(Emitido a las 10.05)

EMILIANO COTELO:
Ahora entrevistamos al senador Francisco Gallinal, de la Correntada Wilsonista, Partido Nacional.

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Senador Gallinal, hemos ido recogiendo distintas reacciones en el espectro político. Nos falta conocer opiniones en el Partido Nacional. ¿Cómo evalúa usted lo que ocurrió ayer y, sobre todo, el desenlace que tuvo la crisis en torno a la posible renuncia de Astori?

FRANCISCO GALLINAL:
El desenlace es bueno dentro de las posibilidades que existían, porque habría sido muy malo para el país, con un gobierno que recién se está instalando, que está tomando en estos días sus grandes definiciones económicas, porque sin duda todos tenemos una gran expectativa respecto del presupuesto nacional y de si el mismo va a reflejar o no los compromisos y los cambios que esta fuerza política prometió durante todos estos tiempos, que en esta instancia quien le ha dado al gobierno una orientación que se compartirá o no pero es muy clara y definida en materia económica, cayera. No era bueno para el país, no era bueno para el gobierno, era una pésima señal para la inversión, para la reactivación económica y para los tiempos por venir. Nosotros por más oposición que nos consideremos, no lo habríamos considerado bueno si efectivamente se hubiera llegado a eso.

Pero el desenlace también es bueno en tanto el presidente tiene que asumir que las cosas no siempre se hacen como uno quiere sino que las decisiones deben ser compartidas con quienes lo acompañan en la toma de las más importantes. Este traspié se parece mucho a las diferencias que tuvo con el Partido Nacional.

EC - ¿Por qué dice esto?

FG – Porque sorpresivamente, después de un muy buen entendimiento de carácter programático el 16 de febrero, que creo que nadie imaginaba y que fue una excelente noticia para toda la población del país, nos encontramos, por ejemplo,  con que la tan posible representación plural en la enseñanza en aras de la laicidad que todos comprometimos en los acuerdos programáticos, quedó por el camino cuando el presidente anunció que en el Codicen no iba a haber representación plural. Otro tanto sucedió después con el Banco República y después con los anuncios que personalmente y en tono de emplazamiento el presidente realizó desde Zapicán.

Aquí pasó lo mismo, sorpresivamente, en medio de su soledad, como relataban las crónicas de prensa, el presidente decidió que lo mejor era cumplir con un compromiso de campaña electoral como era el 4,5 por ciento del producto para la educación, y lo tira arriba de la mesa en medio de un Consejo de Ministros, con lo que obliga al ministro Astori a retirar su disquete. Creo que después el presidente advierte que necesita a Astori y que es muy malo para el gobierno perderlo en esta circunstancia. Debió haber advertido en aquellas otras circunstancias vinculadas al Partido Nacional que si no entonces en los próximos años en más de una oportunidad va a necesitar al Partido Nacional y a la oposición y debió haber sido otra la actitud, no una tan personal y mediática que lo colocara como el mandamás. El mandamás es, es el presidente de la República.

EC – Usted recién se manifestaba satisfecho con el desenlace en cuanto a que Astori sigue como ministro de Economía. ¿Qué pasa con la imagen del gobierno después de un entredicho como éste? Más temprano, por ejemplo, el senador Alfie, ex ministro de Economía, veía con preocupación el deterioro de la credibilidad de esta administración a partir de esta pulseada.

FG – Convengamos que es el resultado menos malo, ésa es mi percepción, prefiero esto a cualquiera de los otros desenlaces imaginables. Por supuesto que obliga al gobierno a tratar de ir acomodando la situación y fortalecer en materia económica las señales que ha venido enviando durante todos estos tiempos. Creo que ahora el desafío está planteado en el estudio del presupuesto y ver si el mismo efectivamente contiene los cambios estructurales, si es el presupuesto que tantas veces ellos reclamaron o es un presupuesto más. Por ahí pasa el tema ahora.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe