégicas que tenemos que tener en cuenta.

Permítanme entonces ir repasando cada una de estas cuatro perspectivas, por supuesto que rápidamente, sintéticamente.

Tomemos las variables económicas y recordemos que este es un país que arranca con restricciones evidentes, provenientes sobre todo de su endeudamiento público y al mismo tiempo de los problemas sociales fundamentales que tiene que resolver.

Yo quisiera que ustedes me permitieran referirme a cuatro aspectos que a nuestro juicio son estratégicos: la inversión productiva; la necesidad de desarrollar el crédito en este país, sin el cual la inversión es inconcebible; la necesidad de tener una presión tributaria adecuada a los fines de crecimiento; y finalmente la necesidad de un escenario de confianza y estabilidad, precisamente para que la inversión avance y progrese.

La necesidad de inversión

La inversión es una variable absolutamente esencial, no sólo porque es el único camino posible para invertir el funcionamiento de esa polea de transmisión de pobreza que ha sido el empleo, sino porque estamos en un país donde éste es un gran talón de Aquiles. Un talón de Aquiles estructural.

Si uno repasa la historia de Uruguay a mediano y largo plazo se encuentra con que tiene una tasa de inversión –esto es una inversión bruta interna– en relación a su producto, estructuralmente baja; una de las más bajas de América Latina, lo que es decir porque América Latina en su conjunto es una región promedialmente de inversión muy baja. Tenemos entonces que hacer un enorme esfuerzo por incrementar sustancialmente la inversión y en la medida en que tenemos una importante restricción de recursos sabemos desde ya que al menos durante el transcurso de este período el gran aporte a ese incremento no lo va a poder hacer el sector público, lo que no quiere decir que en casos excepcionales y de necesidad no aporte inversiones relevantes.

Pero el gran esfuerzo para incrementar la inversión que necesita el país provendrá seguramente del sector privado nacional y del exterior. Por lo tanto, partiendo de este punto de vista es que tendremos que sacar conclusiones acerca de la administración de los distintos instrumentos o herramientas de la política económica.

En este marco el gobierno promoverá un camino de especialización productiva a altos niveles de calidad en este país, sabiendo que Uruguay cuenta con ventajas competitivas evidentes, indiscutibles, en sectores fundamentales o en complejos fundamentales, como la agroindustria alimenticia, el complejo forestal, la gama de servicios enorme que incluye los transportes, las comunicaciones, los servicios portuarios, todo lo relativo a las actividades vinculadas al turismo y sus actividades conexas, la producción de tecnología de la información, para manejar algunos conceptos que demuestran que Uruguay no sólo puede sino que encuentra en el camino de la especialización productiva a altos niveles de calidad el sendero más inteligente para incrementar sustancialmente su inversión productiva. Y éste es un primer aspecto de variables estratégicas que iremos abordando a lo largo de esta mañana.

"Uruguay es un país con un crédito muy lastimado"

Sin crédito no se puede invertir, en ningún país del mundo, y Uruguay no es una excepción. Uruguay hoy es un país con un crédito muy lastimado, al punto tal que es absolutamente insuficiente la disponibilidad del mismo a la luz de las necesidades de inversión que tiene. Aquí hay un problema de confianza. Es absolutamente fundamental que los uruguayos nos propongamos recuperar la confianza perdida a partir de la profundización de la crisis en 2002 y apuntalar lo que es una necesidad evidente: la formación de un mercado de capitales a mediano y largo plazo capaz de articular la generación de ahorro con el impulso que necesitamos a la inversión productiva.

Todo ello acompañado por un proceso de desdolarización que también es absolutamente fundamental para encarar el futuro de la economía uruguaya. Por eso en este punto estratégico fundamental nos proponemos progresar en la generación de instrumentos y productos financieros crecientemente en moneda local, porque es la trayectoria estratégica coherente con el proceso de desdolarización, que es absolutamente fundamental para ir encarando con mayores posibilidades de las herramientas de política económica, los objetivos que nos hemos propuesto.

"Justicia, eficiencia y coherencia con la inversión productiva serán los objetivos de la reforma tributaria"

En tercer lugar, hay un problema de presión tributaria inadecuada en el país y sobre todo presión inadecuada en relación al objetivo que nos interesa promover: el incremento de la inversión productiva. Por lo tanto la reforma tributaria que en este momento está iniciando en su estudio el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), está, entre otras, especialmente orientada por esta finalidad: tener un sistema tributario coherente con las necesidades de incrementar la inversión productiva. El nuestro en la actualidad no lo es. Y no lo es sobre todo porque a partir de su gran ineficiencia genera castigos muy importantes para la inversión productiva.

Por eso el diseño de la reforma tributaria no sólo estará inspirado por la búsqueda de la justicia, porque digamos que el actual sistema además de incoherente con la inversión es profundamente injusto desde el punto de vista de la distribución del ingreso, y por la eficiencia, que será otro criterio orientador fundamental para modificar un sistema que está absolutamente pletórico de tributos ineficientes, tributos que complican enormemente las operaciones económicas, pero que tienen simultáneamente un escaso poder recaudatorio. Justicia, eficiencia y coherencia con la inversión productiva serán los objetivos de la reforma tributaria.

Y finalmente respecto de esta primera perspectiva estratégica quiero señalarles que se necesita en el país, obviamente, además de un manejo coherente de las herramientas de política económica, un escenario de confianza y estabilidad para el inversor. Esta confianza y esta estabilidad se logran con muchas actitudes simultáneas, entre las cuales quiero destacar especialmente el establecimiento de reglas claras de juego y el respeto a las mismas, el compromiso explícito de respeto a las mismas, el acuerdo con los organismos internacionales de crédito, de los cuales el país hoy tiene una fuerte dependencia, acuerdo que es absolutamente fundamental para generar confianza en los mercados externos y también en la operación interna, y precisamente la sustentabilidad, la sostenibilidad podríamos decir, la solidez que tenga ese acuerdo en cuanto a su aplicación en la práctica, tema que abordaremos especialmente durante el transcurso de la mañana de hoy.
"Uruguay no puede plantearse un desarrollo sustantivo prescindiendo del crédito internacional"

Ya tenemos, por suerte para el país, virtuales acuerdos con todos los organismos multilaterales de crédito. El país, con un gobierno nuevo, lo logró yo diría que en un tiempo récord. En los próximos días, en las próximas semanas estos acuerdos que llamo virtuales irán a los directorios de los organismos multilaterales, en primer lugar el Fondo Monetario Internacional (FMI), enseguida, a las pocas horas, al directorio del Banco Mundial (BM), y un poco más adelante al directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y se convertirán en acuerdos formales. Ésta es una inyección de confianza muy grande que el país tendrá que aprovechar accediendo a los mercados de crédito voluntarios, de los cuales Uruguay no puede prescindir.

Así como nosotros decimos que no es posible progresar en la inversión productiva que precisamos sin crédito, digamos que Uruguay no puede plantearse en ningún momento un proceso de desarrollo sustantivo prescindiendo del crédito internacional. Este país es un país demasiado pequeño, demasiado frágil, demasiado vulnerable, como para pretender desarrollarse sin apoyo crediticio. Y ya tenemos una primera prueba, queridos amigos, porque Uruguay realizó una colocación absolutamente exitosa de deuda en los mercados voluntarios de créditos hace pocas horas, entre otras cosas porque ya tiene virtualmente cerrados todos sus acuerdos con los organismos multilaterales de crédito, algunas de cuyas características fundamentales también vamos a repasar durante el transcurso de este análisis en la mañana de hoy. También vamos a demostrar que esos acuerdos son sostenibles, son sólidos y son coherentes con los objetivos de los cuales estamos partiendo y particularmente con los objetivos sociales que persigue este gobierno.

Estas eran las reflexiones que quería hacer en función o a partir de la consideración de las variables económicas. Pero también hay un perfil temporal en esta estrategia y lo primero que tengo que decir cuando nos proponemos analizar nuestra estrategia en términos de tiempo es la invitación a un esfuerzo por concebir este proceso en toda su dimensión temporal, cediendo a una tentación que es muy propia de la condición humana, que es la ansiedad por cumplir rápidamente los objetivos propuestos. Aquellas finalidades de las cuales yo partí, finalidades complejas, difíciles si las hay, son finalidades que no podremos alcanzar en un corto lapso, son las finalidades del proceso en su conjunto, del cual a su vez estamos aquí para analizar la fase correspondiente a este período de gobierno. Como muchas veces lo he dicho, quizás todo el período de gobierno, los cinco años del período de gobierno no alcancen para terminar de procesar hasta donde nosotros creemos que hay que llegar todas las reformas estructurales a las cuales se va a referir Mario y por las que este país está esperando desde hace tanto tiempo.

Pero refirámonos a este período de gobierno y digamos que tenemos la obligación de concebirlo en su conjunto, sabiendo que al principio habrá que hacer un gran esfuerzo en materia fiscal, precisamente para hacer sostenibles los acuerdos que hemos realizado para inyectar confianza para la inversión y para después, apenas podamos, en una segunda fase de este período, comenzar a levantar vuelo hacia los objetivos que están propuestos y de los cuales hemos partido.

Apuesta a la recomposición y no el aumento del gasto

Entonces en la primera fase del proceso, en los primeros años de este gobierno –y lo veremos en términos de cifras concretas–, el esfuerzo se traducirá en un resultado fiscal que nos permitirá hacer el programa sostenible, inyectar la confianza inicial en la conducción económica y luego, a partir del crecimiento, la estabilidad, el incremento en el nivel de actividad, poder ir logrando las metas más complejas, más profundas que nos hemos planteado. Por eso es que en esa primera fase no habrá muchas posibilidades en materia de gasto público. Las posibilidades las tendremos que buscar mucho más en la recomposición del gasto que en el aumento del mismo. Recomposición que por otra parte no brinda muchas posibilidades en un país de gran rigidez en la materia, porque hay una proporción muy elevada de salarios y pasividades en el gasto público que hace que éste tenga muy poca elasticidad, que sea fundamentalmente procíclico y no anticíclico como debería ser.

Por eso quiero señalarles que en la primera fase el cuidado fiscal deberá tener un protagonismo esencial –me estoy refiriendo por supuesto al cuidado del resultado fiscal– y una segunda donde ya vamos a poder ir avanzando en el apoyo a actividades fundamentales que en este país han estado muy postergadas, como la salud, la educación, el progreso científico y tecnológico, clave fundamental en un país como el nuestro que se propone una estrategia de crecimiento en base a altos niveles de calidad y una especialización productiva en base a altos niveles de calidad.

Descentralización de la inversión productiva

Decíamos que teníamos un país muy equilibrado regionalmente desde el punto de vista de su homogeneidad, aunque fuertemente concentrado desde importantes perspectivas en Montevideo respecto del interior. Quisiéramos ir progresando hacia un equilibrio regional mayor, sabiendo que ese equilibrio regional mayor tiene que estar fundamentalmente basado en una descentralización de la inversión productiva en el país. Habida cuenta, por supuesto, de la localización geográfica que en el país tienen las ventajas competitivas, porque las ventajas competitivas también tienen una localización regional en todos los complejos fundamentales de actividades, como la agroindustria, como el turismo, como los servicios, como todo el impacto indirecto que generarán algunas inversiones fundamentales que llegarán desde el exterior en los próximos tiempos, como Botnia en el complejo forestal y el impacto fundamental que generará en materia de transporte, de comunicaciones, de servicios portuarios. Todos esos conjuntos de actividades tienen localización regional.

Habida cuenta de cuenta de que esas ventajas competitivas del país tienen expresión regional, quisiéramos impulsar una mayor descentralización de la inversión productiva, sabiendo que a su vez es base fundamental e imprescindible de la descentralización política. No se puede descentralizar el poder si no hay gente, no se puede pretender que haya gente en el país si no hay trabajo, y habrá trabajo si hay inversión. No hay otro camino en la vida para lograr que haya cantidad adecuada y de buena calidad en materia de empleo.

Por eso nos proponemos utilizar una facultad constitucional incorporada en la reforma de 1996, que autoriza al Poder Ejecutivo a definir estímulos especiales para todas aquellas inversiones que se localicen en el interior del país.

"Compromiso nacional en materia de empleo"

Finalmente, hay un aspecto estratégico referido a los actores de la sociedad, y no quiero dejar de referirme a este perfil de cualquier estrategia, y en la nuestra no hay una excepción desde este punto de vista. Me parece que éste es un gobierno de y para todos los uruguayos, no para determinados sectores de la sociedad. Por eso todos los actores, todos los integrantes de esta sociedad en su nivel, en su ámbito, en su responsabilidad tiene un papel a cumplir. Por eso nos permitimos convocarlos a todos.

La próxima semana y con la presencia del presidente de la República, concretamente el jueves (19), vamos a hacer un planteo a toda la sociedad, una suerte de compromiso nacional en materia de empleo, de ingresos y de responsabilidades que actúe, que juegue el papel de gran marco orientador para integrar en su seno precisamente la definición del papel que cada uno de nosotros va a cumplir en ese compromiso, de la responsabilidad que va a afrontar. Por supuesto de las aspiraciones que va a plantear, de los derechos que va a defender y de los resultados que globalmente, integradamente, vamos a obtener.

Tenemos que sumar esfuerzos al servicio del bien común. Y estamos conscientes de que cada uno de nosotros en el lugar donde nos toca trabajar tenemos algo para aportar al respecto. La consigna es incluir, no excluir, desde todo punto de vista, en el gran rumbo y en la medida de corto plazo, en el gran rumbo porque, como dije recién, todos tenemos responsabilidades a afrontar y desde las cuales aportar; en la medida de corto plazo porque por ejemplo este gobierno que se ha propuesto y ya está comenzando un Plan Social de Emergencia para los que más han sufrido encuentra en ese plan de emergencia una medida, una actitud que incluye a nuestros compatriotas, que los va sumando al esfuerzo.

Y ya que hemos hablado y vamos a hablar bastante durante esta mañana de estabilidad para la inversión, tengamos en cuenta, que además de un deber moral con los compatriotas que más han sufrido, esta actitud, esta actividad, también es un aporte a la estabilidad, a la confianza que tiene que haber en el país. Cuanto más se incluye más confianza hay, cuando se excluye se polariza y se promueve la desigualdad, mayor inestabilidad potencial y real existen en una sociedad que tiene tantos desafíos importantes como la sociedad uruguaya.

Estas son las ideas que quería compartir con ustedes, y ahora, si me permiten un rápido resumen final, una rápida síntesis final, vamos a ver algunos conceptos que simplemente ilustran y sintetizan los conceptos que he tratado de compartir con ustedes.

En primer lugar estamos aludiendo, como es obvio, a los objetivos mencionados, crecimiento, mejora en el nivel y la calidad del empleo, atención a las urgencias sociales e inclusión social en el mediano plazo pero desde ahora, acoto.

Tenemos entonces que disponer, para alcanzar estos objetivos, de condiciones macroeconómicas sustentables, esto es sostenibles, sólidas, incentivos a la inversión productiva, reglas claras y respeto a los contratos; medidas tendientes a reducir las vulnerabilidades de la economía uruguaya y una estrategia global de desarrollo que, como decíamos, suponga la presencia de políticas de Estado, esto es políticas que están por encima de partidos, de gobiernos y que intentan definir rumbos claros que se mantengan a lo largo del tiempo.

También necesitaremos como es lógico en toda conducción económica de políticas de corto plazo, de mediano y largo plazo, incluyendo reformas estructurales que enseguida Mario va a abordar en profundidad. Asegurar la sustentabilidad de las cuentas públicas en el corto plazo es una necesidad absolutamente fundamental y característica de la primera fase de este período de gobierno, según veíamos antes. Por eso, una reorientación del gasto hacia la inversión y las políticas sociales irá llegando como consecuencia de la inyección de confianza inicial, porque eso nos permitirá consolidar la credibilidad e ir tratando, en la medida de lo posible –será lento el proceso–, de implementar políticas fiscales anticíclicas, en un país cuyo gasto es esencialmente procíclico.

La dificultad de la dolarización

Tenemos un compromiso muy importante con la estabilidad de precios, lo cual a su vez se asocia con la política cambiaria de flotación que el país tiene en vigencia actualmente, progresando hacia un régimen de metas de inflación. Tendremos oportunidad en la exposición de Walter de introducirnos en este tema con profundidad, les quiero simplemente adelantar que la principal dificultad para progresar hacia un régimen de metas de inflación es tener una economía altamente dolarizada, como la nuestra. Tener una economía altamente dolarizada, entre otras cosas, supone estar muy pendientes de las pizarras todos los días, mirar las pizarras todos los días, seguir ahorrando en moneda extranjera, aspecto que tiene una fuerte raigambre cultural en este país, y a lo cual también nos podremos referir. Sólo quiero decirles que si seguimos mirando las pizarras todos los días va a ser muy difícil desdolarizar la economía uruguaya, muy difícil. Hay que empezar a desdolarizar acá también. Entonces vamos a analizar con mucho detalle estos aspectos que conforman una herramienta fundamental de la política económica.

Desde el punto de vista también del corto plazo tenemos que asegurar la consistencia macroeconómica del programa –ésta va a ser la exposición de Fernando– con una prioridad en la creación de más y mejor empleo –subrayo siempre: más y mejor empleo–, recuperando paulatinamente el salario real. Como ya lo hemos anunciado, estamos trabajando con una meta de entre 2 y 4 por ciento para el período comprendido como promedio, no punta a punta, del semestre enero-junio 2006 respecto del semestre enero-junio 2005. Hemos ya dispuesto un aumento del salario mínimo nacional a 2.500 pesos a partir del próximo 1 de junio de 2005. Subrayo: ésta es una definición nacional que abre las puertas a negociaciones en los diferentes grupos que están desarrollando las actividades en los consejos de salarios.

También desde el punto de vista del corto plazo estamos proponiendo, seguramente la próxima semana con nuestra presencia en la comisión parlamentaria, medidas para encarar una superación de los problemas aún subsistentes de endeudamiento interno, siempre sobre la base del tratamiento caso por caso, diferenciando entre buenos y malos deudores, acelerando acciones judiciales sobre deudores morosos crónicos –les adelanto que estamos elaborando un proyecto de ley que nos permita publicar la lista de deudores morosos crónicos en este país porque todos los uruguayos nos tenemos que enterar de quiénes son los que no pagan sus deudas y generan los problemas de falta de confianza en el sistema financiero– y al mismo tiempo darles facilidades por tres vías a quienes tienen voluntad de pago y demuestran ser buenos pagadores. Las tres vías son: quitas importantes, rebajas de interés y nuevos plazos para encarar el pago de las obligaciones.

Entre los cambios estructurales que van a ver enseguida en la exposición de Mario, se cuenta la inyección de mayor solvencia técnica y profesional en el sector público, estatutos objetivos para funcionarios, descentralización de la gestión, mayor transparencia en las compras del Estado y mayor control social de la gestión pública. La ley de presupuesto es el principal instrumento para mejorar la eficiencia, focalizar el gasto e introducir incentivos adecuados en la administración pública. Con esos criterios seguramente en la exposición de Carlos ustedes podrán profundizar.

Entre los cambios estructurales, los que promoveremos en el sistema financiero, mercado de capitales y desdolarización, se cuentan la reforma de la banca estatal, la promoción de la unidad indexada entre las herramientas para inyectar confianza y desdolarizar, el fortalecimiento de la red de seguridad del sistema financiero –elemento importante si los hay para recuperar confianza–, el seguro de depósitos que ya hemos instaurado en las primeras semanas de gobierno, que estaba en nuestro programa pero que precisamente a partir de la situación que debimos superar en la Cooperativa Nacional de Ahorro y Crédito aceleramos en su puesta en práctica, y los estímulos a nuevos productos financieros, fideicomiso, certificados de depósitos, warrants, leasing operativo de inmuebles rurales son algunos ejemplos de nuevos productos financieros.

Desde el punto de vista de la inserción internacional el proyecto Mercosur es prioritario, el país hizo en las últimas horas avances importantes desde este punto de vista, tuvimos una magnífica reunión cumbre con todos los países árabes hace un par de días en Brasilia, estuvimos allí presentes con el presidente de la República y con el canciller, se abre una enorme cantidad de posibilidades potenciales de mejorar nuestras relaciones con los países provenientes de la región árabe, desde el punto de vista de la inversión, de la promoción del comercio y por supuesto de una mayor equidad en las relaciones políticas internacionales.

Creemos que Mercosur debe ser una región abierta, mucho más plataforma de lanzamiento que estación terminal –lo hemos señalado siempre–, que le permita a Uruguay mejorar su inserción más allá de la región. Hoy es una realidad, la mayor parte del comercio de Uruguay está desarrollándose fuera de la región del Mercosur y eso no se puede desconocer. Y hay que reconocer que tenemos al mismo tiempo serios problemas en el Mercosur, precisamente en el día de ayer, en una visita de Estado que hicimos a Paraguay junto con el presidente de la República, estuvimos compartiendo con el presidente y las autoridades de dicho país la necesidad de acumular fuerzas para mejorar los problemas que tiene hoy Mercosur. Y naturalmente Uruguay tendrá, por lo dicho antes, que mejorar permanentemente su inserción extrarregional. Por eso enfatizamos: región abierta, plataforma de lanzamiento, no estación terminal.

En materia de ciencia y tecnología, aspectos cruciales para un país que debe especializarse a altos niveles de calidad, Uruguay tendrá, apenas se pueda, que promover el progreso científico y tecnológico, revirtiendo la histórica situación de postergación presupuestal que afecta a estas actividades. Por eso cuando yo hoy usaba la imagen de levantar vuelo lentamente y apenas se pueda, estaba pensando especialmente en mayores asignaciones presupuestales para estas actividades que constituyen una piedra angular del desarrollo del país en el futuro.

Es todo. Aquí termina mi presentación. Ahora le corresponde a Mario encarar el tema reformas estructurales. Muchas gracias.

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Transcripción: María Lila Ltaif
Fotos: Marcelo Singer
Edición: Mauricio Erramuspe