Penadés: la ley de cárceles peca de "excesiva inocencia"
El senador del Partido Nacional Gustavo Penadés afirmó que la Ley de Humanización del Sistema Carcelario, aprobada ayer, "no va a mejorar la situación de los presos". Criticó que no se prevea la inversión en la reconstrucción de las cárceles ni se busquen mecanismos "innovadores" para construir nuevos centros. El Patronato del liberado "se va a ver absolutamente desborado", alertó.
(Emitido a las 7.37)
EMILIANO COTELO:
El diario El País titula: "Suprema Corte lista para tramitar libertad de presos". Dice que "la Ley de Humanización y Modernización del Sistema Carcelario ya está vigente. Yo agregaría casi, porque falta el acto de promulgación formal por parte del Poder Ejecutivo. Lo cierto es que pocos minutos después de la medianoche la Cámara de Senadores aprobó con los votos de la bancada oficialista el cuerpo de normas que prevé, entre otros puntos, la liberación anticipada de reclusos. ¿Cuántos? Es todo un tema, pero se habla de unos 700.
Legisladores de la oposición acompañaron tan sólo tres de los artículos del cuerpo de normas: el referido a la creación de un Centro de Atención a las Víctimas, el de creación de sendas comisiones para el estudio de la reforma del Código del Proceso Penal y del Código Penal, y la promulgación del Ejecutivo de la normativa.
Estamos en diálogo con el senador Gustavo Penadés, del Herrerismo, Partido Nacional (PN).
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Senador Penadés, ¿el trámite que terminó dándose fue el que estaba previsto?
GUSTAVO PENADÉS:
No, estaba previsto que hoy a la mañana el Senado siguiera sesionando en la discusión en particular, pero como la bancada del gobierno anunció que no pensaba hacer ningún cambio al articulado del proyecto se resolvió en la marcha que se procediera a votarlo ayer también en particular. Y dada la urgencia que el gobierno tenía para la sanción del mismo, después de medianoche el proyecto quedó sancionado tanto en general como en particular.
EC Le hacía la consulta porque si uno repasa la prensa del día de hoy algunos diarios llegan a decir que la discusión va a continuar hoy en horas de la mañana.
GP Tal cual, porque al inicio de la sesión de ayer se anunció eso, pero luego se modificó a la noche. Calculo que los cronistas de esos diarios no estaban en el momento en el que se cambió la idea original.
EC ¿Cómo observaron ustedes esa forma de resolver el tema? Porque en el fondo parecía bastante claro que no había margen para modificar la iniciativa, que a su vez ya tenía media sanción de Diputados.
GP Sí, pero creíamos y seguimos insistiendo en que el que la bancada del Frente Amplio ha elegido no es el mejor mecanismo para legislar, que es el de darles a los proyectos un carácter de sumario, o sea proceder rápidamente a la votación y no dar posibilidad ni margen al análisis, al aporte, a la corrección. Y vaya si este proyecto necesitaba, por lo menos para que no fuera tan negativo como creemos que va a ser, correcciones bastante profundas, radicales.
EC - ¿Dónde están básicamente las preocupaciones del Herrerismo o del PN, usted dirá?
GP Las preocupaciones están centradas en que creemos que no es el mejor mecanismo para la humanización de las cárceles, no creemos y no va a ocurrir que liberando 700 presos la situación vaya a cambiar radicalmente. Ayer demostramos que la situación de las cárceles no va a mejorar con la liberación de algunos presos, sin dejar de reconocer las condiciones muchas veces infrahumanas en las que se encuentran.
EC - Usted dice que demostraron que la liberación de presos no es una medida positiva. ¿A qué se refiere?
GP A que concomitantemente con este proyecto de ley por el que se pretende esta liberación, no existen inversiones previstas en otros proyectos que se encuentran en el Parlamento en el de presupuesto concretamente para la mejora de la situación de las cárceles. Si tenemos una situación de casi demolición de los dos principales centros carcelarios de nuestro país, que son el Comcar y el Penal de Libertad, no va a ser a través de la liberación de presos que se mejore el estado sanitario, el estado de construcción, la confortabilidad de los mismos. Por el contrario, creemos que una vez que estos presos, que nadie sabe cuántos son... La propia Corte de Justicia anunció que no podía dar un número terminante de personas a ser liberadas, se maneja que pueden ser 700, alguien ha manejado que podrían ser alrededor de 2.000 y algunos dicen que van a ser nada más que 270. La propia bancada de senadores del oficialismo ayer daba números diferentes. Entonces el proyecto iba a ser bueno o no según la cantidad que se anunciaba.
Nosotros creemos que así no se va a mejorar la situación de los encarcelados, sino que muy por el contrario, tendría que ser a través de una política presupuestal que previera una inversión en la reconstrucción de estos centros penitenciarios destruidos muchas veces por los propios presos, y otras políticas innovadoras. Ayer el Herrerismo insistía en la posibilidad de tercerizar a través del mecanismo del leasing, como se ha hecho en Chile, la construcción de nuevas cárceles e incluso la posibilidad de tener centros de reclusión de carácter privado en los cuales los reclusos estuviesen en situaciones mucho más humanas que aquellas en las cuales se encuentran en la actualidad.
EC - ¿Cómo ayudaría ese mecanismo? Las limitaciones del Estado en cuanto a recursos seguirían existiendo, alguien tendría que pagarle a esa empresa privada. No entiendo.
GP Sí, pero eso se podría proyectar en el tiempo. Hoy el Estado está inhabilitado para hacer una inversión contante y sonante, no tiene capacidad económica para enfrentar la envergadura de la construcción de un centro de reclusión nuevo, pero sí podría, a través del leasing, como se ha hecho en el sistema de carreteras y como ha hecho el gobierno municipal de Montevideo en muchísimos otros servicios, hacer una tercerización que permitiera pagar en el tiempo la inversión que un capitalista pudiera hacer al principio de la obra.
Pero hay una infinidad de posibilidades. Hay una cantidad enorme de propiedades del Estado que podrían ser acondicionadas para los presos de menor peligrosidad que podrían ser ubicados ahí para rápidamente descongestionar las cárceles. Hay unidades militares que podrían ser transformadas rápidamente en cárceles, porque la propia infraestructura lo permite, de esa manera se podría utilizar toda una infraestructura hoy subutilizada en muchas partes del país. Hay una infinidad de posibilidades, pero lo que fundamentalmente ayer nos dedicamos a demostrar es que este proyecto va a liberar una cantidad de presos que no están en condiciones de ser rápidamente ubicados en la sociedad, especialmente en el tema laboral, que parecería la única consecuencia.
Creo que la interpretación del gobierno es bastante inocente en el sentido de creer que el delito existe solamente por algunas condicionantes y no como resultado de un entrecruzamiento de situaciones. La interpretación de que la pobreza genera delincuencia en algún caso puede ser cierta pero es bastante ofensiva para una cantidad enorme de compatriotas que lamentablemente se encuentra por debajo de la línea de pobreza pero no sale a delinquir sino que sale todas las mañanas a trabajar en diferentes áreas de la vida económica del país.
EC Desde el gobierno se ha insistido en que por un lado el Patronato de Encarcelados y Liberados se encargará de apoyar y de realizar un seguimiento de esos reclusos que salgan de las cárceles, y por otro lado en que existe también la posibilidad de que los ampare el Plan de Emergencia.
GP Exactamente, pero el Patronato ha dicho en comisión que con la infraestructura que hoy tiene le es absolutamente imposible fiscalizar, ya no a los que van a ser liberados por esta ley sino a los que van liberándose diariamente producto del cumplimiento de sus penas y condenas. Hoy lamentablemente el Patronato no tiene la posibilidad de controlar ni siquiera a los liberados por los mecanismos normales, mucho menos va a tener la posibilidad, con infraestructuras que no están previstas porque no se lo mejora presupuestalmente ni se le da mayor cantidad de funcionarios, apenas se le van a dar 20 o 30 funcionarios más, de atender ese requerimiento. La institución se va a ver absolutamente desbordada para eso.
Y por otro lado la interpretación que se hace del Plan de Emergencia me parece bastante inocente, aunque ojalá sea así, que mucha gente que salga liberada se reinserte en la sociedad con un trabajo decente y se pueda reeducar. Pero me parece difícil que un plan de emergencia que lo que tiene previsto hasta el día de hoy es una canasta de alimentos y un salario de 1.363 pesos por dos años de duración pueda satisfacer a una persona que estaba acostumbrada a tener en el bolsillo miles de pesos producto del delito que vivía cometiendo.
Entonces la sensación que en el fondo nos queda es que el gobierno está procediendo con una excesiva inocencia en un tema muy delicado, en el que además ha elegido el camino más sencillo, que es el de liberar los presos, pero no prevé renglón seguido una mayor inversión en la construcción de cárceles ni una asistencia económica a los organismos que controlan qué ha sido de estos presos, no prevé una infraestructura que permita rápidamente una mejora de la calidad sanitaria y de reclusión de los que van a seguir prisioneros.
Parecería que el gobierno ha quedado prisionero de sus propias promesas, de los anuncios que en más de una oportunidad fueron bastante irresponsables por parte del actual ministro del Interior que anunció cosas que crearon conmoción pública y que hicieron que el proyecto original del Poder Ejecutivo fuera sufriendo modificaciones hasta quedar en esto que creemos que es una especie de saludo a la bandera que lo único que va a traer es una mayor intranquilidad a nuestra ya conmocionada vida en cuanto a la falta de seguridad y la escalada de delitos que hoy lamentablemente se está viviendo en nuestro país.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe